Las dos Españas: Sánchez ceba al independentismo mientras ocho presidentes dicen «basta»

Una España cebada; otra malnutrida. Las dos Españas quedaron retratadas este miércoles en Madrid y Santiago de Compostela, a 600 kilómetros una de otra.

Mientras ERC y Bildu se felicitaban en el Congreso –en una rueda de prensa conjunta– por las dádivas del Gobierno, en Galicia ocho presidentes regionales de tres partidos distintos suscribían un manifiesto en estos términos:

«La solidaridad debe preservarse en las decisiones gubernamentales para garantizar en todo momento los mismos derechos a todos los ciudadanos, con independencia de su condición y del lugar en el que vivan».

En el texto estaba estampada la firma de cinco presidentes regionales del PSOE: Javier Lambán, Guillermo Fernández Vara, Emiliano García Page, Adrián Barbón y Concha Andreu. También las de Alberto Núñez Feijóo, Alfonso Fernández Mañueco y Miguel Ángel Revilla.

El Gobierno huyó de las comparaciones entre ambas imágenes. Su portavoz, Isabel Rodríguez, proclamó su «absoluto compromiso» para que las comunidades autónomas, todas ellas, dispongan de los recursos suficientes para prestar los servicios básicos.

E incluso las emplazó a que lleguen a un «consenso previo» antes de sentarse con el Ejecutivo central y con el resto de comunidades a debatir un nuevo modelo de financiación que sustituya al actual, caduco desde 2014. Para el que aún no hay calendario ni plazos, según reconocen desde el Ministerio de Política Territorial a El Debate.

Galicia, Asturias, Cantabria, La Rioja, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura y Aragón tienen que unir fuerzas en una cumbre de presidentes –que no de siglas políticas– para reclamar las atenciones de Sánchez. Mientras, el País Vasco se rige por sus propias reglas y Cataluña presume de negociar de tú a tú y de igual a igual con el Gobierno de España.

Ocho regiones que representan a la cuarta parte de la población española, pero al 60 % del territorio diciendo «basta». Frente a 18 diputados independentistas catalanes y vascos, los de ERC y Bildu, celebrando que el presidente solo tenga ojos para ellos.

«La ventana de oportunidad que abrimos hace dos años puede continuar abierta», señaló Gabriel Rufián en una rueda de prensa con la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua.

En La Moncloa saben que la foto de Sánchez del brazo de Junqueras y Otegi, renovando sus votos presupuestarios con ambos como si fueran matrimoniales, sigue sin ser muy estética. Por eso el Gobierno está tratando de diluir esa imagen en una más amplia. 

Para La Moncloa éste no es un acuerdo del Gobierno con ERC y Bildu sino uno entre once partidos

El argumentario es que éste no es un acuerdo de Presupuestos de Sánchez con Bildu y ERC, sino uno alcanzado entre once partidos distintos, como se encargaron de recalcar fuentes gubernamentales a este periódico. También la portavoz, en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, remachó: «Celebramos que los Presupuestos van a contar con una mayoría parlamentaria». Sin querer entrar a valorar la sociedad creada entre Sánchez, Otegi y Junqueras.

El Ejecutivo va camino de cerrar el mismo bloque que hace un año, sustentado en 188 (uno menos que en 2021 pero porque Unidas Podemos ha renunciado a ocupar el escaño que dejó Alberto Rodríguez y que le corresponde): PSOE, Unidas Podemos, ERC, PDeCAT, Bildu, PNV, Más País, Compromís, PRC, Nueva Canarias y Teruel Existe.

El diputado de este último, Tomás Guitarte, votó sí el año pasado y esta vez se está haciendo de rogar en anunciar su decisión. En cualquier caso la sorpresa sería que no votara favorablemente, puesto que la semana pasada pactó con el Ministerio de Hacienda un ramillete de enmiendas por valor de 17 millones de euros.

Revilla es el único que tiene el don de la ubicuidad. Por una parte, él mismo estuvo este martes en Santiago de Compostela quejándose de que comunidades como la suya «no cambiamos el rumbo de las cosas» con esta reflexión: «Los políticos están muy condicionados por los votos, y los votos están en los lugares donde vive mucha gente. En Cantabria votan 320.000». Por la otra parte, su partido, el PRC, fue de los primeros en anunciar su apoyo a las cuentas de María Jesús Montero tras conseguir la licitación del tramo ferroviario Renedo-Guarnizo y la redacción del proyecto de la carretera Potes-Vega de Liébana.

El peligro de avivar la España vaciada

Al Gobierno, además, no le conviene avivar la España vaciada, un movimiento en plena efervescencia que se ha levantado en armas electorales contra el «maltrato» de la España rural y la distinción entre ciudadanos de primera y segunda. De las 29 circunscripciones en las que la plataforma quiere presentarse a las elecciones generales, 23 están enclavadas en alguna de las ocho comunidades presentes este martes en la cumbre de Santiago.

En concreto Albacete, Badajoz, Cáceres, Cantabria, Ciudad Real, Guadalajara, León, Segovia, Zamora, Ávila, Salamanca, Toledo, Valladolid, Zaragoza, Cuenca, Orense, Burgos, Huesca, Rioja, Lugo, Palencia, Soria y la propia Teruel.