La Alianza por la Libertad de Pablo Casado en Hispanoamérica afianza su perfil presidenciable

El líder de los populares fue recibido por los principales representantes del centroderecha en Hispanoamérica, tres de ellos líderes del ejecutivo. Así, Casado mantuvo reuniones bilaterales con Mario Abdo, presidente de Paraguay, Luis Lacalle Pou, presidente de Uruguay, y Sebastián Piñera, presidente de Chile.

En el caso de Argentina, donde actualmente gobierna el kirchnerismo de Alberto Fernández, Casado se reunió con Horacio Rodríguez Larreta, alcalde de Buenos Aíres, y con Mauricio Macri, el ex presidente del país austral con serias opciones de regresar al poder tras la abultada derrota que la coalición gobernante sufrió el pasado noviembre en las elecciones legislativas. Macri lidera Propuesta Republicana, el PRO, un partido de centroderecha donde también milita Rodríguez Larreta.

Más allá de reuniones políticas, conferencias y entrevistas en los medios de comunicación del Cono Sur, el viaje, a juicio de estas fuentes, cerciora la influencia de Pablo Casado en el ámbito internacional, donde su perfil presidenciable suscita creciente interés. Si esta impresión parecía corroborarse tras el encuentro que mantuvo Casado la semana pasada en Grecia con Kyriakos Mitsotakis, presidente de la república helena, ahora, tras su periplo latinoamericano de cuatro días, las sensaciones resultan «claramente positivas».

Titulares y tendencias

«La prensa española vive pendiente de si en la última encuesta el PP sube o baja tres escaños, pero aquí se percibe que Casado cogió en 2019 un PP en 66 escaños y ahora mismo, a dos años de unas elecciones generales, está entre 125 y 130 diputados en el agregado de encuestas. La tendencia de fondo es a subir. En la esfera internacional a Casado lo ven con altas posibilidades de ser presidente», precisa un interlocutor de El Debate, que resume de este modo el felling del viaje oficial.

La Alianza por la Libertad, la propuesta de Casado para reforzar al Estado de Derecho, la democracia y la economía de libre mercado en la región, ha sido escuchada con atención por parte de los líderes latinoamericanos, dada la ascendencia que en la región muestra el populismo de izquierdas, en algunos casos acompañado de un carácter dictatorial. La propuesta de Pablo Casado para que los Estados latinoamericanos puedan convertirse en socios de la OTAN concuerda con las propuestas que Jens Stoltenberg, secretario general de la Alianza Atlántica, ha planteado con anterioridad.

Ahondando en esta línea de trabajo, el líder popular no ha dudado en cargar durante su viaje contra el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, cuyo reciente viaje a México para arropar al Grupo de Puebla, de inspiración bolivariana, buscaría «blanquear dictaduras».

Algunos analistas y think tanks advierten sobre la posibilidad de que en toda Latinoamérica podría producirse un vuelco hacia el radicalismo de izquierdas, pero la reciente elección del chileno Andrés Allamand, afín a Sebastián Piñera, como nuevo Secretario General Iberoamericano muestra que la influencia del centroderecha en Latinoamérica es aún más notable. «El nombramiento de Allamand al frente del SEGIB, con sede en Madrid, ha supuesto un gol por la escuadra para Sánchez y todo lo que está a su izquierda», señalan la referidas fuentes, recordando que el actual presidente del Gobierno solo ha visitado en dos ocasiones Sudamérica desde que está al frente del Ejecutivo español.

Populismo Vs. Racionalidad

Para Casado este ya supone su tercer viaje oficial a la región como líder de la oposición, tras verse antes con Iván Duque en Colombia y asistir a la investidura presidencial de Guillermo Lasso en Ecuador. En cualquier caso, la continua presencia en la región de políticos españoles –Pablo Iglesias ha criticado esta misma semana al titular de Exteriores, José Manuel Albares por su política en Iberoamérica–no resulta casual.

Frente al Grupo de Puebla, que también ha contado en su cumbre de México con la visita de Juan Carlos Monedero y Alberto Garzón, está articulándose con creciente fuerza una alternativa de centroderecha. «Bolsonaro, basta ver el mapa político, carece de predicamento en el conjunto del Cono Sur. La dicotomía mundial que está articulándose no es entre populismo de izquierdas y populismo de derechas, sino entre el Populismo –en el caso de Latinoamérica, habitualmente de izquierdas–y la Racionalidad; y el Partido Popular conoce perfectamente en qué lugar del futuro quiere estar», reflexiona la fuente popular.