Educación
Suecia encuentra la fórmula para mejorar el rendimiento de los alumnos: «Habíamos perdido el rumbo»
La estrategia del Ejecutivo sueco pasa por priorizar el uso de libros de texto físicos, así como la eliminación de los dispositivos digitales durante los primeros años de enseñanza
El Gobierno de Suecia ha dado marcha atrás en su apuesta por la digitalización educativa después de varios años priorizando el uso de la tecnología y de dispositivos como pizarras electrónicas y tabletas en las aulas del país. Esta decisión supone la vuelta a la forma educativa tradicional, en la que los libros de textos, el papel y el boli, recobran su importancia.
El Ministerio de Educación de Suecia ha escuchado a numerosos expertos que mediante estudios han evidenciado las lacras y los perjuicios que suponen para los alumnos una exposición constante a las pantallas.
A pesar de que la incorporación de la tecnología en el entorno educativo ha supuesto un gran avance en aspectos como la recopilación de datos inmediatos o la accesibilidad a recursos de cualquier lado del mundo, esta transformación también ha generado consecuencias negativas, especialmente en el desarrollo personal y cognitivo de los más pequeños, afectando a habilidades fundamentales como la creatividad, la concentración y el pensamiento crítico.
La estrategia del Ejecutivo sueco para evitar estas lacras educativas pasa por priorizar el uso de libros de texto físicos, así como la eliminación de los dispositivos digitales durante los primeros años de enseñanza. De acuerdo con estas medidas, el Gobierno ha destinado millones de euros para asegurarse de que todos los estudiantes del sistema educativo sueco cuenten con, al menos, un libro de texto por asignatura.
Otra de las iniciativas por las que ha apostado Suecia es por la prohibición del uso de los teléfonos móvil durante el horario escolar, ya que pretenden evitar las distracciones de las redes sociales y fomentar que los niños interactúen entre ellos para generar y desarrollar habilidades sociales.
Lotta Edholm, ministra de Educación sueca, señaló que el uso excesivo de herramientas digitales en las aulas había debilitado el pensamiento crítico y la habilidad de los estudiantes para abordar problemas complejos. «Nos dimos cuenta de que habíamos perdido el rumbo», declaró Edholm durante una reciente rueda de prensa, subrayando la necesidad de reevaluar las estrategias educativas para priorizar el desarrollo de competencias fundamentales.
Uso en España
Según un estudio de la Universidad de Navarra, casi el 45 % de los alumnos españoles prefiere trabajar en las aulas utilizando materiales en formato en papel, frente al 36,8 % que se muestra indiferente al respecto. Además, los estudiantes reconocen que escribir a mano o estudiar con materiales físicos, como cuadernos o bolígrafos, mejora su concentración y comprensión.
Pero no solo los estudiantes, sino que también muchos directivos y docentes de las escuelas apoyan el método pedagógico tradicional. Según otro estudio, realizado por Educación Conectada, un 44 % de las escuelas españolas no está especialmente de acuerdo con la transformación digital en el ámbito educativo.