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Cristina Dexeus, presidenta de la Asociación de Fiscales de España (AF)

Entrevista

Cristina Dexeus: «El nombramiento de Dolores Delgado ha dinamitado el prestigio de la Fiscalía»

La presidenta de la asociación mayoritaria de fiscales de España mantiene que la actual fiscal general tiene que dimitir y que, a futuro, ningún otro candidato al Ministerio Público puede llegar en las circunstancias que concurrieron en el nombramiento de su actual titular

Cristina Dexeus es, además de la decana de la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Barcelona, la presidenta de la Asociación de Fiscales, la mayoritaria de una Carrera que aglutina un total de 2.500 fiscales en toda España. Dexeus es una pionera en su profesión que se caracteriza por su moderación. Es, sin embargo, una mujer de carácter y determinación. En los últimos meses, lejos de lo que habría sido su voluntad, se ha visto obligada a pronunciarse en temas muy delicados que afectan a la imagen de la institución. 

–Recientemente la Asociación de Fiscales de España ha celebrado su último Congreso. ¿Cuál es el diagnóstico de la Carrera Fiscal?

–Que necesita recuperar el prestigio y la credibilidad como Institución que el nombramiento de Dolores Delgado ha dinamitado por su procedencia directa de la política y de ejercer como ministra de Justicia y por sus conflictos de intereses.

Más allá de la inquietud que provoca la actual situación del ministerio Público es preciso destacar que los fiscales en España son profesionales muy bien preparados, que entran en la carrera tras una dura oposición (basada en el conocimiento de un temario muy completo, que se expone en exámenes transparentes, orales y públicos). Los fiscales españoles están plenamente capacitados para asumir la investigación penal, pero para ello es necesario un relevante incremento de la plantilla porque en la actualidad asumen una carga de trabajo muy superior a la media europea y a cambio sus retribuciones son muy inferiores.

–¿Qué reclamaciones tiene la mayoría de los fiscales en España?

–Necesitamos un nuevo Estatuto orgánico que regule la forma de nombramiento del Fiscal General del Estado (FGE) para evitar las injerencias del poder político, que prevea específicamente el deber de abstención y las causas de incompatibilidad del Fiscal General y la relación de este con el Gobierno, que atribuya al Consejo Fiscal mayor relevancia en la toma de sus decisiones, que organice adecuadamente la estructura de la carrera (atendiendo a la especialidad y en el ámbito territorial) y regule con claridad el ejercicio de la discrepancia con las órdenes de los superiores. 

Pero un nuevo Estatuto sin lograr la autonomía respecto del Ministerio de Justicia no nos hará más fuertes ni más independientes. De ahí que sea necesario lograr autonomía presupuestaria, de gestión y de autorregulación y la recuperación de la formación de los fiscales, todo ello al modo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Se detecta la debilidad y la falta de credibilidad que sufre la institución por ese nombramiento

Es decir, la necesidad de una mejor organización de la carrera de sus categorías segunda y tercera, el incremento de plantilla, tal como he indicado, y la dotación de recursos humanos y medios materiales de apoyo al trabajo del fiscal son imprescindibles. También la revisión de las retribuciones de los fiscales, como por ejemplo la de los servicios de guardia semanales que, actualmente, están muy  mal pagadas.

–El Ministerio Público, como defensor de la legalidad, debería estar al margen de la política. ¿Lo está?

–La forma de nombramiento del FGE puede suscitar dudas acerca de la imparcialidad y neutralidad de la Institución. Sería aconsejable borrar toda sombra de duda mediante determinadas medidas que blinden y delimiten perfectamente la separación de poderes y que el poder político se mantenga al margen de las resoluciones judiciales y de la independencia de los jueces en la aplicación de la ley. 

Como, por ejemplo, que su mandato no coincidiera con el del Gobierno que lo nombra, que no sea cesado al cesar dicho Gobierno, que no pueda ser convocado ante el Consejo de Ministros y la prohibición de nombrar a quien haya ostentado cargos públicos de relevancia en el Gobierno de la Nación o de las CCAA o haya ejercido cargo parlamentario u otro puesto político relevante durante un plazo no inferior a 10 años.

Al margen de ello, los fiscales tenemos mecanismos para evitar la injerencia política pero que deben ser reforzados. Es fundamental asumir una modificación que impida la posibilidad de las puertas giratorias.

–¿Cree que, como apuntan algunos fiscales del Supremo, la causa contra el Rey emérito se ha usado para dañar a la institución? ¿Podría haberse cerrado antes, ya que está abocada al archivo?

–Desconozco el contenido de las Diligencias de Investigación que están tramitando mis compañeros y por una obvia cuestión de respeto a su labor me abstengo de opinar.

–¿Cómo ha afectado en el día a día de la institución la llegada de la actual Fiscal General a su puesto?

–En el día a día de los miles y miles de procedimientos ordinarios no se percibe, como no podría ser de otro modo; ahora bien en los temas mediáticos se detecta la debilidad y la falta de credibilidad que sufre la institución por ese nombramiento.

–¿Goza Dolores Delgado de credibilidad entre sus excompañeros, hoy subordinados?

–Consideramos que nadie debe ser nombrado Fiscal General del Estado en las circunstancias que concurren en Dolores Delgado.

–Ustedes han sido muy críticos con ciertas gestiones y polémicas…

–La Asociación de Fiscales ha pedido la dimisión de Dolores Delgado en el ultimo Congreso por las razones que vengo exponiendo. 

–¿Esperan que la FG responda a la reclamación de sus vocales en el Consejo sobre el denominado caso Stampa?

–Ya ha respondido: negándoles la información solicitada.

–El fiscal afectado era miembro de su Asociación cuando presuntamente ocurrieron los hechos…

–Sí, en la actualidad no es asociado de la AF.

La condición de mujer no puede suponer un lastre para alcanzar puestos directivos dentro de la Carrera Fiscal, pero esos puestos se deben otorgar por mérito y capacidad

–¿Qué retos se plantea la Asociación de Fiscales en los próximos años?

–Continuar la modernización de la misma, con un mayor uso de las nuevas tecnologías; seguir creciendo entre los jóvenes fiscales, como hasta ahora; y, como siempre, la defensa a ultranza de todos los derechos profesionales de los fiscales con independencia de cualquier ideología.

–Es evidente que el feminismo ya no es una reivindicación en la Carrera. La mayoría de los fiscales son mujeres…

–Efectivamente, desde 1988 en que la promoción 33, la mía, fue paritaria, 44 fiscales mujeres y 44 hombres, las siguientes siempre han sido más numerosas en mujeres, hasta el punto en el que hoy en día el número de hombres por promoción alcanza solo un 25 %. Hay que articular los mecanismos necesarios para que la condición de mujer no suponga un lastre para alcanzar puestos directivos dentro de la carrera, pero esos puestos se deben otorgar por mérito y capacidad.

–Usted misma es ejemplo de ello. ¿Cuál es el titular de Cristina Dexeus como fiscal? ¿Y como presidenta de la AF?

–El título de nuestro último Congreso: En defensa de nuestra independencia es un buen titular para el momento actual y en ello estamos.