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Entrevista El Debate

Fran Carrillo (Cs), sobre Podemos: «Es veneno para la democracia»

El diputado de Ciudadanos en el Parlamento de Andalucía califica a la formación de Ione Belarra de «tóxica» y acusa a Sánchez de «gobernar mirándose al espejo, en vez de mirar a la calle»

El parlamentario andaluz por Ciudadanos, además de historiador, politólogo y periodista es uno de esos políticos que han destacado por su oratoria y por la autocrítica sana hacia su partido. También, por sus intervenciones en la tribuna, virales en redes sociales. Como cuando sacó una bandera de España en su Parlamento o como cuando, tras el anuncio de una moción de censura en Murcia, parafraseó a Estanislao Figueras, presidente de la Primera República: «Estoy hasta los cojones de todos nosotros». Lo sigue estando pues, como confirma a este medio, «la desafección que hay hacia la política» se la han ganado los políticos «a pulso».

En entrevista para El Debate, el político que ahora se erige como candidato a portavoz de Ciudadanos en Andalucía analiza la situación del partido de Arrimadas a nivel nacional y regional, así como la clase política española desde la perspectiva de «un liberal por convicción».

El diputado de Ciudadanos en el Parlamento andaluz, Fran Carrillo, durante la entrevista a El DebatePaula Argüelles / El Debate

–Según la última encuesta de Sigma 2, Ciudadanos apenas lograría un escaño en el Congreso de los Diputados con el 3,4 % de los votos, desplazado por el impulso del binomio PP-Vox. ¿Va a desaparecer Ciudadanos?

–Hay una frase que se le atribuye a Juan Tenorio de Zorrilla, erróneamente porque no la dijo: «Los muertos que vos matáis gozan de buena salud». Yo les digo a esos sepultureros, a esos enterradores que quieren matar a Ciudadanos, que quieren que desaparezca, que guarden la guadaña. Que de momento no la saquen. Porque estas ideas, este proyecto, lo que simboliza, lo que significa, lo que dignifica a la vida política, no debe, no puede y no va a desaparecer. No mientras tengamos a los mejores políticos de este país en esta formación. No mientras haya ideas libres y de libertad que defender. No mientras seamos la contención al populismo y a los extremos. No mientras defendamos las libertades civiles del individuo y no mientras defendamos una democracia de verdad en la que las personas sean libres, en la que el Estado y los gobiernos no se metan en la vida de los individuos y en la que nadie se reparta el Estado como hacen ahora. Mientras eso pase, Ciudadano no va a desaparecer.

–Sin embargo, a propósito del consistorio madrileño, Almeida fichó como nuevo jefe de prensa a la mano derecha de Albert Rivera y cada vez es más sonada la salida de Begoña Villacís hacía el Partido Popular…, ¿se atisba una absorción para mayo de 2023?

–Yo estoy seguro de que, con el gran trabajo que ha hecho mi compañera Begoña Villacís y su equipo en el consistorio, los madrileños van a saber valorar ese trabajo y lo van a refrendar en el futuro. Ciudadanos ya lo ha dicho y yo lo apoyo y lo reafirmo: es un proyecto autónomo, es un proyecto de personas libres, de personas muy cualificadas que vienen a mejorar y a cambiar la política de hace muchos años y eso se está refrendando en las encuestas en Madrid. Así que, aquellos que pretendan asumir lo que Ciudadanos dice y defiende está muy bien, pero seguirá siendo un proyecto autónomo y libre. Todos los gobiernos mejoran cuando Ciudadanos está en las instituciones. La sociedad mejora cuando Ciudadanos gobierna. Eso es lo que hay que tratar de explicar a todos los ciudadanos, empezando por los madrileños y el conjunto de los españoles.

–En el concreto caso de su región andaluza, ¿qué opina sobre el supuesto pacto de Juan Marín para integrarse en las listas de Moreno? ¿Por qué todo el voto de Ciudadanos se está fugando al Partido Popular?

–No tengo conocimiento de ese supuesto pacto. Si es así, lo tendría que desmentir la persona que aparece involucrada. Yo creo que todos estamos en el mismo barco. Todos creemos que Ciudadanos es un partido absolutamente imprescindible para gobernar y Andalucía suma cuando Ciudadanos gobierna y España sumará cuando Ciudadanos gobierne. Y las cosas mejorarán, se transformarán, se modernizan y avanzaremos cuando Ciudadanos gobierne. Porque no hay cambios, cuando no ha estado Ciudadanos y si los está habiendo. Lo que pasa es que, al final, parece que la gestión solamente proviene de un partido, de una formación o de unas siglas. No. Quien está ahí provocando, impulsando, exigiendo transformaciones, mejoras, cambios, avances en la que no damos a los ciudadanos a elegir entre un estado del bienestar fuerte y la libertad de individuos, es Ciudadanos. Así que, aquellos que hablan de que nos van a absorber… Vamos a esperar. Queda mucho tiempo, pero este proyecto, como digo, sí, sigue teniendo la misma fuerza de antaño.

–¿Cuál es su propuesta para el grupo parlamentario de Ciudadanos en Andalucía? Le pido, si es posible, nombre y apellidos.

–El grupo de Ciudadanos en Andalucía, ahora, es un grupo fuerte, de personas válidas y yo estoy contento de formar parte de él, ahora, con una responsabilidad diferente. Pero mi idea de Ciudadanos es un partido integrador, un partido abierto, un partido que escuche, un partido que aplique el liberalismo de puertas hacia fuera, pero también de puertas hacia adentro. Un partido que sea generoso con aquellos que tienen también visiones diferentes de cómo llevarlo, que atraiga el talento de verdad con hechos y no solo con palabras. Que no expulse talento porque se opine diferente, un Ciudadanos que realmente sea coherente con lo que dice y predica, como está haciendo en la mayoría de los casos. Y eso al final no se trata sólo de nombre y apellidos, no se trata de caras, se trata de ideas, se trata de proyecto, se trata de equipo, se trata de sumar, de multiplicar. Eso es lo que nos ha hecho diferentes siempre. Y eso es lo que trataremos de seguir haciendo.

Fran Carrillo, durante su entrevista a El DebatePaula Argüelles / El Debate

–Subiendo a la escala nacional, ¿qué opinión le merece el liderazgo de Inés Arrimadas? Algunas voces apuntaron que debía haber dimitido después de la moción de Murcia o incluso tras las elecciones de Madrid…

–Inés llegó al liderazgo del partido en un momento difícil y asumió retos duros y complicados. Y eso es de agradecer. De hecho, considero que sería la mejor candidata para presidir el Gobierno en unas futuras elecciones generales. Yo he tenido y tengo diferencias y discrepancias en cómo se han resuelto algunos casos y algunas crisis que nos han perjudicado, no sólo en Murcia, sino también en las elecciones en Madrid. Asimismo, en cómo se están llevando internamente algunas cuestiones respecto a los afiliados y la militancia, a la cual ni se está escuchando ni se está protegiendo. Creo que hay personas en su entorno que no trabajan para ella, sino que trabajan para sí mismos, que no son leales, sino que simplemente se rompen las palmas de aplaudir, incluso aquello en lo que no creen. Eso a una organización no le beneficia. Creo que debería rodearse de personas que, a lo mejor, le aplaudan menos, pero que le ayuden más a convertirse en lo que todos queremos: que sea la presidenta del futuro Gobierno de España

Porque es la más preparada y la más indicada, pero creo que debe reflexionar de cómo está el partido y cómo se está llevando el partido.

–Hablando de su trayectoria política, marco usted un antes y un después en la moción de Murcia con su sonado, y cito literalmente, «estoy hasta los cojones de todos nosotros» que espetó en la tribuna del Parlamento. ¿Significó esto un antes y un después?

–Bueno, la verdad es que me sentí abrumado los meses posteriores e incluso, a día de hoy, me siguen llegando mensajes sobre aquella intervención y voy a decir algo muy claro: yo sigo estando hasta los cojones de todos nosotros. Es que la desafección que hay hacia la política no las hemos ganado nosotros a pulso. Es que no estamos hablando de los problemas que le importa a la gente. La gente sigue muriendo, la gente sigue perdiendo su trabajo. Los jóvenes no tienen futuro ni perspectivas. No hay salarios dignos. No sabemos qué va a pasar con las pensiones. No sabemos si va a haber un desarrollo profesional amplio. Hay cada vez más inseguridad ciudadana y estamos hablando de cuestiones que a la gente no le preocupa. 

El Gobierno de la banda de Sánchez es lo más nefasto que le ha pasado  a la democracia española

Ya no digamos el Gobierno de la banda de Sánchez, que es lo más nefasto que le ha pasado a la democracia española. Hablan de Franco, de lo que no preocupa ni interesa, de temas superfluos. Y cuando yo dije aquello es porque a mí me indignaba que cuando un empresario cerraba su negocio, un autónomo no llegaba a fin de mes, o una familia no sabía cómo alimentar a sus hijos; nosotros, el conjunto de la clase política, hablaba de mociones de censura, de cambios de gobierno y de tratos en despachos privados. 

Eso me parece una desvergüenza y eso siempre lo voy a denunciar, porque yo no entré en política para hacer de palmero de la continuidad de la mala política. Ni tampoco para practicar política barriobajera, sino para denunciar y combatir a aquellos que se aprovechan de la política para el beneficio propio y no para el servicio público.

–¿Sería usted candidato en unas elecciones primarias en Andalucía?

–Bueno, primero tienen que convocarse, que no nos han convocado. Segundo, como he repetido en muchas manifestaciones, las primarias tienen que garantizarse por parte de la dirección nacional que haya neutralidad, que haya transparencia y que haya ecuanimidad, es decir; que no haya candidatos uno por encima del otro. Segundo, me gustaría que fueran primarias abiertas, en las que participaran todos los militantes y se presentara el mayor número posible de militantes. Y a partir de ahí ya, veremos.

A mí me gustaría que hubiera otro Ciudadanos, que volviéramos a las esencias originales. Ese Ciudadanos sin complejos, directo, que denunciaba. Ese Ciudadanos que era la resistencia, la rebeldía, que representaba a muchísima gente transversal: funcionarios, empresarios, autónomos, pensionistas, gente joven, sobre todo, que se ilusionaba con un partido nuevo, un partido que no estaba viciado por la corrupción, un partido de la sociedad civil, que eso es lo que somos, sociedad civil en España y en Andalucía. Y eso es lo que Ciudadanos debe recuperar: esa ilusión, ese golpe de efecto, esa denuncia sin complejos. Son mensajes claros. Huir de lo políticamente correcto, del buenismo

Ese proyecto liberal de personas libres y de individuos, que es lo que nos ha llevado a ser, en su momento, el primer partido en intención de voto. Y hoy también, la esperanza y la alternativa de muchos ciudadanos.

–Un proyecto liberal cuyo devenir, sin embargo, ha hecho que usted llegue a ser bastante crítico con el mismo. Por ejemplo, ha criticado que desde la cúspide de su formación no se hayan hecho eco de sus discursos virales. ¿Está abierto a formar parte de otro partido político? ¿En cuál cree que tendría mejor encaje?

–A mí me duele este proyecto porque yo lo quiero. A mi me duele Ciudadanos. Cuando algo no se hace bien, yo no me puedo callar. Cuando veo que quieren cargarse este partido o que cuya continuidad está en peligro, me rebelo. Yo soy liberal por convicción, no porque el sueldo ni la nómina me obliga a hacerlo o a decirlo, no porque tenga un escaño que me diga debes decir que eres liberal. No, no; yo lo soy porque creo en las ideas liberales, porque son las que mejoran el mundo, son las que lo transforman. Son, además, las que hacen avanzar a las personas: estas ideas de libertad, el desarrollo propio, la iniciativa privada en el que el Estado se mete lo menos posible, en la que, además, combina muy bien con el mantenimiento de los servicios públicos del Estado del bienestar. Ese progreso viene a partir de la libertad. 

Y a mí, cuando Ciudadanos sale perjudicado en unas elecciones, cuando veo como lo están castigando, a mí eso me duele. Yo me veo en la defensa de las ideas liberales. Hoy en día esas ideas liberales, las represento y la defiendo con orgullo en Ciudadanos y quiero que siga siendo así y para eso tenemos que remar todos juntos en la misma dirección. Por eso soy tan crítico. Cuando desde la dirección nacional hay ciertas declaraciones o comportamientos que hacen que una visión diferente sea silenciada. Por eso no me gusta que no se escuche una voz alternativa a lo que hay. Yo voy a ser leal siempre a mi presidenta, a la dirección nacional y a mi partido, pero no me gusta que silencien voces discrepantes que sólo tratan de ser constructivas y que quieren mejorar el partido. Yo no quiero que Ciudadanos desaparezca. Yo quiero que Ciudadanos continúe porque somos más imprescindibles que nunca en la sociedad política española. Pero, igual el enemigo no está en el que critica. Igual el adversario no está en el que dice las cosas como son. Igual está en el que calla y aplaude todo, aunque realmente no cree en el proyecto, sino que está ahí, verdaderamente, porque el sueldo se lo dice.

–Una crítica que se extrapola al nivel político y a como percibe la población española a la clase política. Según la misma encuesta, los españoles califican en un 65 % de ‘mala’ o ‘muy mala’ la situación política. ¿Beneficia esto la fragmentación parlamentaria? ¿Qué consecuencia va a traer de cara a las próximas elecciones?

–Cuando la gente se cansa de lo que hay, es normal que salgan nuevas formaciones y digan lo que digan, a la gente le va a gustar. Provoca ese elemento emocional sensitivo del cabreo, de la indignación, del hartazgo, que hacen que los populistas tomen las instituciones. ¿Esa es la solución para la mejora de la democracia en España? No. ¿Lo que dicen ciertos partidos populistas es verdad? Sí. ¿Cala en la población porque muchas de las cosas que dicen es de sentido común? Sí. ¿Lo que proponen es la salvación a los males que tiene el país? No, y lo estamos viendo. El caso más extremo es el que está gobernando ahora, que es Podemos. Que es un partido absolutamente tóxico para la democracia. Es veneno para la democracia, porque no han resuelto ni han mejorado nada de lo que decía mejorar. Pero el hartazgo es normal. ¿Por qué en el año 2021 seguimos hablando de Franco, por ejemplo? ¿Por qué esas cortinas de humo constantes del Gobierno? ¿Por qué tenemos a los peores preparados en el Consejo de Ministros? ¿Por qué seguimos dependiendo de insolidarios periféricos que solamente quiere romper el país? ¿Por qué no tenemos a los mejores dirigiendo esta nación? ¿Por qué somos el último país en gestionar los fondos europeos? ¿Por qué tenemos tantos tirones de orejas de Europa? Porque tenemos una banda gobernando, una banda de incompetentes, de inútiles?. El señor Sánchez, que es el caudillo de esa banda, el caudillo del régimen es una persona que gobierna mirándose al espejo, en vez de mirar a la calle. Y la sobre exaltación del ego es un signo de debilidad y Sánchez es muy débil y esa debilidad se transforma en hartazgo de la sociedad.

Fran Carrillo, entrevistado por Patricia Sanz, en la redacción de El DebatePaula Argüelles / El Debate

–Usted en comunicación política ha recibido lo que en el cine sería un Óscar. Además, es un escritor ducho en cuestiones de populismo, ahora precisamente lo ha citado. ¿Qué opina de los oradores que tiene actualmente el Parlamento nacional?, ¿algún referente? ¿Ha perdido Unidas Podemos fuelle tras la salida de Iglesias?

–Bueno, los populismos hacen ruido porque dicen lo que la mayoría de la gente piensa. Pero más allá de la retórica, hay muy pocas soluciones mágicas. Yo digo siempre que el populismo es la homeopatía de la política. Soluciones rápidas de curanderos a problemas complejos que necesitan operaciones de personas preparadas y yo diría, que hasta avezadas en lo que es la gestión técnica. Hay muy buenos comunicadores y oradores en el Parlamento. Podemos citar muchos, por ejemplo, la presidenta de mi partido es una de ellas. En su momento, Cayetana Álvarez de Toledo. Pero voy a citar dos que la gente no conoce igual tanto porque no pertenecen a un partido mayoritario en el conjunto nacional, sí en su territorio y en su región, que son Carlos García Adanero y Sergio Sayas de Unión del Pueblo Navarro. Me parecen dos oradores absolutamente excelentes y que merece la pena seguir, por lo que dicen, la claridad con la que lo dicen, pero, sobre todo, por su convicción al decirlo. Dicho eso, los populismos menguarán su importancia cuando los grandes partidos haga las reformas que tienen que hacer, cuando a las instituciones lleguen partidos moderados, sensatos, con sentido común y con personas que saben lo que tienen que hacer, cuando imitemos a otros países de Europa en aislar a aquellos que vienen a destrozar la convivencia y no a los que vienen a aportar y a sumar. Pero eso depende de los que se han repartido el país durante 40 años y no quieren hacerlo.

–¿Es hoy revolucionario ser un pensador libre?

–Defender hoy la unidad de España, el pensamiento libre y la igualdad de oportunidades es revolucionario. Por eso la izquierda no lo defiende. Porque hoy la izquierda es profundamente reaccionaria. Piensa y actúa como la nueva Inquisición. Impone sus frustraciones ideológicas al conjunto de la población. Todo ella es la suma perfecta de odio, rencor y envidia. Pero somos el resto de ciudadanos quienes pagamos su frustración por ser (el pensamiento de izquierda) moralmente inferior.

Defender hoy la unidad de España, el pensamiento libre y la igualdad de oportunidades es revolucionario

Surgimiento de El Debate

–El Debate acumula dos meses de rodaje, ¿qué opina del surgimiento de nuevos medios de comunicación que, como El Debate, busca ser un referente en periodismo sobre unos valores?
–El debate es bueno, es sano, y es imprescindible en democracia. El debate es diálogo. Y el diálogo es lo que permite el progreso y el avance social. Por tanto, el debate garantiza el progreso y el avance social. Así que, el surgimiento de un nuevo medio siempre es bienvenido en democracia, porque permite, primero, que el periodismo se siga ejerciendo. Segundo, que se siga controlando al poder. Y tercero, que la discusión de ideas no desaparezca

Todo lo que una democracia debería tener. Yo espero y deseo que tenga una larga vida este medio de comunicación, El Debate. Agradezco su acogida. Deseo muchos éxitos a la dirección y a su equipo, a todos los que estáis aquí. Y, además, como cabecera que responde a un nombre histórico en el periodismo español, me gustaría seguir siendo un lector desde el primer día, como he hecho hasta hoy. Espero que nos exceda a todos nosotros, señal de que las cosas van bien. Enhorabuena.