Los hitos de los siete años de reinado de Felipe VI

La ejemplaridad y la continuidad de su papel moderador eran los retos que en junio de 2014 se asignaron a Don Felipe, tras la abdicación de su padre. Durante sus primeros años de reinado ha lidiado con notables acontecimientos políticos y sociales tanto en clave nacional como internacional. Un vasto abanico de obstáculos desplegado durante estos últimos siete años, para quien fue llamado a ser un monarca del siglo XXI.

Fue un 19 de junio de 2014 cuando se hizo efectiva la abdicación del Rey Juan Carlos I. Esta séptima abdicación en la Historia de la monarquía española llevó a la proclamación del nuevo Rey mediante acto solemne en el Congreso de los Diputados. Tras ser proclamado, saludó a los españoles desde el balcón de la madrileña Plaza de Oriente, acompañado de la ya Reina Letizia y del resto de la Familia Real.

Felipe VI asumía así el trono de España, una responsabilidad para la que se había preparado durante toda su vida y cuyas funciones ya había desempeñado de facto los meses inmediatamente anteriores. Este momento significó para la sociedad española la renovación de una Monarquía que volvía a comprometerse con la Democracia. Unos días después de ser proclamado Rey, Don Felipe y Doña Letizia fueron recibidos por el Papa Francisco en El Vaticano. Toda una muestra de compromiso de la Familia Real con la Iglesia católica al elegir este viaje como el primero de la institución.

Referéndum ilegal catalán

En su defensa incondicional de los valores democráticos, Felipe VI dio en 2017 un paso al frente tras la celebración del referéndum ilegal en Cataluña que calificó de «inaceptable intento de apropiación de las instituciones históricas». 

El jefe del Estado hizo un llamamiento de «responsabilidad» a los «legítimos poderes del Estado» para que aseguraran «el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de Derecho y el autogobierno de Cataluña» que, como apuntó el Monarca, están basados «en la Constitución y en su Estatuto de Autonomía». La desazón de la población catalana recibió apoyo de un Rey que les trasladó literalmente: «Les digo que no están solos, ni lo estarán». 

Unas palabras de compromiso que resultaron claves y necesarias para «la unidad y la permanencia de España» en circunstancias de inestabilidad política.

Manifestación contra el terrorismo

Felipe VI es un monarca de primeras veces. El Rey acudió a la manifestación contra el terrorismo celebrada en agosto de 2017, con motivo de los atentados sucedidos en Barcelona y Cambrils. Desde la visión más política, como jefe de Estado ha cumplido religiosamente con los deberes que directamente le atribuye la Carta Magna. Véanse las hasta ocho rondas de consultas que ha realizado en tan solo siete años, frente a las diez que Don Juan Carlos afrontó en 39 años. Un acto simbólico de la monarquía parlamentaria que Don Felipe protagonizó en cinco ocasiones en 2016 y las otras tres, en apenas siete meses en 2019. Frente a la fragmentación parlamentaria, Felipe VI se erigió con fuerza como símbolo de unidad. Fueron muchas las voces que cuestionaron si el Rey debía limitarse a escuchar o si se pudiera plantear su intercesión para impedir los bloqueos políticos. Sea como fuere, el jefe del Estado empapó de tranquilidad los momentos más tensos de la política reciente española.

Diplomacia internacional

Si ya como Príncipe de Asturias, Don Felipe realizó casi 200 visitas oficiales a 60 países diferentes, en siete años de reinado su agenda ha sido marcadamente apretada, con más de 60 viajes oficiales al extranjero hasta fecha presente. De hecho, su papel diplomático está consagrado por la Constitución cuando el texto legal le otorga «la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales». 

La buena sintonía con líderes de uno y otro signo político es manifiesta y así, por ejemplo, el Rey fue recibido en 2015 por Barack y Michelle Obama y tres años después por Donald y Melania Trump. Otros hitos destacables fueron su discurso en 2016 ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, o el primer viaje del jefe del Estado a Cuba en 2019, en el que defendió la democracia y los derechos humanos en La Habana y se reunió con el expresidente cubano Raúl Castro.

Las buenas relaciones del Rey con líderes políticos internaciones se ha replicado con otras monarquías. Un ejemplo de dicha sintonía se materializó por ejemplo durante la visita de los monarcas españoles en 2017 a Reino Unido, cuando la Reina Isabel II concedió a Felipe VI el ingreso en la Orden de la Jarretera. Esta se configura como la orden de caballería más importante y antigua del Reino Unido, fundada en 1448 por Eduardo III. De hecho, durante la misma investidura del Rey, este honor también fue recibido por Guillermo de Holanda.

Apoyo a la Heredera de la Corona

Desde que con 13 años Doña Leonor pronunció su primer discurso enunciando el artículo I de la Carta Magna en el Instituto Cervantes, Don Felipe no ha dejado de apoyar públicamente a su primogénita. Especialmente emocionado se mostró el Rey en enero de 2018, cuando impuso a su hija la insignia del Toisón de Oro. La máxima condecoración española que, con motivo de su 50 cumpleaños, Don Felipe otorgó a su hija en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid. Un compromiso con la Heredera firme y paternal, como cuando estrechó la mano de Doña Leonor tras el discurso de la joven en los Premios Princesa de Asturias, celebrados hace apenas unas semanas en Oviedo.

Al tiempo que Don Felipe ha afrontado momentos de indudable inestabilidad política, así también ha protegido la reputación de la Corona. En este sentido, Felipe VI ha reducido los miembros de la Familia Real en un acto de transparencia y honestidad de la institución que encarna. De hecho, desde su proclamación como Rey, ha definido y regulado el ámbito y la naturaleza de las actividades de los miembros de su familia bajo unos criterios de actuación ejemplar. De hecho, en aras de esa ejemplaridad, Don Felipe se redujo el sueldo, prohibió que los miembros de la Familia Real trabajen para empresas o entidades privadas, o que acepten regalos y favores. Motu proprio, el Rey ha sometido las cuentas de la Casa de S.M. el Rey a una auditoria externa y publica con asiduidad en su página web sus retribuciones, presupuestos y contratos.

La Seguridad del Estado

Como «mando supremo de las Fuerzas Armadas», tal y como reza la Constitución, el compromiso del Rey con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es incuestionable. 

Una muestra de respeto hacia los cuerpos que protegen a la ciudadanía que no solo se ensalza en el institucional acto de la Fiesta Nacional. De hecho, ha sido el primer jefe del Estado en reunirse con la Junta de Gobierno de la Policía Nacional, la cual presidió hace apenas unos días en Madrid. 

La dureza de la crisis sanitaria

La pandemia provocada por el Covid-19 ha supuesto el más reciente desafío al reinado de Felipe VI. Quizás la más terrible crisis sanitaria, social y económica desde la gripe española de 1918, reto al que se enfrentó su bisabuelo Alfonso XIII. Si bien la responsabilidad recayó directamente en el Gobierno, Don Felipe no se quedó al margen de la situación y ofreció dos discursos de calado a la ciudadanía española. El primero, a los tres días de decretarse el estado de alarma, cuando el Rey llamó a los españoles a «dar ejemplo» de «responsabilidad, sentido del deber, civismo y humanidad, entrega y esfuerzo» pero, sobre todo de «solidaridad». Cuatro meses después, en el homenaje civil de Estado realizado en el Palacio Real, cuando las cifras oficiales sumaban más de 28.400 decesos, Felipe VI llamó al «respeto y entendimiento» y a la unión para poder salir de la crisis provocada por esta enfermedad, para «mirar hacia el futuro con confianza y con esperanza».

Un compromiso para salir de la crisis generada por el Covid-19 que el monarca ha enarbolado en todos sus actos, así como en los recientes Premios Princesa de Asturias. No solo con su ferviente aplauso a los investigadores de la vacuna premiados, sino también con sus palabras de esperanza: «Rendirse no es una opción», «desfallecer o conformarse no es una alternativa», sentenció el monarca.

Especial compromiso con La Palma

En su todavía joven reinado, Don Felipe no sólo ha afrontado crisis sanitarias o económicas, sino también medioambientales. La reciente y aún activa erupción del volcán de la isla canaria de La Palma ha recibido todas las miradas y apoyos de las instituciones españolas. Desde el primer momento, los Reyes han querido estar cerca de la catástrofe natural y por ello, han visitado a los ciudadanos allí residentes y han expresado su deseo de regresar próximamente. El Rey ya transmitió en persona a los afectados por la erupción que «no van a faltar ayudas», para que los palmeros recuperen sus vidas y puedan volver a la normalidad en la isla.

Felipe VI suma a sus espaldas siete años de reinado, en los que ha afrontado una larga lista de acontecimientos frente a los que ha actuado tanto por mandato constitucional como por su compromiso con el Estado social y democrático de Derecho. Una defensa de valores como la Libertad, la Justicia independiente o la prensa libre que no sólo ha propugnado con la entrega de galardones a personajes de muy diverso color político a través de la Fundación Princesa de Asturias, sino también con su defensa sin fisuras en momentos claves de la Historia reciente española.