El frente autonómico de Feijóo rompe la paz del Congreso del PSOE

Unidad, unidad y unidad. Esta ha sido la obsesión de Pedro Sánchez de cara al 40º Congreso Federal que el partido está celebrando en Valencia. Sin embargo, y pese a las intenciones del líder socialista, la reunión sobre financiación autonómica convocada por el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha desestabilizado la paz entre los socialistas.

El pasado miércoles, el líder del PP gallego anunció la cumbre durante el primer debate sobre el estado de Galicia. Feijóo abogó por un frente común en el que la pertenencia a los partidos sea secundaria y se priorizase la lucha por un sistema de financiación autonómico que no sólo beneficie a Cataluña.

La invitación incumbe a tres partidos: Partido Popular, PSOE y el Partido Regionalista de Cantabria. El ofrecimiento llegó en mal momento para el partido de Sánchez que había sembrado la semilla de la unidad durante las últimas semanas y que tenía enfrente la celebración de su encuentro. A pesar de que el ambiente del Congreso socialista es calmado y cordial, la reunión que tendrá lugar el próximo 2 de noviembre se ha convertido en un punto de discordia.

Por el momento, los presidentes socialistas no han confirmado su asistencia a la reunión. «No es la ocasión ni el lugar para decidir sobre la financiación. Ahora es importante que vayamos todos a una», aseguran. Aunque los líderes socialistas evitan el sí rotundo, tampoco dicen que no irán. En el ambiente se respira la intención de acudir a la cita pero se teme que la reacción desde Ferraz no será buena. Aún así, la puerta sigue abierta.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no está dispuesta a ser la mala de la película y su entorno asegura que desde el ministerio no se va a hacer ninguna prohibición. Sin embargo, el partido no ve con buenos ojos que sus líderes regionales se aúnen con el presidente popular gallego para criticar las decisiones que se toman desde Moncloa para el reparto de la financiación. «No es el momento de crear bandos », recalcan.

Aunque la formación socialista evite tratar el espinoso asunto durante el Congreso Federal, Sánchez tendrá que tomar una decisión sobre si debe, o no, pedir a sus barones que no acudan. Además, tendrá que hacerlo, cómo máximo, la próxima semana, ya que apenas quedan quince días para el cónclave de Feijóo.

Según fuentes socialistas, lo más probable es que los presidentes Emiliano García-Page, Javier Lambán y Adrián Barbón sí acudan a la cita. O al menos esa es la intención de los líderes de Castilla-La Mancha, Aragón y Asturias.

Ahora toca a Sánchez calmar los ánimos y reunirse con sus barones para escuchar sus propuestas, e intentar que desistan y declaren su negativa al ofrecimiento de Feijóo. Pero algunos de los presidentes autonómicos no pretenden dar su brazo a torcer, ni siquiera por el partido.

Un Congreso para todos

El punto de tensión provocado por la reunión territorial sobre financiación se ha convertido en el mayor temor de Sánchez que se ha esforzado en convertir el Congreso en un símbolo de unidad tras la guerra interna que se vivió en el último, en el año 2017.

El secretario general ha confeccionado el encuentro en Valencia para cerrar fisuras. Sánchez llegó a retrasar la cita –que tendría que haberse celebrado en verano– para que el acto se pudiese realizar de manera presencial y representar literalmente un abrazo entre miembros. El expresidente del Gobierno Felipe González se subirá al escenario de la Feria de Valencia para poner un punto y final a las desavenencias con Sánchez, al que no dudó en criticar públicamente por su gestión como presidente.

Ahora, Sánchez tendrá que gestionar una nueva revuelta y decidir cómo afrontará el malestar de sus barones con el reparto de los fondos públicos.