Por qué Andalucía vota en masa a la derecha pero sigue siendo de izquierdas
En estas elecciones, los andaluces anteponen la hoja de servicios de Juanma Moreno, mientras el PSOE se dedica a acusarlo de haberse travestido para ganar los comicios
MadridActualizada 14:13
Parafraseando a Alfonso Guerra, en tres años y medio a Andalucía no la conoce ni la madre que la parió. De la victoria socialista de Susana Díaz en diciembre de 2018, pírrica, pero victoria al fin y al cabo, Andalucía está a punto de darle al centro derecha una mayoría apabullante. La encuesta de Target Point para El Debate sitúa la suma del PP, Vox y Ciudadanos en 70 escaños en el mejor de los escenarios, 15 por encima de la mayoría absoluta, y en 63 en el peor de los casos.
¿Ha cambiado tanto ideológicamente la región más poblada de España en menos de una legislatura y después de casi cuatro décadas de gobiernos socialistas?, ¿es eso posible? Evidentemente, no. En el sondeo que publica este diario, el 41,6 % de los encuestados se declara de izquierdas y solo el 25,5 % de derechas. En el centro, ese concepto abstracto que se decanta a un lado u otro de la balanza en función de cuánto se mueva el PSOE a la izquierda o el PP a la derecha, se ubica el 16,3 %.
El secreto de Juanma Moreno
La conclusión es sencilla. Andalucía sigue siendo de izquierdas, pero vota a la derecha. ¿Por qué? El secreto de la fórmula de Juanma Moreno es –aparentemente– sencillo: gestión. En estas elecciones, los andaluces anteponen la hoja de servicios del presidente y candidato del PP, mientras la izquierda se dedica a acusarlo de haberse travestido para ganar los comicios. «El PP está intentando hacer del PSOE, pero no cuela porque Moreno es muy de derechas», afirmaba Juan Espadas este sábado en una entrevista en Eldiario.es.
El PSOE piensa que en Andalucía solo puede ganar el PSOE o alguien que haga del PSOE
La frase del candidato socialista deja traslucir la peor mentalidad del PSOE-A, que se piensa que en Andalucía solo puede ganar el PSOE o alguien que haga del PSOE. Y no es eso. Mal que le pese a Espadas, el nivel de aprobación de Moreno es del 80 %, he ahí otra clave. Pero es más: el 53 % de los votantes socialistas también le da un aprobado. ¡Y hasta el 46 % de los de Adelante Andalucía (la candidatura de Teresa Rodríguez)!
De ahí se entiende la baja fidelidad de voto del PSOE, que se sitúa en el 59,4 %. Traducido, cuatro de cada diez andaluces que en 2018 votaron a Susana Díaz, esta vez duda a estas alturas o directamente no lo hará. El trasvase de voto del PSOE al PP en estos comicios será una de las claves que determinen la amplitud de la victoria de Juanma Moreno; si consigue llegar a esa «mayoría suficiente» que está pidiendo en campaña para no depender de Vox. O mejor dicho: para depender menos.
Los trasvases
La encuesta de Target Point sitúa ese trasvase en el 7,9 %, lo que explica cómo es posible que el suelo del PSOE esté ahora en el 25,7 % de porcentaje de voto y 30 escaños, más de dos puntos por debajo de lo que obtuvo en 2018 y tres escaños menos. Una auténtica hecatombe para el PSOE-A, que se había marcado como objetivo no empeorar su resultado de 2018.
En cuanto a los trasvases, resulta reseñable también el porcentaje de votantes de Vox que en esta ocasión dará su confianza a Moreno. En concreto, el 24,1 %, uno de cada cuatro. Parecía que el candidato del PP no tenía nada que hacer con el rocoso electorado de Vox, pero el sondeo dice otra cosa.
Demográfica y sociológicamente, éste encierra algunas claves importantes. La primera: la juventud es una asignatura pendiente para los partidos tradicionales, aunque durante la campaña los populares hayan presumido de que los jóvenes también están con Moreno. En la franja de los 18 a los 29 años dominan claramente Por Andalucía (21 %), Adelante Andalucía (18 %) y Vox (15 %).
Segunda: no hay una sola provincia donde el PSOE sea la opción preferida por los votantes, ni siquiera Sevilla ni tampoco Jaén.
Tercera: el PSOE sigue estando fuerte en la Andalucía rural, puesto que el 40 % de sus votantes se acumula en los núcleos de menos de 20.000 habitantes. Ésa es, de hecho, la baza que está jugando Espadas y lo que más le puede complicar la vida a Moreno: que el domingo baje la participación en la costa y, por el contrario, se mantenga alta en la Andalucía interior y los pequeños municipios. En el bloque del centro derecha, es Vox el que replica la situación del PSOE: el 37 % de sus electores vive en localidades de menos de 20.000 habitantes.
Y cuarta: el PP es, de largo, la opción preferida entre quienes tienen estudios universitarios (el 43 %) y, por el contrario, los andaluces sin estudios o solo con estudios básicos tienen al PSOE como su principal referencia (el 23 %).
El domingo, Andalucía pasará de la teoría a la práctica.
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