Cataluña
Contundente carta de 200 profesores universitarios a los rectores por someterse al «nacionalcatalanismo»
En la misiva denuncian que «están siendo lesionadas la libertad ideológica y de expresión» de docentes y alumnos
Bajo el título «Las libertades en la universidad catalana», 200 profesores que forman parte de la asociación Universitarios por la Convivencia, han enviado una carta abierta a los rectores de las universidades catalanas y a la ACUP (Asociación catalana de Universidades públicas), en la que les acusan de permitir que se «lesione la libertad ideológica y de expresión de profesores y de alumnos», de callar ante determinadas agresiones en la universidad y de sometimiento al «nacionalcatalanismo».
Es una carta muy dura, en la que los profesores recuerdan que hay tres universidades, la UB, la UPF y la UOC que han sido condenadas por no mantener el principio de «neutralidad ideológica de las instituciones», un principio «innegociable en cualquier democracia», y por este motivo piden a los rectores y a los claustros que «se abandone la práctica de apoyar institucionalmente las ideas de unos en detrimento de las de otros» y de asumir, por lo tanto, las «posiciones ideológicas que sólo son de algunos».
En este sentido, recuerdan la agresión que sufrieron algunos de los estudiantes que formen parte de la asociación «S'ha Acabat», en el campus de la UAB y lamentan el silencio de la ACUP «sea por miedo o sea por connivencia con quienes hacen del acoso verbal y la violencia física sus instrumentos de participación». Un silencio que estos profesores consideran «inaceptable, por cobarde y por cómplice». Y lamentan que se permita que «ciertos sectores del movimiento estudiantil» intenten monopolizar el espacio público universitario «expulsando de él a todos los que piensan de otro modo».
En la carta, se hace un paralelismo entre la dictadura franquista y la situación actual en Cataluña. Se recuerda que durante al dictadura se «intentó poner a todas las universidades españolas al servicio de la causa del nacionalcatolicismo, y no fueron sus rectores quienes lo impidieron, sino que se prestaron a garantizar la sumisión de la universidad al poder». Y ahora, apuntan en el texto «en Cataluña, el poder aspira a un semejante atropello, el de convertir a la entera universidad catalana en un eslabón más de la cadena con el que pueda someter a toda la sociedad a la causa del nacionalcatalanismo». Y concluyen que el precio a pagar «es el de sacrificar las libertades públicas de los que discrepan de esa causa».
Persecución del castellano
Un capítulo específico merece la persecución del castellano en las universidades. Consideran que la libertad lingüística también está amenazada y acusan a los rectores de crear un problema donde no lo había. En la carta, se dice: «en el nombre de los principios de transparencia y seguridad lingüística, se fomenta la delación y la investigación, en definitiva, la intimidación de quienes se atreven a usar en clase, siquiera sea puntualmente y en atención a sus alumnos, una lengua distinta de la anunciada».
Además, los profesores recuerdan que las leyes «dan a los estudiantes y profesores universitarios el derecho a expresarnos en la lengua oficial de nuestra elección», que la mayoría de los alumnos utilizan con soltura catalán y castellano o que «la lengua mayoritaria de los catalanes es el castellano». Y acusan a los rectores de falta de transparencia por haberse adherido a la iniciativa de un «Moviment estudiantil», que dicen, «no se sabe muy bien a quién representa», y que pretende que el 80% de las clases se hagan en catalán.
También recuerdan que las universidades catalanas gozan de un gran prestigio internacional, pero advierten que mantener esta valoración «tan positiva depende de que seamos capaces de mantener su carácter abierto y plural, del que también han de participar nuestros usos lingüísticos».