«No puedo asegurarle cuáles son los designios de Dios ni de lo que esté por venir, pero mi compromiso es firme», ha apuntalado la líder de Vox en Andalucía y exdiputada del Congreso, Macarena Olona. Así ha contestado preguntada por su posible regreso a la capital este lunes la política de Vox en el sevillano hotel NH Plaza de Armas, el mismo donde el pasado domingo la formación conservadora celebró los 14 tímidos escaños obtenidos en las pasadas elecciones andaluzas.
Acompañada del núcleo duro de su equipo de campaña así como de primeros espadas — nacionales, como Patricia Rueda, Iván Espinosa de los Monteros; y andaluces; como Manuel Gavira o Rodrigo Alonso —, Olona ha llegado puntual a las doce y media de la mañana.
Oposición responsable
Una de cal y otra de arena. La abogada del Estado de Abascal ha dejado clara su intención de «mantener la mano tendida a Juanma Moreno» en «todo lo que sea bueno para los andaluces». De hecho, la líder ha explicado, preguntada por este medio, que ya había tenido la oportunidad de charlar esta misma mañana con Juanma Moreno (PP), Juan Marín (Cs) e incluso con Juan Espadas (PSOE).
Vox mantendrá la mano tendida a Juanma Moreno en todo lo que sea bueno para los andalucesMacarena Olona, Vox
Eso sí, Vox seguirá reclamando algunas cuestiones clave de su programa político como acabar con el «gasto» superfluo, mantener «a la familia en el centro de las políticas públicas» o combatir «la inmigración» ilegal. Respecto del aspecto concreto de las familias, ayudará a aprobar o sugerirá iniciativas que estime beneficiosas para su bienestar.
Autocrítica interna
Preguntada por posibles errores en su campaña, dado que las expectativas iniciales del partido eran superiores a los 20 escaños, Olona ha preferido dejar dicha autocrítica para «valoraciones internas». De hecho, ha dejado claro que mantendrá a Álvaro Zancajo como jefe de prensa.
Cuestionada sobre la posible extrapolación de estos resultados a nivel nacional o incluso a un posible cambio de estrategia de la formación, Olona ha apelado a su lucha contra el establishmenty a la defensa de «unos ideales que son valores muy necesarios» y que, en su opinión, Vox defiende en solitario. Respecto a un exacerbado andalucismo enarbolado durante su campaña, la política conservadora ha recordado que hicieran lo que hicieran en campaña, nunca ha resultado «acertado» para los medios de comunicación. De hecho, ha recordado los bulos recibidos y cómo han llegado a publicarse fotografías de su casa en Salobreña.
Vox comienza ahora un periodo de reflexión interna en el que parte de una oposición prudente, manteniendo su mano tendida al PP. El termómetro andaluz cerró una noche electoral con el mercurio por debajo de unos fríos 20 grados pero también, por debajo de unos 20 escaños que hubiera esperado granjearse la formación de Santiago Abascal.
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