Los socialistas apelan a la movilización, ya que consideran que la abstención es la principal amenaza que pone en riesgo su regreso a San Telmo. En 2018, el 41,3 % del censo electoral de Andalucía se quedó en casa; la abstención más alta en unas elecciones andaluzas desde 1990, y especialmente en Sevilla y provincia, bastión socialista, donde la participación cayó un 5,4 %.
El PSOE de Andalucía quiere «evitar el riesgo real de unión entre la derecha y la extrema derecha»
En el PSOE-A confían en «recuperar la confianza de los andaluces», con el objetivo de «evitar el riesgo real de la unión entre la derecha y la extrema derecha». Sin embargo, no se trataría de azuzar el miedo a Vox, porque la «amenaza» se ha convertido en «realidad», en alusión al Gobierno de Castilla y León, al que el partido de Santiago Abascal ha accedido con la vicepresidencia y tres consejerías.
El «orgullo» de 37 años de gobierno
Ya la vicesecretaria general del PSOE-A y número uno socialista por Jaén, Ángeles Férriz, ha manifestado públicamente que uno de los «principios» que llevan «por bandera» es «defender con orgullo» sus «37 años de gobierno», a pesar de que estos están marcados por la corrupción y el clientelismo. En el PSOE andaluz presumen, no obstante, de «escuchar a todo el mundo» en los muchos compromisos, varios al día, que atiende Juan Espadas.
Ángeles Férriz ha defendido «con orgullo» los «37 años de gobierno» del PSOE en Andalucía, a pesar de la corrupción y el clientelismo
El candidato socialista aspira a hacer olvidar el pasado de su organización, a fin de atraer a viejos votantes que, fruto del hartazgo, optaron por otras opciones políticas o, simplemente, no acudieron a las urnas en 2018. Para ello, ha acometido una extraordinaria renovación en las listas: un 70 % de caras nuevas respecto a las anteriores elecciones autonómicas y ningún consejero de Gobiernos pretéritos en ellas, excepto él, que ostentó la cartera de Vivienda y Ordenación del Territorio con Manuel Chaves y José Antonio Griñán al frente de la Junta de Andalucía.
La alargada sombra de la corrupción
La sombra de la corrupción es muy alargada. Los socialistas aún han de arrastrar la losa de los ERE y la Faffe, y eso que el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, ya ha confirmado que el Alto Tribunal respetará la «regla no escrita» de «no hacer públicas sentencias inmediatamente antes de un proceso electoral para no interferir en ningún sentido», en relación con la sentencia de los ERE.
Aun así, en el PSOE no prevén una fuga de votos a la derecha (PP-Vox), desde donde Juanma Moreno, ocupando el espacio natural de Ciudadanos, se ha vuelto hacia esos desencantados que Juan Espadas espera reconquistar, y Macarena Olona, con un discurso obrerista, confronta directamente con las prácticas socialistas; tampoco un trasvase de votos entre bloques.
Esperanza
municipalista
Los socialistas, en consecuencia, se dirigen a los suyos, a quienes lo son y a quienes lo fueron, ya sean más o menos moderados, porque el PSOE-A es, en cierto modo, un partido «atrápalo-todo», habida cuenta de que conserva mucho voto cautivo y por tradición o costumbre. Así las cosas, la esperanza de Espadas en el 19-J son los municipios donde gobiernan, más de la mitad de Andalucía.
Según los últimos sondeos, ganaría un PP que necesitaría del apoyo de Vox
Según los últimos sondeos, el PSOE andaluz se quedaría muy lejos, incluso de ser la primera fuerza en el Parlamento elegido en los comicios del próximo 19 de junio, que ganaría un PP que necesitaría del apoyo de Vox para seguir en la Junta. Para más inri, el candidato socialista, alcalde de Sevilla durante más de seis años, sólo es reconocido por siete de cada diez andaluces, mientras que un 80 % aprueba la gestión de Moreno como presidente, según una encuesta de Target Point para El Debate.