¿Qué explica una victoria así? Varios factores. El primero, la incomparecencia del contrario. A la creciente sensación de desnortamiento que trasmite el gobierno de coalición de Pedro Sánchez, se añade el desastre que supusieron para Andalucía los últimos gobiernos del PSOE: los ERE’s, las sombras de Chávez y Griñán, que ahora vuelven a emergen de nuevo ante los tribunales, los enfrentamientos de Susana Díaz con el propio Sánchez… La reseca socialista sigue escociendo, y mucho, en Andalucía. A ello se suma que su candidato, Juan Espadas, un alcalde que en Sevilla caía simpático, ha demostrado un tirón autonómico claramente insuficiente.
Tocando la cuestión de los candidatos, emerge el segundo factor: Juanma Moreno. Su alta valoración se explica por sus políticas trasversales, de carácter centrista, que han ido acompañadas de su talante humano y sereno. Su carácter ha representado lo contrario de la crispación política y social en la que vivía instalada Andalucía desde hacía mucho tiempo. Las políticas públicas y el propio tono de Moreno han liberado a esta comunidad de una serie de convulsiones, escándalos y enfrentamientos dialécticos de los que los andaluces, a tenor de los resultados, parecían estar ya bastante cansados.
Un tercer factor, menos conocido por el gran público, es Elías Bendodo, el consejero de la Presidencia de Moreno en la Junta que ahora, tras la llegada de Feijóo a los cuarteles de Génova, ejerce también de coordinador general del PP a nivel nacional. Ambos políticos conforman un tándem perfectamente engrasado. Mientras que Juanma Moreno, además de ser la imagen visible, cumple el papel del corazón, que con su liderazgo irriga al PP andaluz por el conjunto del territorio, Bendodo sería algo así como el cerebro gris; la persona de carácter reflexivo dotada de capacidad para afinar en las decisiones concretas, haciendo que sean lo más precisas posible.
«Juanma tiene un carácter sereno y tranquilo, mientras que Elías es más áspero, pero no suele dar puntada sin hilo... En él se aúna una combinación de talento, trabajo y suerte. Cuando empezó no era más que un simple afiliado de Nuevas Generaciones, pero se ha propuesto un camino y lo está cumpliendo, paso a paso», señalan fuentes próximas al PP andaluz para El Debate, que inciden en la gran visión estratégica de Bendodo, que luego se traduce en instinto para maximizar las oportunidades que encuentra sobre los pliegues del terreno de juego.
Un cuarto factor que ha incidido en esta victoria de Moreno ha sido la gestión. La Sanidad, por ejemplo, ahora llega a más lugares, además de ofrecer a los ciudadanos un trato más humanizado. En cuanto al Urbanísmo, se están adjudicando, y luego terminando, más proyectos que nunca. Añádase la bajada de impuestos, la mejora del trato a los autónomos y, en definitiva, una difusa pero generalizada sensación de normalización laboral, que va acompañada de una buena marcha de la economía.
Volvemos a incidir en un factor, la volatilización de la crispación, por la importancia que ha tenido a nivel social para configurar esta rotunda mayoría absoluta, con tres diputados 'populares' por encima de los 55 necesarios para sumar la mitad más uno del hemiciclo andaluz.
Eran muchos los sinsabores que generaba el tono bronco en el que se había instalado la política andaluza. La sustitución de este estilo rudo por otro más amigable e inclusivo y ello, a su vez, unido a una mayor eficiencia en la gestión pública ha obrado, en esencia, el impactante resultado, que por su importancia tanto simbólica como puramente electoral significa un cambio histórico en Andalucía que reverberará en el conjunto de España. El PP realmente ha congregado en torno a la moderación y la eficiencia mucho voto útil... Y Feijóo lo sabe.