Drones Predator B, los espías del cielo

El Consejo de Ministros aprobó el pasado 14 de diciembre el contrato para el apoyo logístico del Predator B, drones controlados por el Ejército del Aire para misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Estos drones, que se caracterizan por su diseño específico para vigilancia de larga duración y a gran altitud, son los verdaderos ojos del Ejército en zonas consideradas estratégicas. Las aeronaves pueden operar durante más de 24 horas seguidas y transmitir la información en tiempo real. Además, tienen capacidad para operar vía satélite, y pueden ser utilizados en apoyo a misiones en  áreas de interés de inteligencia y seguridad marítima y defensa, así como operaciones aéreas.

Además, según subraya Defensa, el sistema puede realizar misiones de evaluación táctica de daños, designación de blancos, apoyo a misiones de rescate de personal y, por supuesto, en apoyo a la acción del resto del Estado.

Este apoyo incluye, de hecho, la observación directa en situaciones como crisis humanitarias, control de fronteras, prevención de incendios y lucha contra el terrorismo y el crimen organizado. 

La base principal de estos drones se encuentra en Talavera la Real, pero pueden operar también desde otros aeródromos. De hecho, se han levantado tres estaciones de control terrestre y equipos asociados para las misiones que se asignen a estos drones. Como datos curiosos, indicar que el 30 de enero de 2020 tuvo lugar el primer vuelo del avión MQ-9 (sin conexión satelital). Y el 22 de abril, el primero con conexión vía satélite. Estos aparatos dependen del Ala 23, una unidad con más de 50 años de historia.

La base aérea de Talavera la Real es la sede del Ala 23, unidad de Instrucción de Caza y Ataque del Ejército del Aire. Depende orgánicamente del Mando Aéreo General (MAGEN). La base aérea de Talavera la Real fue Base de Operación Principal del RPAS (Remotely Piloted Air System) Predator-B, sistema del que se adquirieron cuatro unidades, que comenzaron a llegar a España a finales de 2019. Para poner en marcha la plena operatividad del sistema, se elaboró un plan de implantación, que implicó, entre otras cosas, el acondicionamiento de sus infraestructuras a las necesidades del nuevo sistema de armas.

A lo largo de medio siglo, el centro de enseñanza ha realizado más de 130 cursos, en los que se han formado más de 2.000 alumnos. Desde su creación, el esfuerzo de la unidad se traduce en unas 250.000 horas de vuelo, de las cuales casi 150.000 pertenecen al F-5, el avión que ha formado, forma y formará a los pilotos de combate del Ejército del Aire. 

La tripulación del Predator B está compuesta por un piloto y varios tripulantes. La siguiente explicación del Ejército del Aire es ilustrativa de su trabajo: «Aunque pueda parecer contradictorio, operar un sistema aéreo no tripulado requiere de mucho personal. La tripulación, aunque no está embarcada, sí que está en la 'cabina' del avión. La parte principal de lo que llamamos la cabina es la estación de control en tierra o GCS (Ground Control Station). En ella hay dos puestos que tienen control directo sobre la aeronave, el piloto y el operador de sensores. El operador de sensores no tiene la formación previa de vuelo de un piloto, pero sí que realiza junto a este una formación intensiva de un año aproximadamente en este avión y la operación de sus sensores».

Además, debido a que la información se obtiene en tiempo real, existen otros puestos imprescindibles para procesar la información obtenida por los sensores del avión. Fundamentalmente se trata de personal especializado en análisis de imágenes con formación en inteligencia, según la misma explicación del Ejército del Aire.

La referencia del Consejo de Ministros sobre el último contrato indicaba que «el apoyo contempla numerosos servicios: ingeniería; mejoras en hardware y software; repuestos para respuesta rápida en despliegues, simulación, preparación, calibración y suministro de diversos equipos de tierra». El contrato tiene una vigencia de dos años, hasta diciembre de 2023, con un valor estimado de 80,7 millones de euros. 

Fuente: Ministerio de Defensa.