Elecciones Andalucía 2022  Todas las claves del primer debate de los candidatos a la Junta de Andalucía

El primer encuentro televisivo entre los candidatos a la presidencia de la Junta andaluza resultaba crucial para dilucidar no pocas cuestiones: el abstencionismo de la izquierda y el destino de los actuales escaños de Ciudadanos, el trasvase de voto de la izquierda más rural, la primera intervención de Vox a un público amplio de andaluces o la actitud de una izquierda resquebrajada en un reino de taifas.

El discurso moderado del PP

Los ataques de la izquierda hacia el actual presidente de la Junta andaluza eran esperados. No tanto el primer careo de Olona con el que podría ser su necesario socio de Gobierno. Sin embargo, Moreno ha sabido mantenerse al margen de los ataques más agresivos y ofrecer una imagen de sensatez. El candidato del PP ha cerrado precisamente su intervención apelando a ese voto que vuelve a suponer «una gran oportunidad» para «seguir avanzando» en Andalucía.

Familia, educación e igualdad

La candidata de Vox ha introducido en la televisión pública andaluza un mensaje nunca oído con anterioridad. Olona ha recordado que su formación desea colocar a la familia en el centro de las políticas públicas. Parafraseando su brillante discurso del Congreso, la abogada del Estado ha denunciado el feminismo más radical que acaba con la igualdad entre el hombre y la mujer; y ha puesto sobre la mesa problemas reales como la «inmigración» o el «despilfarro político».

Cs apuesta por el PP

Una de las grandes sorpresas de la noche ha venido de la mano del candidato de Ciudadanos. Durante sus intervenciones no ha hecho otra cosa sino volver a apostar por el Gobierno de coalición con el PP, el mismo que su presidente rompió para adelantar los comicios al próximo 19 de junio. «O reeditamos ese Gobierno» de coalición, o volverá a «armarse lío», ha apuntalado Marín. En ocasiones, no se entendía si pedía el voto para su partido o para el PP.

Teresa Rodríguez se gana a la izquierda

La exmorada vilipendiada por su excompañeros ahora bajo el aglomerado de Por Andalucía ha sido la clara ganadora del espectro izquierdista del debate. Ataviada en un extraño conjunto de colorines y con dos folclóricos aros más propios de la pasada Feria, Rodríguez ha ofrecido un discurso muy regionalista. Siguiendo la costumbre del exlíder Iglesias, ha decidido granjearse esa supuesta defensa «de los más débiles» y descalificar a Vox, tildándolo de «brazo político del terrorismo machista».

Si alguna bala le quedaba en la recámara a Inmaculada Nieto la ha gastado en su primerísima intervención. La candidata de Por Andalucía ha decidido utilizar casi la mitad de su primer minuto de gloria para decir su nombre y todas las formaciones a las que su coalición representa.

Un flojo Espadas ha optado por los mantras, como el de que «el único partido que puede frenar a la ultraderecha es el PSOE». Peor ha sido su intento de hacer creer a sus votantes que su formación aspira al primer puesto: «La pregunta es si el PSOE es la fuerza más votada, si Juanma Moreno estaría dispuesto a dejarle gobernar».

¿Y los programas políticos?

Que era imposible presentar seis programas políticos en tan corto espacio de tiempo era evidente. Y así ha sido. Algunos candidatos, como Olona, han agotado todo su tiempo replicando en el primer bloque, precisamente el de mayor interés para los andaluces: «Economía, empleo y calidad». Y otros han elegido una velocidad tan rápida para calzar sus ideas que, como Rodríguez, hubo partes de su discurso que no se entendieron.

Los candidatos volverán a enfrentarse otra vez más antes de los comicios andaluces del próximo 19 de junio. Unas elecciones en las que los aspirantes conocen bien la relevancia de movilizar el voto, bien para frenar la sangría de escaños (como en el caso del PSOE), bien para ganárselos a la izquierda (Adelante Andalucía), bien para mantenerlos y ampliar la horquilla (PP) o bien para descubrir si su mensaje cala también entre los andaluces (Vox).