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Imagen de la película 'Sala de profesores'

Entrevista | Teresa Hernández, coordinadora del Defensor del Profesor

Sillas volando, patadas o empujones por las escaleras: «Los profesores llaman desesperados; no ven salida»

Teresa Hernández, coordinadora del Defensor del Profesor de ANPE explica a El Debate las posibles causas y consecuencias del considerable aumento de un 8 % de las agresiones de alumnos a docentes

Este año han aumentado un 8 % el número de casos de agresiones a profesores atendidos por ANPE, sindicato profesional en el ámbito de la Enseñanza Pública. Esta cifra supone una lacra del sistema educativo y un grave problema para los docentes que deben enfrentarse en su día a día a alumnos con comportamientos agresivos, tanto hacia sus compañeros como hacia sus superiores.

«Tenemos que tener en cuenta que estamos trabajando con menores que tienen una protección. La ley del menor es muy restrictiva y hay que protegerlos mucho, pero, por otro lado, no dejan de ser agresiones que a las que hay que poner remedio», expresa Teresa Hernández, coordinadora del Defensor del Profesor de ANPE, en conversación telefónica con El Debate.

Esta docente que ejerce en Aragón relata los tipos de agresiones que sufren los miembros de su gremio, que van desde las patadas y tirones de pelo hasta empujones por las escaleras o agresiones con el mobiliario de la clase: «Este año se ha restringido el uso de los móviles en los centros educativos. Es muy común que los alumnos se pongan como locos y agredan a los profesores para que les devuelvan el móvil». «El alumnado adolescente es muy difícil de controlar y genera bastante miedo entre los docentes», señala.

Respecto a las causas de este aumento de las agresiones, esta experta apunta a los estragos de la pandemia de la covid: «A partir de 2020 se notó que los alumnos estaban mucho más irascibles, con más tensión, con conducta más violenta, y reacciones más violentas», explica.

En ocasiones, esta situación de agresión continua en el ámbito educativo de los niños, pero laboral para los maestros, se hace insostenible para muchos docentes: «Hay profesores que que quieren dejar la profesión y la dejan. Y hay profesores que intentan buscar ayuda. Nosotros hemos tenido que reforzar en el servicio tanto de asesoría jurídica, ya que a veces los casos ya son bastante complejos y requieren una de una denuncia, como la atención psicológica y terapéutica de los docentes», relata.

Hay profesores que que quieren dejar la profesión y la dejan

«La primera reacción del docente es no querer ir a clase o no querer encontrarse con ese alumno. Las medidas que tenemos en los centros son muy escasas. Ante una agresión física, que es una falta grave, la aplicación más inmediata y casi la única que se hace, es la expulsión del alumno por cinco días, pero pasado ese tiempo, tiene que volver al colegio. Y eso genera mucho miedo», lamenta la Defensor del Profesor ante los micrófonos de este medio.

«Los profesores nos llaman muy desesperados porque ya no ven dónde más acudir dentro de su ámbito de trabajo, de su ámbito laboral. No ven salida», lamenta Teresa Hernández.

Respecto a las medidas para evitar o corregir este tipo de agresiones hacia los docentes, la coordinadora del Defensor del Profesor de ANPE apunta a la importancia de «reforzar la formación en profesionales, la colaboración con las familias y que en la aplicación de la normativa de protección del menor se aplique también sobre las familias, ya uno responsable de sus hijos».