El PSOE se prepara para un siniestro total en Andalucía por debajo de 30 escaños
La situación es desesperada. Su electorado sigue desmovilizado y el trasvase de votos a Juanma Moreno está hundiendo aún más el suelo del antes poderoso socialismo andaluz
MadridActualizada 18:28
El suelo se abre a los pies del PSOE. A estas alturas del partido, los socialistas ya dan por hecho que no alcanzarán los 33 escaños que se habían fijado como mal menor, que fue el resultado que obtuvo Susana Díaz en diciembre de 2018. En aquella ocasión, solo 10.890 votos separaron a la candidata de caer por debajo del millón de votos y arrastrar al PSOE de Andalucía al abismo. Ahora, los mismos de entonces firmarían por un resultado así.
En la sala de máquinas de Ferraz y del PSOE-A empiezan a mascar una derrota histórica, acentuada por una campaña que no ha ido como esperaban. De puertas adentro han rebajado aún más las expectativas de Juan Espadas. Ahora contemplan 30 escaños en el mejor de los casos. Hay encuestas internas que les dan por debajo de 28.
La situación del antes todopoderoso socialismo andaluz es desesperada. Pensaban que habían tocado fondo y las señales dicen lo contrario. A la desmovilización de su electorado, que sigue con las constantes vitales en mínimos, se une el trasvase de votos a Juanma Moreno, que fue detectado por todas las encuestas (antes de la prohibición de publicar más) y sigue al alza.
El trasvase
En el equipo de Moreno apuntan dos razones. En primer lugar, la gestión del presidente y candidato del PP en la Junta de Andalucía. Pero también sostienen que está calando entre el electorado del PSOE la llamada de Moreno a esa «mayoría suficiente» para no depender de Vox. Lo que significaría que, irónicamente, esa estrategia del «miedo a la ultraderecha» desplegada por los socialistas ha acabado beneficiando a Moreno.
Eso por el flanco derecho, porque por el izquierdo el que está intentando quedarse con los indecisos del PSOE es Por Andalucía (la marca de Podemos, IU y Más País). Este martes Yolanda Díaz estuvo en Dos Hermanas, fortín socialista por antonomasia, y allí afirmó: «Aquí hay muchas familias socialistas que tienen dudas. Os pido que si las tenéis nos deis una oportunidad, porque es posible cambiar las cosas».
Cunde el desánimo en el socialismo, con Pedro Sánchez poniendo distancia de por medio. Desde que el sábado pasado estuvo en un mitin en Cártama (Málaga), el presidente no ha vuelto ni volverá a mitinear hasta la clausura de la campaña, el viernes en Sevilla. Al comienzo de la campaña, el PSOE-A se planteó un doble cierre en Sevilla y también Cádiz con presencia de Sánchez en ambos, pero finalmente no habrá Sánchez por duplicado.
Este martes, el jefe de filas del PSOE viajó a Málaga, pero no para acompañar a Espadas,sino para buscar una foto con el ex presidente de Estados Unidos Barack Obama, en el marco del Digital Enterprise Show. Allí coincidió también con Moreno.
También este martes, la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, llamó a «votar en masa al PSOE» el domingo para «no tener que salir el lunes». Lo hizo en alusión a lo ocurrido hace tres años y medio, cuando los socialistas participaron en una concentración a las puertas del Parlamento de Andalucía coincidiendo con el debate de investidura de Moreno como presidente.
Hace ya tiempo que Sánchez abandonó toda esperanza en Andalucía. Su única aspiración era ver a Moreno atado a Vox, como contó este periódico. Pero resulta que el candidato del PP parece estar cerca de poder gobernar en solitario.
Los socialistas creían que un segundo gobierno de coalición bendecido por Alberto Núñez Feijóo -tras el de Castilla y León- sería la mejor munición para disparar contra la imagen de moderado del líder de los populares. Lo creen aún, aunque cada vez con menos convencimiento de que el resultado acompañe.
Regístrate para seguir leyendo
El Debate es, y seguirá siendo, gratuito
Además de tener acceso a todas las noticias, disfrutarás de todos los beneficios de Mi Debate.