Soberanía
España finalmente protesta a Marruecos por la instalación de una piscifactoría en las islas Chafarinas
Meses después de conocer los hechos de mano de la Armada, Exteriores envía una nota verbal de protesta al país magrebí y anuncia que sancionará a una empresa catalana por llevar a cabo los trabajos
El Ministerio de Exteriores ha enviado una nota verbal de protesta a Marruecos por la instalación de una piscifactoría en aguas de las islas Chafarinas, de soberanía española, sin contar con los permisos necesarios para dicha actividad, han informado este miércoles fuentes del Ministerio, según recoge Efe.
Además, el Gobierno está tramitando las sanciones correspondientes a una empresa de Tarragona, responsable del traslado e instalación de las jaulas, que han sido instaladas junto a la costa suroeste del archipiélago español.
La piscifactoría está gestionada por una empresa marroquí que cuenta con los permisos del Gobierno de Rabat, que nunca ha reconocido la españolidad del pequeño archipiélago ni de las aguas circundantes.
La crisis bilateral sigue vigente
La instalación, que está activa desde hace varias semanas, ya había sido denunciada por varios medios de comunicación, así como por diputados de Vox y un senador de Compromís, quienes consideran que se trata de una ofensa más del Gobierno marroquí, que aún no ha cerrado la crisis bilateral abierta hace casi un año.
Desde entonces, y pese a que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, aseguró en septiembre que había acordado con su homólogo marroquí mantener un encuentro «próximamente», éste aún no ha tenido lugar.
Tampoco ha regresado a su puesto la embajadora marroquí, Karima Benyaich, que fue llamada a consultas el pasado mes de mayo tras la crisis por la hospitalización del líder del Frente Polisario en España y el posterior conflicto migratorio en Ceuta y Melilla.
Según las fuentes de Exteriores, el ministerio es quien ha coordinado la acción de todos los departamentos afectados: Defensa (ya que Chafarinas es un territorio adscrito a este ministerio). Medioambiente, Agricultura y Transportes.
Entre las sanciones que se contemplan a la empresa instaladora figuran cargos contra la seguridad del tráfico marítimo, protección medioambiental y especies marinas, ya que las Chafarinas y las aguas circundantes están declaradas Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) y Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) de la Red Natura 2000.
El mes pasado el Gobierno respondió a una pregunta por escrito del diputado Alberto Asarta de Vox asegurando que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación no había recibido «ninguna solicitud ni comunicación de empresa alguna ni del Gobierno de Marruecos para la instalación de una piscifactoría» en esa zona.
También, la pasada semana, el senador de Compromís Carles Mulet preguntaba por escrito al Gobierno «¿hasta cuándo piensa el Gobierno español seguir plegándose a los designios de Marruecos?» ya que, según su versión, los buques de la Armada que vigilan los espacios marítimos de soberanía española avisaron «hace meses» de los pasos de Marruecos para la instalación de una piscifactoría cerca de Chafarinas.
Como publicó El Debate hace dos semanas, los buques de la Armada que vigilan los espacios marítimos de soberanía española avisaron ya «hace meses» de los pasos que estaba dando Marruecos para la instalación de una piscifactoría cerca de las Islas Chafarinas, según aseguraron a Europa Press fuentes de las Fuerzas Armadas.
«Confianza, respeto y beneficio mutuo»
La crisis diplomática entre ambos países, que alcanzó su punto álgido el pasado mes de mayo, con centenares de inmigrantes traspasando las fronteras españolas en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, no parece haber llegado a su fin.
El pasado 8 de octubre, Exteriores lanzaba un comunicado felicitando al nuevo Gobierno formado en Marruecos, nombrado por S.M. el Rey Mohamed VI y presidido por el jefe del gobierno, Aziz Ajanuch.
«España confía en trabajar con el nuevo gobierno de Marruecos para adaptar nuestra asociación estratégica a la altura de las oportunidades y desafíos compartidos, sobre la base de la confianza, el respeto y el beneficio mutuo», rezaba el escrito.
En la nota, se definía a Marruecos como un socio estratégico y un país vecino y amigo con el que España desea seguir desarrollando una cooperación modélica y fructífera en múltiples ámbitos, que contribuya a la estabilidad y prosperidad regional. Algo que parece quedar en entredicho, a tenor de las últimas actuaciones del país magrebí.