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Las cinco torres de MadridEuropa Press

¿Existe el efecto capitalidad o es otra estrategia de Sánchez contra Ayuso?

La Comunidad solo ha liderado el crecimiento económico y la creación de empleo en España en los últimos años, y se ha convertido en objetivo político número uno del Gobierno

En 1561, Felipe II tomó la decisión de trasladarse a Madrid junto con su corte, convirtiéndola en la capital del Reino. Uno de los principales motivos que se vinculan a dicha resolución es la evidente centralidad geográfica con respecto al resto de la península. Y aunque por un breve periodo de tiempo (1601-1606) se trasladó a Valladolid, Madrid comenzó entonces su crecimiento hasta convertirse en lo que hoy es.

Sin embargo, y pese a la centralidad de siglos pasados, Madrid solo ha liderado el crecimiento económico y la creación de empleo en España en los últimos años. Hoy, es la primera economía del país. En 2019 la cifra del PIB fue de 240.130 millones de euros. El PIB per cápita de Madrid fue de 35.913 euros (el de 2018 que fue de 35.091 euros). En total, supone el 19,3% del PIB nacional. 

Algunos otros datos avalan ese fuerte, pero reciente, impulso económico. La Comunidad de Madrid subraya que recaudó por grandes impuestos (IRPF, IVA e impuestos especiales) 84.431 millones de euros en 2018. No obstante, el actual sistema de financiación autonómica dispone de unos mecanismos (porcentajes de cesión e indicadores de reparto y de consumo) que hacen que la Comunidad solo reciba 19.110 millones del total de esa cifra.

Es decir, 65.000 millones de euros se van a financiar otras administraciones y la comunidad madrileña solo recibe el 22,6% de lo que recauda.

Otro aspecto sobre el que se incide desde el Gobierno madrileño es que el hecho de que se encuentren las sedes de las grandes empresas no genera mayores ingresos a las arcas regionales porque las empresas tributan por el Impuesto sobre Sociedades (que corresponde en su totalidad al Estado). 

La Comunidad de Madrid solo recibe el 22,6 % de lo que recauda

Además, aunque estas empresas hagan su declaración y presenten sus retenciones en la capital, solo se repercute por IRPF a la Comunidad de Madrid lo correspondiente a la gente que vive en la región. El que las empresas presenten sus declaraciones de IVA en la región tampoco supone mayor beneficio a nivel de ingresos, ya que por IVA se recibe exclusivamente lo que corresponda según los indicadores de reparto y de consumo establecidos en el sistema de financiación autonómico).

Asfixia a Madrid

En esta coyuntura, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha redoblado su presión hacia Madrid abriendo el debate sobre el traslado de sedes institucionales a otros lugares de España. El debate no es nuevo, pero llega tras el intento de promover una «armonización fiscal», es decir, una subida de impuestos a los madrileños a instancias del secesionismo catalán. Fue ERC quien echó leña al fuego y quien impulsó las acusaciones de «dumping» fiscal, recogidas también por el presidente valenciano, Ximo Puig. Esta estrategia apunta directamente conta el corazón de la política económica liberalizadora que lleva a cabo Isabel Díaz Ayuso en Madrid. 

El apoyo de Sánchez a sus socios secesionistas han abierto otras polémicas que han reforzado la estrategia de acoso a Madrid. Cataluña recibirá en inversiones ferroviarias 707 millones frente a los 96 previstos para Madrid, según denunció el  propio consejero de Transportes, David Pérez. La aportación de la Administración central al Consorcio regional crece apenaas un 0,19 en cinco años frente al 28% de media en el resto de España.

Destrozar Madrid es destrozar EspañaIsabel Díaz Ayuso, presidenta madrileña

Estos agravios han llevado a Díaz Ayuso a denunciar que la izquierda quiera descapitalizar la región «buscando votos en otros territorios» y ha avisado que «destrozar Madrid es destrozar España». Por su parte, el pasado lunes la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, indicó que la propuesta del Gobierno de llevar a distintos puntos del país instituciones y organismos del Estado que tienen sede en Madrid es algo «deseado por la gran mayoría de españoles» y rechazó que suponga un ataque contra Madrid.

Estados Unidos y Alemania

Desde Madrid se utiliza otro argumento para negar el «efecto capitalidad». Ser la capital de un Estado no garantiza mayores niveles de renta per cápita que en otras regiones o ciudades de ese mismo país. En Estados Unidos, ciudades como Nueva York, Chicago, Los Ángeles o Houston tienen mayor renta per cápita que Washington. En Alemania, Colonia, Frankfort, Múnich o Hamburgo sobrepasan en prosperidad a Berlín. «Es curioso que cuando Madrid despega económicamente, el gobierno Frankenstein se acuerda de la capitalidad. El castigo a Madrid es solo una cuestión política, el efecto capitalidad es solo la excusa», responden desde Sol a Moncloa. En breve habrá, sin duda, nuevos capítulos de este culebrón ideado desde el Ejecutivo.