Crónica política
La estrategia de Pablo Casado para intentar llegar a La Moncloa en 2023 (o antes)
Estas son las vallas y charcos que afronta Génova en un año con test electorales muy importantes de cara a las generales
«El 2021 fue agitado, pero no revuelto; y para 2022 tenemos el presentimiento de que será el comienzo de una bonita amistad con los votantes», señalan interlocutores de Génova para El Debate.
La parte «agitada» del 2021 hace referencia a las elecciones autonómicas de febrero en Cataluña, donde el PP obtuvo tres escaños, todos por la provincia de Barcelona. Fue el peor resultado en la historia del PP catalán, viéndose ampliamente sobrepasado por los 11 diputados que Vox obtuvo en dichos comicios; un fracaso sin paliativos, que envalentonó a Pedro Sánchez para impulsar las mociones de censura que el PSOE, en alianza con Ciudadanos, trató de consumar en Murcia y Madrid. Aquella arriesgada decisión, inspirada en la moción de censura que sí desalojó al Gobierno del PP de La Moncloa en 2018, devino en estruendoso fracaso. López Miras afianzó su Ejecutivo murciano e Isabel Díaz Ayuso, adelantándose a los acontecimientos, convocó unas elecciones anticipadas en las que obtuvo un éxito resonante: 65 escaños, más que las tres fuerzas de izquierda madrileñas juntas.
A partir de entonces han sucedido muchas cosas –las tensiones entre Génova y Sol quizás sea lo más remarcable–, pero el hecho clave es que, tras aquella victoria de Ayuso, y hasta el momento presente, el PP ha pasado a liderar las encuestas a nivel nacional y el PSOE ha caído a segunda fuerza. Los vaivenes político-demoscópicos de la actualidad semanal no alteran un hecho sustancial: la suma de ‘populares’, Vox, Navarra Suma y Foro ofrece mayoría absoluta. Podrían conformar un Gobierno para España.
Los vaivenes político-demoscópicos de la actualidad semanal no alteran un hecho sustancial: la suma de ‘populares’, Vox, Navarra Suma y Foro ofrece mayoría absoluta
Pablo Casado quiere afianzar esta favorable corriente de fondo. En los Headquarters de Génova, de cara a 2022, catalogan los retos que tienen por delante en dos clases: «Vallas, es decir, dificultades que serán éxitos, si conseguimos saltarlas, o fracasos, si tropezamos en ellas; y charcos, es decir, asuntos en los que no queremos entrar, temitas de los que es mejor mantenerse alejados». Las vallas y charcos marcados en el calendario del PP para 2022 son los siguientes:
Castilla-León y Andalucía
Las elecciones en estas dos comunidades son claramente vallas y, con las dificultades inherentes a toda campaña, parece que serán gratas de saltar para el PP. Todas las encuestas publicadas hasta la fecha indican que Mañueco quedará en febrero muy cerca de la mayoría absoluta. Otro buen resultado cabe esperarse de Juanma Moreno porque, con adelanto o no, las autonómicas andaluzas en cualquier caso tocan en 2022. El objetivo a nivel nacional es arropar a Casado con varias victorias autonómicas que refuercen la marca del partido y, de paso, diluyan la excepcionalidad de Ayuso.
Discurso político
La lectura política que hace Génova del mapa simbólico de España está divido en dos mitades de tamaño similar : una lleva por nombre Radicalismo; la otra, Normalidad. Pedro Sánchez, con su coalición Frankenstein, lidera el primer bloque; el PP lo hace con el segundo. El equipo de Pablo Casado quiere convertirse en el agregador de voto útil que reúna a todos los desafectos con Pedro Sánchez y su triple crisis –sanitaria, económica e institucional– en la que parece estar cociéndose a fuego lento. Los temas de perfil netamente ideológico serán sacados por la izquierda como cebos-trampa polarizadores para, acto seguido, realizar con el PP, quien puede desplazarlos del Gobierno, una Reductio ad Francorum; constituyen, por tanto, charcos a evitar.
La lectura política que hace Génova del mapa simbólico de España está divido en dos mitades de similar tamaño; una lleva por nombre Radicalismo; la otra, Normalidad
Los estrategas de Génova optan aquí por el clásico «despacito y buena letra»; consideran que el tempo juega a su favor ante un Sánchez atrapado en el nudo gordiano de la pandemia, sus socios radicales y el férreo control de Bruselas (Olaf Scholz es un alemán socialista –aquí el orden de los factores sí altera el producto–, lo cual no es una buena noticia para el PSOE).
Los argumentarios estarán centrados en la sensatez, la serenidad, la experiencia en la gestión, la creación de empleo y el fortalecimiento de las instituciones
Los argumentarios, entrevistas y discursos estarán centrados en la sensatez, la serenidad, la experiencia en la gestión, la creación de empleo y el fortalecimiento de las instituciones. La idea consiste en interpretar un viejo, conocido y eficaz estándar de jazz, conocido en el argot como «hacerse un Rajoy».
Ayuso
El discurso de la presidenta autonómica el día de final de año, centrado en cuestiones de ámbito madrileño, sin indirectas ni desafíos hacia la dirección nacional de su partido, oficializó de forma sutil, pero evidente, el punto y aparte en la crisis que durante los últimos meses ha supuesto el principal quebradero de cabeza para Génova. Aquel encuentro entre Egea y MAR –«en tres minutos y medio lo solucionamos tú y yo»– antes de Navidades no ha sido el único. El próximo día 10 de enero, Isabel Díaz Ayuso protagonizará su primer desayuno informativo del año, y estará arropada, oh, sorpresa, por José Luis Martínez-Almeida y otros casadistas kosher. Quizás sea pronto para anunciar la conformación de una lista unitaria para el congreso del PP de Madrid encabezada por Ayuso y con Almeida de compañero, pero las melodías que se escuchan en la fontanería de Génova apuntan hacia esa dirección. En las últimas semanas Ayuso ha pasado de charco a valla.
Asuntos internos
Salvo el congreso del PP en Castilla-León, que será los próximos 15 y 16 de enero en la ciudad de León, y que por razones evidentes tendrá carácter de trámite, y en Canarias, los días 22 y 23 de este mismo mes en Tenerife, donde el PP no gobierna y el liderazgo Asier Antona está asentado, el foco ahora mismo está puesto en las elecciones autonómicas de Mañueco. Salvo anticipo electoral en Andalucía, donde el proceso quedaría de nuevo paralizado, entre marzo y junio quieren celebrarse los congresos que faltan, que serán el de Extremadura y todas las comunidades uniprovinciales. La partitura de las primarias será siempre la misma; buscar un único candidato de consenso entre la secretaria general y el partido autonómico que sea casadista y con razonables expectativas de victoria. Así, la renovación del PP quedará finalizada para mediados del 2022. Los congresos del PP son vallas fáciles.
Vox
La formación verde constituye, para Génova, la madre de todos los charcos; es una realidad que no atemoriza, pero sí desazona. Los populares lideran, dentro de un cierto estancamiento, las encuestas; mientras que los de Abascal, todavía lejos del PP, crecen según pasan los días; nada que en teoría descuadre las cuentas. Si el PP continúa en el primer puesto, y la suma de las derechas ofrece mayoría absoluta, el crecimiento de Vox en última instancia servirá para que Casado duerma en 2023 dentro del Palacio de La Moncloa, y luego el PP ya tendrá tiempo para hacerle el abrazo del oso. Pero… ¿Y si Mañueco y Moreno necesitan a Vox para formar Gobierno? ¿Y si Vox se obceca en entrar, ahora sí, en los ejecutivos autonómicos? ¿Y si esto sirve de excusa perfecta para que la izquierda demonice al PP? ¿Y si en el centro social de España se creen esta demonización? Entonces, ¿qué primará más; el hastío hacia Pedro Sánchez o la alerta antifascista? Demasiados «y si». ¿Vox? Claramente, charco.
¿Y si Mañueco y Moreno necesitan a Vox para formar Gobierno? ¿Y si Vox se obceca en entrar, ahora sí, en los ejecutivos autonómicos?
Cisnes negros
La estrategia de Génova hasta aquí descrita está diseñada, como todas las estrategias, para tratar de encauzar, como diría Rumsfeld, «aquello que sabemos y aquello que sabemos que no sabemos» hacia el objetivo deseado, que es la victoria. Pero también existen, continuando la frase del difunto Secretario de Defensa de EE.UU., aquellas cosas «que no sabemos que no sabemos». Rumsfeld estaba más allá de toda boutade. Con su aparente trabalenguas hacía referencia a las zonas oscuras, a los cisnes negros, a esos imponderables que somos incapaces de prever y que, sin embargo, sí existen y nos impactan.
Queda un largo e incierto camino por delante. Aún así, podrían aventurarse los siguientes cisnes negros en el horizonte electoral del PP: una estancamiento o lento declive en las encuestas por una estrategia posibilista en exceso, el Frente Amplio de Yolanda Díaz y todas sus derivadas en el Mondo Zurdo y el conjunto del tablero, un crecimiento de Vox que llegue a desmandarse, una incipiente recuperación económica y sus efectos sobre el voto, un súbito adelanto electoral a nivel nacional activado por Pedro Sánchez, etc.
En la actualidad, la realidad política española e internacional se desliza sobre una fina capa de hielo que en cualquier momento podría romperse y engullir a uno o varios de los actores que participan en la carrera. ¿Qué ofrecerá mejor resultado? ¿Unos esquís de fondo, más anchos, aquellos que los competidores escogen para recorrer largas distancias; o bien optar por la ligereza, la sprezzatura, confiando en que la pesadez del resto de rivales les haga hundirse en el hielo?
Quién sabe. Seguiremos informando.