El magistrado Fonseca niega a Delgado su «idoneidad» como Fiscal General

«Es indudable que para el desempeño del cargo de fiscal general del Estado la idoneidad debe entenderse referida a la aptitud, adecuación, capacidad que alguien tiene para un fin determinado, que en este caso es el desempeño imparcial del cargo de fiscal general del Estado», ha recogido el magistrado del Supremo  Antonio Jesús Fonseca en un voto particular en el que se ha desmarcado de la sentencia en la que la mayoría de los miembros de su Sección del Alto Tribunal han ratificado la designación de Dolores Delgado como titular del Ministerio Público, frente a los recursos planteados por PP y Vox.

Fonseca no sólo ha discrepado abiertamente en la falta de legitimación activa de ambas formaciones para impugnar el polémico nombramiento, en la que la Sala Tercera se ha escudado para evitar entrar en el fondo del asunto, sino que ha sostenido que, además, Delgado no cumple la condición de «idoneidad» para ocupar el cargo.

«La falta de imparcialidad, como premisa determinante de la idoneidad, se nos plantea por el hecho de que la persona nombrada fue propuesta inmediatamente después de haber desempeñado, sin solución de continuidad, concretas funciones políticas, ejecutivas y parlamentarias en el ámbito de otros poderes del Estado», los de ministra y diputada, reza el voto del magistrado. 

No en vano, a juicio de Fonseca, la propuesta de Delgado se planteó antes incluso de que la socialista renunciara a su escaño en el Congreso de los Diputados, por lo que se produjo siendo todavía «una persona integrada funcionalmente en una concreta formación política», esto es el PSOE que, además, es el partido de Gobierno y, por tanto, el encargado de presentar su nombre para liderar la institución Fiscal. Motivo más que suficiente para que el Supremo hubiese anulado su designación. 

El nombramiento «no solo no es conveniente, sino que resulta contrario a la finalidad de mantenimiento de la apariencia de imparcialidad que persigue el legislador» para el máximo cargo encargado de la defensa de la legalidad en nuestro país. 

«Esta conclusión se alcanza sin necesidad de reparar y analizar detenidamente las diferentes actuaciones o manifestaciones realizadas por la persona propuesta durante el ejercicio de las funciones gubernativas y parlamentarias inmediatamente anteriores a las funciones de fiscal general del Estado, que son válidamente denunciadas como claramente partidistas y que denotan un claro posicionamiento político ante la ciudadanía que, como ya he advertido antes, puede tener una clara incidencia negativa en la pérdida de confianza» ha subrayado el magistrado. 

Al voto particular de Fonseca se ha unido un segundo magistrado, José Luis Requero, quien también se ha distanciado de la mayoría de sus compañeros pero, en este caso, sólo para apostillar que tanto PP como Vox sí tenían legitimación, y por lo tanto un interés directo, para recurrir el nombramiento de Delgado como Fiscal General. 

Por el contrario, la tesis de Requero, una vez analizado el trámite de la designación ha defendido que no se produjo ninguna  irregularidad en el trámite por el que Delgado accedió al cargo.