Cuixart llama a la desobediencia civil cuatro meses después de ser indultado

El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, propone una nueva fase al independentismo que pasa por la celebración de un nuevo referéndum, sin especificar si debe ser unilateral o bien acordado, y mantener la estrategia de confrontación con el Estado a través de estrategias de «lucha no violenta». Llevar a cabo la desobediencia, en definitiva. Es la hoja de ruta de Cuixart que plasma en su libro «Aprendizajes y una propuesta», que hoy mismo llega a las librerías. Y todo ello, cuando han pasado sólo cuatro meses desde que los políticos independentistas fueron indultados.

El presidente de Òmnium Cultural cree que hay que impulsar un nuevo referéndum «cuanto antes y sin más adjetivos, le complazca o no al Estado». Esto es, añade, el «Lo volveremos a hacer: votar tantas veces como sea necesario». Y habla de un referéndum, sin más, sin etiquetas, porque considera que es lo que genera «más consensos» entre la sociedad.

Pero además, y de forma paralela, Cuixart defiende que hay que dar un «paso adelante» en el camino que ya se abrió el 1 de octubre y «subir un escalón», y es aquí donde apunta a esta nueva estrategia «no-violenta, la estructuración y el empoderamiento de un movimiento consistente de desobediencia civil». 

La prisión no es un límite

Eso sí, avisa que este camino no será fácil y «requerirá tiempo», por eso dice que la estrategia tiene que ser organizada y «cada vez más extensa y decidida», a diferencia de lo que pasó hace cuatro años, cuando «no había propuesta estructurada de huelgas, de boicots, de no cooperación con el Estado, de desobediencia civil y de intervención no violenta». 

También deja claro que si no se está dispuesto a pagar las consecuencias de estos actos, no es necesario dedicar «más tiempo». Y cree que la prisión no puede ser un límite si se quiere avanzar.

«Lo volveremos a hacer»

Estas son algunas de las cuestiones que recoge en su libro, que es un compendio de vivencias personales y también de reflexiones políticas. Cuixart reconoce que una de las cuestiones de las que se arrepiente es de haber renegado de la unilateralidad durante su primera declaración ante el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, en la que reconoció que la única solución al conflicto era un referéndum pactado. 

El dirigente independentista recuerda que el juez Llarena le preguntó: «¿Y si el Estado no pacta? A lo que el respondió: 'Pues no hay referéndum'». «'Fue un duro golpe. Sentía que traicionaba mis ideales'», precisa. Por este motivo, y ya durante el juicio a los líderes del «procés», Cuixart sí pronunció ante el juez Manuel Marchena la famosa frase del «Ho tornarem a fer».