Fundado en 1910

En el Real Casino de Madrid

Frío saludo entre Casado y Ayuso en la presentación del nuevo libro de Rajoy

El presidente del PP y la presidenta madrileña charlaron brevemente en el photocall, antes del acto y después; siempre con un tono correcto, pero sin ocultar las distancias existentes

La presentación del nuevo libro de Mariano Rajoy, «Política para adultos» (Ed. Plaza & Janés) ha sido un auténtico 'quien en quien' del pasado, presente y posibles futuros del centroderecha español.

El expresidente congregó en el Casino de Madrid a una nutrida representación de representantes del Partido Popular. A parte del presidente del partido, Pablo Casado, y de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, también asistió el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, más una una amplia representación de ex ministros y altos funcionarios de la era Rajoy: Soraya Sáenz de Santamaría, José Ignacio Ziodo, Fátima Báñez, Rafael Catalá, José Ignacio Wert, Íñigo Méndez de Vigo, José Catalá, Alfonso Alonso, Carmen Martínez Castro, Íñigo de la Serna, Ana Mato, Miguel Arias Cañete, Cristóbal Montoro y José Luis Ayllón, entre otros.

De los representantes del PP actual estaban el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y Ana Beltrán, Pablo Montesinos, Jaime de Olano, Javier Maroto, Cuca Gamarra y Sergio Ramos. En cambio, del entorno de la Comunidad de Madrid solo pudo verse a Alfonso Serrano, persona de la máxima confianza de Ayuso. También asistieron destacados miembros de la sociedad civil como Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, y César Alierta, ex presidente de Telefónica.

Con el telón de fondo de la batalla por la presidencia del PP de Madrid, el foco estaba puesto en el encuentro entre Casado y Ayuso, dado que en los entornos del PP viene expresándose una creciente preocupación por el efecto que sus luchas internas pueden producir en las perspectivas electorales del partido.

Aunque los dos políticos han asistido a los mismos congresos del PP —Castilla-La Mancha y Andalucía— y manifestaciones, hacía 40 días que no se les veía juntos en público; 40 días en los que la tensión entre Génova y Sol ha sido muy alta. La última vez que habían coincidido fue el 19 de octubre, cuando visitaron las instalaciones del nuevo Campus de IE, la nueva quinta torre, acto al que también acudió el alcalde de Madrid, Almeida.

Carlos Herrera, Alfonso Fernández Mañueco, Pablo Casado, Mariano Rajoy, Isabel Díaz Ayuso, José Luis Martínez-Almeida y Nuria CabutíTarek

Ante una expectación mediática que más parecía la entrega de unos premios cinematográficos que la presentación de un ensayo político, Casado y Ayuso llegaron al Real Casino de Madrid rodeados de flashes y micrófonos. Lo hicieron por separado. Primero, Ayuso; luego, Casado. Aunque el primero de todos en llegar fue Mariano Rajoy, quien, ejerciendo de anfitrión, se hizo una foto con ellos en el photocall según iban entrando. Quizás para no despertar maledicencias, luego bajaron todos de nuevo al photocall para hacerse una gran foto de familia 'popular' en la que estaban Rajoy, Casado, Ayuso, Almeida y Mañueco, más Carlos Herrera y la editora del libro, Nuria Cabutí.

Cuestiones de protocolo

Al parecer, las posiciones de las personalidades en la fotografía estaban previamente marcadas, por lo que Casado y Ayuso salieron en la foto separados por Rajoy.

Tras las instantáneas para la prensa, Casado y Ayuso charlaron un minuto de forma un tanto fría rodeados de un tumulto de cámaras y periodistas que, con insistencia, les reclamaban declaraciones, a las que se negaron. El líder del PP, en gesto de cortesía, tocó la espalda a Ayuso para acompañarla a la sala dónde era el acto.

Sin embargo, ésta no fue la única charla de Casado y la presidenta madrileña; habían conversado antes del posado en un salón habilitado para los VIP's formando un corrillo con el resto de invitados.

Igualmente fríos fueron los encuentros entre Almeida y Ayuso, que casi llegaron a evitarse. El alcalde de Madrid, en cambio, sí quiso realizar declaraciones a los medios: «No se cierran heridas porque, para que se cierren heridas, tienen que estar abiertas las heridas. Insisto, esto es un lenguaje bélico, que no se corresponde con la realidad», manifestó el regidor haciendo gala de voluntarismo.

La dinámica de la noche, llena de cercanías y de lejanías, con presencias notorias y ausencias aún más significativas, arroja una lectura diferente; sí que existe una batalla, y toda la estructura del PP, incluida la estructura del PP-M, e incluida también la alcaldía, está con Génova. Ahora bien, para frenar la situación próxima al desborde que se intuyó en el congreso de Granada, se está queriendo escenificar ante la opinión pública una cierta normalidad. Las llamadas a la contención de los barones y de José María Aznar parecen estar surtiendo cierto efecto.

A continuación, ya en el salón donde iba a desarrollarse el acto, el presidente del PP y la presidenta madrileña se sentaron en primera fila para dedicarse, de nuevo, otro frío saludo. La decisión de sentar a los dos políticos-estrella del PP separados por Elvira Rodríguez, la esposa de Rajoy, fue idea de la responsable de protocolo. No dio la impresión de que esta distancia les resultase incómoda, antes al contrario.

Carlos Herrera, el gran comunicador de Cope, realizó la presentación del acto, y optó por asumir su perfil más humorista salpimentando sus palabras introductorias con irónicas citas a Gramsci, Einstein o Quevedo, «para que luego pueda decirse que se los ha citado en la presentación de un libro de Rajoy». Herrera también aludió a la tensión interna en el PP al asegurar que la Navidad trae «encuentros inesperados» y que «incluso existe el milagro de la Navidad», como si el libro fuera el «papa Noel» que reuniera a la familia que hace tiempo no se ve. Rajoy, al lado suya, escuchaba y asentía un tanto perplejo, con una media sonrisa entre tierna y escéptica.

El propio Rajoy había confesado antes, esa misma mañana en Cope, que le hacía «mucha ilusión» que Casado y Ayuso vinieran al acto. El expresidente quitó hierro al choque interno que vive Sol y Génova alegando que «cosas como éstas acaban arreglándose». El pasado domingo en una entrevista para El Mundo dijo, conciliador, que la «sangre no llegará al río».

El expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acompañado por el presidente del PP, Pablo Casado y el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (i)EFE

«Por el bien de España»

Rajoy quiso agradecer la presencia de todos los asistentes y, a los pocos minutos de su intervención, solicitó que «Pablo Casado debe asumir pronto la presidencia de este país para el bien de todos, incluidos de aquellos que no le votan». Dirigiéndose a continuación a Isabel Díaz Ayuso, situada también en frente suya, a escasos metros, alabó su gestión al frente de la Comunidad de Madrid, especialmente durante la pandemia. «Ayuso ha sido muy valiente, fue capaz de tomar decisiones en momentos muy difíciles, fue objeto de críticas absurdas por la izquierda madrileña, la que más me sorprendió fue la de Zendal, y le agradezco que hoy esté aquí y además está ahí», remarcó Rajoy.

Igualmente tubo palabras de agradecimiento para Almeida: «Muchas gracias al alcalde de Madrid; se ha ganado el respeto y el afecto de muchos, desde luego el mío». También alabó al propio PP en cuanto partido, marca y equipo: «Yo no fui presidente del Gobierno por lo listo que soy, sino porque soy del PP; y por ese motivo venderé muchos libro». Herrera advirtió en su presentación que el nuevo libro es un tratado de la sutileza, «como corresponde al personaje». Rajoy pareció empeñarse en no desmentir al comunicador.

Uno de los momentos del encuentro entre Casado y AyusoEFE

Liberado ya de las presiones del cargo, el expresidente habló de forma algo desencorsetada, hecho que le hizo ser aún más fiel a su estilo. Tras una serie de circunloquios, en los que haciendo ejercicio del mejor humor, la autoironía, empleó palabras como «chisgarabís» o «zascandileo», el expresidente entró en materia: «Cualquier persona que se precie debe actuar como un adulto. Un adulto reflexiona, se somete a límites, asume las consecuencias de sus actos y tiene responsabilidades. Eso es lo que se le dice a los niños cuando se les educa. Por tanto, este libro es mi apuesta por una política para adultos y realizada por adultos», señaló en referencia al título de su libro.

Tras «En confianza» y «Una España mejor», Rajoy explicó el por qué de su nueva obra: «He escrito este libro por varias razones. Porque me entretiene, me divierte y me obliga; pero, sobre todo, porque veo en España algunas derivas que son malas para la ciudadanía. Como he sido presidente del Gobierno, creo que tengo derecho a decir por dónde no hay que ir».

El registrador de la propiedad aclaró que su libro pretende ser una «defensa de la democracia liberal», afirmando que «el populismo es uno de los mayores retos a los que se enfrentan las democracias liberales», poniendo, como ejemplo negativo, la transformación que ha experimentado la política desde la irrupción del 15M.

Rajoy se centró en el populismo «rotundo» de Podemos, pero aludió también a las trazas populistas de Vox y Ciudadanos. «La extrema derecha ha ido creciendo en Europa agitando el miedo al inmigrante y utilizando este problema como combustible para alimentar la insatisfacción entre las clases menos favorecidas», advirtió el expresidente.

Banqueros, empresarios, sindicatos

El expresidente del Gobierno alertó también contra «juicios paralelos» como los que sufrieron en su día la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el expresidente, Francisco Camps. «120 portadas en tres años en un periódico nacional y jamás fue condenado por tribunal alguno», ha afirmado, cosechando un aplauso del auditorio, para añadir: «Necesitamos vacunas eficaces contra la pandemia, pero también contra el populismo».

Afirmó que este tipo de hechos demuestran que la sociedad necesita «vacunas eficaces» no solo contra la pandemia sino también «contra el populismo» porque, según subrayó, en los últimos tiempos se ha producido un proceso de «infantilización». «Los políticos deben actuar como adultos, pero no solo ellos, también los periodistas, los banqueros, los empresarios, los sindicatos y cualquier persona que se precie», ha apostillado.

También dijo defender la independencia de la Justicia y propuso algunas reformas, como la supresión de la acusación popular. «He ido en dos ocasiones a la Audiencia Nacional y allí me he encontrado en tono inquisitorial tres acusaciones del PSOE, una de IU, otra del señor Boye, que no sé qué le ha pasado con su despacho, y algún otro más», ha resaltado.

Según el expresidente del Gobierno, en «ningún país de Europa existe la acusación popular» porque «solo sirve para hacer política, para retrasar los procedimientos y poner a mucha gente honorable en tela de juicio».

Asimismo, remarcó el trato «injusto» que, por mor de la atmósfera populista reinante en la vida pública, se le está dando al Rey Juan Carlos, «atropellado inmisericordemente en este país», comentario que arrancó los más sonoros aplausos de la noche. Como receta ante los estragos populistas, Rajoy abordó las medidas que las democracias liberales deben tomar para fortalecerse.

Recetas antipopulistas

Instituciones fuertes, Estado de Derecho más sólido, atender el bienestar, haciendo especial énfasis en la gestión económica, y más Europa; estas son las cuarto recetas que propuso Rajoy para frenar el populismo, señalando que las mismas se encuentran detalladas por extenso en su nuevo libro.

«Soy optimista, no me parece útil ser otra cosa». Fue la cita que escogió Rajoy para concluir su presentación. «A Churchill se le atribuyen muchas frases que no son suyas, así que si esta no lo fuera, entonces atribúyamela a mi», bromeó. Luego el expresidente y Carlos Herrera fueron vistos en el reservado del Casino tomando juntos un tentempié. Está previsto que Alberto Núñez Feijóo y Juanma Moreno presenten el libro de Rajoy en Galicia y Andalucía.

La historia continúa. A Casado y Ayuso se les vio dialogar brevemente al término de la presentación, siempre con tono distante. «Nos vemos el lunes», le dijo el presidente 'popular' a la presidenta madrileña en la despedida. Y es que volverán a verse el próximo día 6 en el acto de homenaje a la Constitución que se celebra en el Congreso. Casado no podrá asistir al homenaje a la Carta Magna que hace este viernes el Gobierno madrileño por su viaje a Chipre y Grecia para verse con los presidentes de estos dos países: Kyriakos Mitsotakis y Nikos Anastasiadis.