¿Qué están comiendo los líderes en la cumbre del clima de Glasgow?

Los líderes que participan en la cumbre del clima celebrada en Glasgow comerán lentejas, espinacas y ensalada. Sin embargo, y a pesar de la polémica respecto al consumo de carne, los participantes disfrutarán también de platos como hamburguesa de ternera, pollo y albóndigas de pavo.

La ganadería está en el punto de mira de los ecologistas. Según distintos estudios, la producción de carne contribuye a unos niveles más altos de contaminación y, por ello, los gobiernos han comenzado una ofensiva dirigida a reducir su consumo.

Pero a los líderes del COP26 les gusta la carne. El Debate ha tenido acceso al menú del que disfrutarán en la denominada como «Zona azul», aquella destinada a los líderes mundiales.

Distribuidos en tres, los menús elegidos han sido los siguientes. En el primero hay disponibles tres sopas: una de cebada escocesa, otra de tomillo y zanahoria y otra de puerro y patata. Junto a estos primeros se servirán como segundos una ensalada de espinacas y coliflor, salmón ahumado y ensalada de pollo. En el segundo aparecen platos como una lasaña de calabaza, pasta vegetal y albóndigas de pavo braseado. El tercero y último cuenta con el típico plato escocés y británico fish and chips (pescado con patatas), una tempura de brócoli y una hamburguesa de ternera. Eso sí, de carne escocesa.

La tradición del país que ha acogido la cumbre es en gran medida ganadera. La carne de Escocia y también el salmón son famosos por su calidad y su exportación al extranjero. De hecho, el encuentro ha evitado tratar el asunto de la comida de carne que se hablará de manera puntual en algunos de los encuentros pero que no dispone de un espacio concreto como sí lo hacen asuntos como el transporte o las finanzas. Este aspecto ha sido criticado por organizaciones ecologistas, que consideran el consumo de carne como uno de los grandes problemas actuales.

Huella de carbono

Lo que sí han detallado en los platos de los que disfrutarán los líderes que acudan al COP26 ha sido la huella de carbono. En cada menú aparece junto a la descripción de los alimentos la afectación que éstos han producido sobre el medio ambiente.

Por ejemplo, la tempura de brócoli supone únicamente un 0,8 kg de Co2 mientras que la hamburguesa de ternera escocesa alcanza los 3,3. De esa manera, se pretende concienciar de estos datos a los asistentes a los que no se les ha prohibido el consumo de carne durante el evento.

Garzón sí lo criticó

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, sí que instó a los españoles a reducir el consumo de carne: «¿Qué pensaríais si os dijera que el consumo excesivo de carne perjudica a nuestra salud individual y a nuestro planeta», difundió a través de un vídeo de su ministerio.

«El 14,5 % de las emisiones de gases de efecto invernadero proviene de la ganadería, especialmente de las macrogranjas, mientras que para que tengamos 1 kilo de carne de vaca se requieren 15.000 litros de agua», publicó en su cuenta de Twitter, levantando una gran polémica.