Tribunales
¿Por qué la Justicia permite los homenajes a etarras?
Las directivas de la Fiscalía se inclinan a una interpretación amplia del Derecho Penal como «última ratio» que no actúe de forma preventiva «contra conductas que todavía no se han producido»
La Fiscalía de la Audiencia Nacional no impedirá la manifestación de apoyo a presos de ETA convocada por SARE este próximo viernes 31 de diciembre en Pamplona. Según el criterio del Ministerio Público no hay motivos para «anticiparse a un delito que todavía no se ha producido» ya que la ley vigente reserva al Derecho Penal una posición de «última ratio». Es decir, «aunque sea deleznable y moralmente reprobable que una sociedad, enferma, celebre homenajes a favor de los etarras» que han acabado con la vida de cientos de españoles durante años, «no hay un motivo objetivo para actuar de forma preventiva», han confirmado a El Debate fuentes próximas a la Fiscalía.
Es misión de «los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado vigilar» las conductas que se produzcan en el marco del acto convocado para apoyar al sanguinario terrorista Henri Parot, el último día del año. A ellos «corresponde actuar en el caso de que se acabe incurriendo en delitos de enaltecimiento de terrorismo y humillación a la víctimas» y «ponerlo en conocimiento» de las autoridades judiciales para que tomen decisiones «basadas en pruebas y no en expectativas», han señalado desde el Departamento que dirige Dolores Delgado.
No en vano, las directivas vigentes apuntan a una posición garantista que no prohíba de manera genérica y anticipada los actos organizados desde el entorno de la izquierda abertzale, en los últimos años, porque «a priori no hay una constancia mínima de la comisión de un ilícito penal». Y es que, la jurisprudencia reiterada del Tribunal Supremo ha establecido que el dolo específico en el delito de enaltecimiento del terrorismo debe implicar la creación de un riesgo a secundar eventuales acciones terroristas que «tienen poca base real» en un momento en el que ETA está desarticulada.
No es la primera ocasión en la que colectivos de víctimas y partidos políticos denuncian que en las convocatorias fijadas se iba a enaltecer la figura de etarras como Henri Parot, el sanguinario miembro de la banda que atesora el lamentable récord de más de 86 delitos a sus espaldas y un total de 4.800 años de prisión. Y es que la red de apoyo a los presos de ETA, Sare, ha camuflado el acto como un rechazo a «la política penitenciaria de excepción» y no como un «homenaje» a ningún recluso.
Los precedentes de la Audiencia Nacional
No es la primera ocasión, ni será la última, en la que la Fiscalía de la Audiencia Nacional se manifieste en contra de prohibir un acto de homenaje a etarras o inste a los tribunales el rechazo de la querella presentada por las asociaciones de víctimas contra el terrorismo.
El caso de Josu Uribetxebarria Bolinaga, quien fue recibido en loor de multitudes tras abandonar el hospital Donostia de San Sebastián, por ejemplo, no fue considerado constitutivo de delito de enaltecimiento del terrorismo porque tuvo un carácter «privado». Así lo confirmó, en su momento, el fiscal Daniel Campos, quien se sumó a la «irrelevancia penal» de un tipo de conductas que se orientan, en los últimos tres años, al apoyo a los terroristas condenados, en este caso, por el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara.
Lejos quedan las posiciones anteriores al año 2019 en las que el Gobierno y los tribunales llevaban de oficio ante la Fiscalía los homenajes organizados por la izquierda abertzale. Por aquel entonces, el Ejecutivo insistía en que «hechos así son un insulto a las víctimas del terrorismo».
El propio lehendakari Iñigo Urkullu, expresaba su «rechazo absoluto» a los recibimientos en Hernani y Oñate de los presos etarras Xavier Ugarte Villar, condenado a 22 años de prisión por el secuestro del funcionario de prisiones Ortega Lara; y, de José Javier Zabaleta Elosegi, alias Baldo, excarcelado tras 29 años de prisión.