Vienen más curvas
El boicot de ERC y Bildu a la reforma laboral sacude al Gobierno: no hay plan B
Si no ha sido fácil sumar a la patronal al acuerdo, menos aún lo será convencer a los independentistas. La precaria mayoría parlamentaria del Gobierno obliga. Y Garamendi avisa
El Gobierno de coalición ha conseguido la cuadratura del primer círculo de la reforma laboral al sumar a la patronal al acuerdo, pero aún le queda el segundo círculo: el del Parlamento.
La precaria mayoría que suman el PSOE y Unidas Podemos en el Congreso obligará a Pedro Sánchez y a Yolanda Díaz a buscar socios para la futura convalidación en el Congreso –en un pleno en enero– del real decreto ley que el próximo martes será aprobado en el último Consejo de Ministros del año. Necesita mayoría simple, más síes que noes.
En La Moncloa han saltado las alarmas después de escuchar la llamada a la rebelión de Arnaldo Otegi, porque no hay plan B. Como ya ha informado El Debate, el coordinador general de Bildu se ha declarado «tremendamente decepcionado» con el acuerdo entre el Gobierno, los sindicatos y la patronal y ha anunciado que ya trabaja en un frente común con ERC para enmendarlo en el Parlamento.
Un frente al que ya se ha sumado también el diputado del BNG, porque el nuevo marco laboral «no recupera ni avanza en derechos», según Néstor Rego. Y Otegi quiere que estén también la CUP, Más País, Compromís... tiene los brazos abiertos.
Sánchez vuelve a tropezar en la misma piedra que con su proyecto de Ley de Memoria Democrática, atascada en el Congreso porque a independentistas catalanes y vascos, sus socios preferentes, les sabe a poco.
Cabe recordar que en pleno primer estado de alarma, en mayo de 2020, el PSOE y Unidas Podemos firmaron un documento con Bildu en el que se comprometían a «derogar de manera íntegra» la reforma laboral del PP. La vicepresidenta Nadia Calviño puso el grito en el cielo y en cuestión de horas hubo rectificación.
Garamendi, vigilante
Habrá que ver cómo salen Sánchez y Díaz de este entuerto parlamentario, porque el presidente de la CEOE no va a quitar ojo de encima. Antonio Garamendi ha advertido este viernes al Gobierno: «Esto es un acuerdo, y un acuerdo se respeta». Al tiempo que ha adelantado que si el presidente y la ministra de Trabajo faltan a lo firmado, la CEOE no se volverá a sentar «en un una mesa con quien no cumple».
El margen de maniobra del Ejecutivo para buscar otros socios parlamentarios es reducido, por no decir casi nulo. El PP ya ha anunciado que votará en contra. «Rechazamos la contrarreforma laboral de Sánchez y recuperaremos nuestro modelo, que ha creado tres millones de empleos», en palabras de Pablo Casado.
Ciudadanos no ha adelantado su postura, aunque su portavoz en el Parlamento europeo, Luis Garicano, escribió el jueves en Twitter que podría «haber sido peor» y celebró que finalmente no hayan salido las «burradas intervencionistas» que planteaba Unidas Podemos hasta no hace mucho.
No obstante, aunque Cs votara a favor de la convalidación, ésta no saldría adelante si el resto de la Cámara lo hiciese en contra. Y ya se sabe que el bloque Frankenstein y Cs son como el agua y el aceite.