Exteriores trata de rebatir las críticas de EE.UU. por su política sobre Nicaragua, Venezuela y Cuba

El pasado 6 de octubre, varios senadores demócratas de Estados Unidos, incluyendo al influyente presidente del Comité de Exteriores, Bob Menéndez, criticaron al Ejecutivo de Pedro Sánchez por adoptar «puntos de vista que están fuera de la democracia» en su política latinoamericana. El demócrata Chris Murphy se mostró especialmente molesto por la negativa de Sánchez de firmar la declaración de Estados Unidos contra el Gobierno de Cuba durante las protestas de julio en la isla. Tim Kaine, también demócrata, cuestionó el rol que España está desempeñando en América Latina.

La andanada demócrata contra la política exterior de Sánchez se completó con una dura crítica por parte de Julissa Reynoso, la futura embajadora de EE.UU. en España, que lamentó la «deslucida» política de España hacia Cuba y Venezuela. En este contexto, el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, ha tratado de rebatir la enmienda a la totalidad lanzada desde Estados Unidos a la estrategia sanchista en países como Nicaragua, Venezuela y Cuba. Albares ha reivindicado la labor del Gobierno para defender la democracia y los Derechos Humanos en estos países.

Albares ha optado por descalificar a los políticos demócratas, a quienes no considera cualificados: «Son críticas injustas y muy poco informadas», ha lamentado. Según el ministro, dichas críticas «no responden al buen diálogo» que él mismo mantiene con el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, con quien ha tenido ocasión de hablar de la región. Asegura en este sentido que ambos hablan sobre cómo trabajar juntos para el desarrollo de estos países.

El desafío

«Desafío a quien quiera a ver si hay algún gobierno que haga tanto como esta haciendo España por los Derechos Humanos y la democracia en América Latina», ha aseverado Albares durante el desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, recordando que tras su llegada a Exteriores ha recuperado la Secretaría de Estado para Iberoamérica.

«No debemos reducir América Latina a tres países», ha defendido, aunque «sé que hay gente a la que le gusta» hacerlo y que «muchas veces lo hace por consumo interno, para obtener réditos en España sin preocuparse de lo que realmente le pase a los pueblos hermanos» de esta región, ha añadido, en aparente referencia a la oposición, a la que no ha mencionado en ningún momento de su intervención.

Tras recalcar que «la verdad es muy tozuda», el jefe de la diplomacia ha repasado la situación en los tres países mencionados y la actuación que ha tenido el Gobierno español al respecto.

En el caso de Nicaragua, «España es el país del mundo que está alzando la voz con más fuerza», ha reivindicado Albares, recordando que de hecho el pasado mes de agosto se llamó a consultas a la embajadora en Managua y que se ha dicho claramente que «no se dan las condiciones mínimas para que haya elecciones democráticas» el 7 de noviembre tras el arresto de varios precandidatos opositores.

Por lo que se refiere a Venezuela, el ministro ha sostenido que «España ha ido muy lejos» y ha recordado que el líder opositor Leopoldo López estuvo durante meses refugiado en la Embajada española en Caracas, «con este Gobierno, no con otro», y ahora él y su familia están en España.

Por último, respecto a Cuba, ha defendido que España es el «único país del mundo», al igual que la UE, que en su diálogo político con la isla incluye los Derechos Humanos, algo que introdujo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su visita de noviembre de 2018.