Elecciones andaluzas 2022  Juanma Moreno apela a un «gobierno estable» frente a un «experimento o vuelta al pasado» en Andalucía

Banderas de Andalucía, tetrabriks de agua, pamelas de paja y alrededor de unas setecientas sillas, según los organizadores del acto. Así de bien montado ha estado el último encuentro de campaña del Partido Popular andaluz. Con una fuerte presencia de simpatizantes sexagenarios, el partido tenía muy claro que no comenzaría el encuentro hasta que no callera el sol y refrescara un poco la brisa del Guadalquivir. Y el más de medio millar de asistentes, lo ha agradecido.

Moreno ha llegado directamente del gaditano Puerto de Santa María al muelle de la Sal, a los pies de la cabecera del puente de Isabel II, en la margen ribereña de Sevilla. El popular ha cerrado su campaña en este emplazamiento histórico con el claro objetivo de gobernar en solitario: «Pido a los andaluces que sean egoístas y reflexionen la mejor opción: un gobierno honesto y probado —ha recordado su gestión durante la pandemia— o un experimento, o la vuelta al pasado». Ni ha planteado posibles opciones de pacto para un gobierno de coalición.

Preocupación por la desmovilización

Con el mercurio rozando los 38 grados, el candidato del PP ha realizado un llamamiento tanto a los indecisos como a aquellos que tenían pensado irse a la playa este fin de semana. Bajo la fórmula del discurso cercano que tanto le caracteriza, el jefe del Ejecutivo andaluz ha apelado al voto joven, para quienes ha prometido tarifa cero de la Seguridad Social si emprenden como autónomos y son menores de 30 años, así como un crédito de hasta 5.000 euros.

Muy cerca de Macarena Olona

A 900 metros y separados tan solo por el Guadalquivir y unas cuatro calles, ha cerrado su campaña la posible socia del popular y candidata de Vox a la presidencia de la Junta andaluza, Macarena Olona. En pleno barrio de Triana, la política conservadora ha sido arropada por el presidente de su formación, Santiago Abascal, así como por uno de los fundadores de su partido, Jose Antonio Ortega Lara, símbolo de lucha y libertad tanto de sus simpatizantes como de muchos españoles por su pasado como víctima de ETA.

Por su parte, el PSOE ha concluido su campaña en la misma orilla del río que los populares. El secretario general del partido y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha redoblado su apuesta por su candidato, Juan Espadas. Desde el sevillano muelle de las Delicias, los socialistas han aunado esfuerzos para luchar contra la temida desmovilización de la izquierda del próximo domingo.

El PP-A ha recordado este viernes que sale a ganar las elecciones este domingo ya que «lo que funciona no se cambia», frente al miedo de volver al retroceso y a las listas del paro, de la corrupción y del fracaso escolar. La formación andaluza no se ha olvidado de los nuevos votantes, como tampoco de la gobernanza «sensata y moderada» de su líder, Juanma Moreno. El llamamiento al votante de centro-izquierda se ha justificado en que su candidato gobierna por el interés general de Andalucía, por encima de siglas e ideologías.

Punto final a una campaña predecible

Andalucía pone así este viernes fin a una campaña que en términos electorales no ha generado demasiado ruido. Quizás por la resignación de sus candidatos o quizás por la predecible aritmética electoral. Los andaluces perdieron interés en las intervenciones de sus líderes en los sucesivos debates televisivos. Como varios ciudadanos han trasladado a este medio, sus intervenciones se centraron en el lanzamiento de críticas en lugar de ser propositivos.

La Ley electoral impone ahora un silencio sepulcral de 24 horas para dar paso al ejercicio del sufragio el 19 de junio. Unas elecciones acechadas por otra fuerte abstención pese a la tregua del mercurio. A partir del lunes, la negociación entre partidos. El resultado de estas elecciones podrían significarlo todo para los socios de un posible nuevo ejecutivo nacional de coalición y, sobre todo, para la caída del histórico feudo andaluz de los socialistas.