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Alumnos en un centro educativo

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¿Aprobarías este examen de lengua de sexto de Primaria?

Al igual que pasa con la EBAU, las comunidades autónomas realizan diferentes exámenes

¿Serías capaz de aprobar un examen de sexto de Primaria ahora? Este lunes, la Comunidad de Madrid ha realizado las pruebas para evaluar el conocimiento de más de 280.000 alumnos. El objetivo, según han expuesto, es reforzar la calidad de enseñanza de la región. Al igual que pasa con la EBAU, las comunidades autónomas realizan diferentes exámenes, medida algo polémica, ya que las condiciones no son las mismas para todos los alumnos.

Además de las recogidas en la ley estatal, que se ejecutan en cuarto de Educación Primaria y segundo de Secundaria, el Gobierno autonómico ha establecido hacerlas también cada año en los escolares de los últimos cursos de ambas etapas: sexto de Primaria y cuarto de ESO.

La prueba comienza con un pequeño texto. En él, los niños con edades entre 10 y 11 años deben desarrollar su capacidad lectora. Aunque a priori parece fácil, ya que todos hemos pasado por estos cursos, podría no serlo. Para que sepas qué nivel tienes y qué debes reforzar en El Debate te dejamos algunas de las preguntas de las que se han examinado este 6 de mayo todos los estudiantes de Madrid.

A continuación os dejamos la segunda parte del examen –la primera es un dictado–. En ella, debes leer El poste que no olió el ciego, un fragmento del capítulo primero del Lazarillo de Tormes, para poder hacer el test:

'El poste que no olió el ciego'

Al día siguiente, salimos a pedir limosna por el pueblo. Había llovido mucho la noche anterior y seguía lloviendo todavía.

El ciego rezaba debajo de unos soportales y así no nos mojábamos; pero como se hacía de noche, y no dejaba de llover, me dijo mi amo:
–Lázaro, vámonos a la posada, porque no parece que vaya a dejar de llover. De noche lo hará más.

Para ir a la posada, teníamos que pasar un arroyo que llevaba mucha agua. Yo le dije a mi amo:
–Tío, el arroyo va muy ancho. Pero se estrecha en un lugar. Si saltamos por él, no nos mojaremos.
Al ciego le pareció un buen consejo y me dijo:
–Eres listo, y por eso te quiero bien. Llévame a ese sitio, donde se estrecha el arroyo, que en invierno sabe mal el agua, y más aún llevar los pies mojados.

Yo, que vi que todo me salía como había calculado, lo saqué de debajo de los soportales y lo llevé frente a un pilar o poste de piedra que había en la plaza. Entonces le dije que aquel era el mejor lugar para saltar. Él, como se estaba mojando mucho bajo la lluvia, no sospechó nada, y me dijo:
–Ponme bien derecho y salta tú primero el arroyo.
Yo le puse bien recto enfrente del pilar y di un salto. Me escondí detrás del pilar y le dije desde allí:
–Salta todo lo que puedas para pasar a este otro lado del agua.

El ciego cogió impulso para dar un salto mayor y se lanzó de cabeza contra el poste. Rebotó y cayó para atrás sin sentido.
–¿Cómo? ¿Oliste la longaniza y no el poste? –le dije yo–. Pues oled, oled.

En el acto, empecé a correr para salir del pueblo mientras llegaba la gente a socorrerlo. Y antes de que se hiciera de noche, estaba ya en otra aldea, en Torrijos.
Desde entonces, no supe nada de él ni quise saberlo.

Esta evaluación, la Comunidad de Madrid ha incorporado las asignaturas de Inglés y Geografía e Historia o Ciencias sociales, junto a las habituales de Lengua castellana y Literatura y Matemáticas. Los alumnos han realizado estos test en 45 minutos.

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