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El líder de Vox en el Parlamento de Cataluña, Ignacio GarrigaEuropa Press

Vox exige a los rectores de las universidades catalanas que defiendan la libertad de cátedra de sus profesores

También ha enviado un escrito a Fiscalía para que determine si hay algún delito en el cuestionario de Plataforma per la Llengua para denunciar a docentes

Vox enviará una carta a los rectores de todas las universidades catalanas en la que les piden que «planten cara» a Plataforma per la Llengua, que sean «valientes» y que protejan la libertad de cátedra de los profesores. Todo ello, a raíz de la polémica campaña impulsada por esta entidad independentista, junto con dos sindicatos de estudiantes, que incluye una página web para denunciar a aquellos profesores que cambien de lengua durante las clases. Y especialmente si se pasan del catalán al castellano. Para el portavoz del grupo parlamentario de Vox, Juan Garriga, los rectores tienen que «defender» a sus trabajadores, en este caso los profesores, de «esta organización mafiosa» que lo único que pretende, dice, es «extorsionar».

En concreto, en la carta se pide que se respete el principio de «neutralidad ideológica» y se recuerda que la campaña de Plataforma per la Llengua «atenta contra el espíritu abierto, crítico, constructivo y tolerante que constituye la esencia de la Universidad», además de ser «una soez vulneración de la libertad de cátedra y el principio de autonomía universitaria». Carta que va firmada por el líder del grupo de Vox en el Parlament, Ignacio Garriga.

Pero además de la carta, Vox ha presentado un escrito a la Fiscalía para que determine si hay delitos en la campaña de Plataforma. «Si hay delito de extorsión o de odio contra estos profesores que imparten libremente sus clases en español», según precisaba Juan Garriga. El partido también va a hacer una consulta a la Agencia de Protección de Datos por si el cuestionario que se tiene que rellenar para proceder a la denuncia de profesores «puede contener alguna información en particular que perjudique a los docentes».

Y es que para Garriga esta campaña «liberticida» es lo contrario a lo que tiene que ser la universidad catalana, «abierta a una comunidad de más de 500 millones de personas». Pero con este tipo de prácticas, añadía, «no conseguiremos recuperar esa Cataluña abierta al mundo y que recibe talento internacional».