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La educación en la encrucijadaIsmael Sanz

Tecnologías en las aulas y el rendimiento académico

Es fundamental investigar si el tiempo adicional dedicado a la enseñanza tradicional podría también mejorar las competencias de los alumnos de manera similar

Actualizada 04:30

El artículo titulado «La tecnología en las aulas: ¿cómo impacta en el rendimiento académico?» de Lucía Gorjón y Ainhoa Osés, de Iseak y la Universidad del País Vasco, explora el impacto de la tecnología en el rendimiento académico utilizando datos de PISA de la OCDE. El análisis se centra en cómo la frecuencia del uso de la tecnología en el aula afecta el rendimiento académico de los estudiantes de 15 años en varios países de la OCDE.

La Figura 1 muestra un análisis del rendimiento de los estudiantes en matemáticas, ciencias y lectura según su nivel de uso de tecnología en el aula. La Figura evidencia una relación en forma de «U» invertida entre el uso moderado de la tecnología y el rendimiento académico, sugiriendo que un uso moderado puede estar vinculado con mejores resultados, mientras que el uso muy intensivo tiene un efecto negativo en el rendimiento. El usuario «muy intensivo» (aquellos que usan la tecnología más de 1-2 veces por semana) presenta un desempeño académico considerablemente más bajo que el resto de usuarios en todos los países analizados, incluido España o referentes tecnológicos como Estonia y Finlandia. Estos usuarios «muy intensivos» también reportan altos niveles de bullying y se observa una mayor proporción de varones en este grupo.

A través de modelos lineales jerárquicos y la técnica de ponderación Inverse Probability Weighting (IPW), Lucía Gorjón y Ainhoa Osés demuestran que el uso muy intensivo de las TIC se asocia con una caída significativa en el rendimiento en matemáticas, equivalente a más de medio curso académico en países como España y tres cuartos de curso en Finlandia y Estonia. Estos resultados subrayan la importancia de evitar el abuso de la tecnología en las aulas, destacando la necesidad de supervisar y regular su uso para evitar que afecte negativamente el proceso de aprendizaje de los estudiantes.

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Entre la tecnología cuyo uso moderado puede mejorar el rendimiento académico se encuentran los programas de aprendizaje asistido por ordenador. Almudena Sevilla (London School of Economics), Pilar Cuevas (London School of Economics), Luz Rello (IE) y yo mismo hemos publicado un artículo recientemente en Panorama Social, una revista de Funcas, que analiza las ventajas de estos Software. Los programas de aprendizaje asistido por ordenador permiten una enseñanza personalizada, que sigue el ritmo de progreso de los estudiantes, con ejercicios y actividades que pueden realizarse varias veces, y que proporcionan tanto al propio alumno como al docente y al centro información y retroalimentación instantánea sobre los aciertos y los errores.

Los softwares de ayuda al aprendizaje pueden complementar el proceso de formación de habilidades al superar las limitaciones a las que se enfrentan los docentes, como la gestión de niveles de aprendizaje heterogéneos dentro de una clase. Además, algunos de estos programas son adaptativos, tienen la capacidad cada vez más sofisticada de aprovechar la inteligencia artificial para ofrecer contenido según la capacidad cognitiva de los usuarios y su progreso. Los programas de aprendizaje asistido por ordenador pueden ofrecer a los estudiantes retroalimentación individualizada y recopilar rápidamente datos sobre el desempeño de los estudiantes, lo que sería un desafío para cualquier docente debido a las limitaciones de tiempo. En su revisión bibliográfica, Escueta et al. (2020) examinan 31 experimentos aleatorios para proporcionar evidencia de causalidad sobre el impacto de programas asistidos por ordenador en el aprendizaje de los estudiantes. Muchos de los análisis de matemáticas se centran, en concreto, en álgebra y en el nivel educativo de primaria. De los 31 estudios revisados, 21 muestran efectos positivos estadísticamente significativos, muchos de ellos estimados con precisión y de una magnitud relevante. La mayoría (16 de 21) de los estudios que encontraron un impacto positivo se centraron en programas de matemáticas. Por el contrario, los autores solo identifican siete estudios exclusivamente dedicados a programas de lectura u ortografía.

El principal desafío identificado por Sevilla, Cuevas, Rello y yo mismo es determinar si el uso de los Programas de aprendizaje asistidos por ordenador mejora las competencias de los estudiantes por sí mismo o, simplemente, porque implica más tiempo de instrucción. Es fundamental investigar si el tiempo adicional dedicado a la enseñanza tradicional podría también mejorar las competencias de los alumnos de manera similar. Este aspecto es muy importante para evaluar el verdadero valor añadido los programas por ordenador en comparación con la instrucción convencional. Un segundo desafío que requiere de más investigación radica en determinar si los efectos positivos de los software se mantienen a medio y largo plazo o si, como algunos estudios sugieren, estos impactos se desvanecen con el tiempo (Hirata, 2022). Además, se hace necesario avanzar en el conocimiento sobre cómo se complementan los programas asistidos por ordenador con la enseñanza tradicional. El trabajo de Büchel et al. (2022) muestra que los programas supervisados por docentes podrían tener mejores resultados que aquellos monitorizados por técnicos o asistentes.

  • Ismael Sanz es profesor de Economía en la URJC y visiting senior fellow de London School of Economics

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