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Una persona realiza un examenRubin Abdi

Texas recurrirá a la IA para corregir exámenes y reducir así la plantilla de revisores

La decisión ha suscitado cierta controversia en el seno de la comunidad educativa

Polémica en Texas tras conocerse que la Agencia de Educación del Estado sureño (TEA) echará mano de la inteligencia artificial para corregir un alto volumen de exámenes.

Con la medida, las autoridades prevén ahorrar entre 15 y 20 millones de dólares al año, ya que llevará aparejada una sustancial reducción del personal examinador, que este año pasará de las 6.000 personas contratadas en 2023 a solo 2.000, según publica esta semana Texas Tribune.

La tecnología utilizada revisará en concreto los exámenes STARR, unas pruebas que determinan si los alumnos han adquirido los conocimientos requeridos durante el año y están listos para pasar de curso.

La medida ha abierto todo un debate en la comunidad educativa, ya que algunos especialistas creen que el sistema no resultará fiable para padres y docentes, al menos de primeras, ya que la máquina podría «ignorar ciertas cosas que un ser humano tal vez no pase por alto», según señala Hafedh Azaiez, superintendente del Distrito Escolar Independiente de la ciudad de Round Rock. Por ejemplo, dicen, la originalidad de los escritos.

La TEA, por su parte, defiende la decisión y trata de calmar los ánimos asegurando que siempre existirá un control de calidad «muy sólido» con humanos que revisarán las correcciones de las máquinas. «Estamos muy lejos de cualquier cosa que sea autónoma o que pueda pensar por sí sola», indican, afirmando que la IA operará siempre de acuerdo a la programación predeterminada por las autoridades en lugar de ir «aprendiendo» de sus fallos sobre la marcha.

En concreto, señalan, las instrucciones asignadas al sistema en caso de que no entienda alguna de las respuestas será marcarla para que posteriormente una persona la revise. En caso de no estar conforme con la nota, se podrá solicitar una revisión del examen por 50 dólares.