Dolores Delgado elige a la progresista Ángeles Sánchez Conde como su número dos en la Fiscalía

Según lo previsto. La nueva teniente fiscal del Tribunal Supremo, y número dos de Dolores Delgado en el Ministerio Público, será María Ángeles Sánchez Conde. La que fuera fiscal jefe del Constitucional ha recibido el apoyo de la titular del Departamento, y del total de los cuatro vocales de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), además del de la Inspectora María Antonia Sanz Gaite, en el marco del Consejo Fiscal que se ha celebrado telemáticamente este martes y en el que la candidata de la Asociación de Fiscales (AF), Consuelo Madrigal, al frente de la acusación pública en el juicio del 'procés', ha obtenido también cinco votos. Pese al empate inicial, fuentes próximas a la Fiscalía apuntan a El Debate que Delgado propondrá el nombre de su candidata de confianza al Consejo de Ministros. No en vano, corresponde a la fiscal general la potestad discrecional de seleccionar el nombre, en último término, pese a que lo habitual es que escuche, con anterioridad, al principal órgano de representación de la Carrera.

Sánchez Conde ocupará el puesto vacante tras la muerte, el pasado diciembre, de Juan Ignacio Campos sin que haya habido sorpresas en las quinielas previas, dado que la nueva teniente fiscal es de absoluta confianza para la exministra de Justicia. Delgado ya la promocionó el pasado mes de marzo, desde la Fiscalía de Sala del Tribunal Constitucional, donde desarrollaba sus funciones profesionales desde 2009, para otorgarle plaza en el Supremo. Entonces, destacó su trayectoria de más de una década «en una de las más altas magistraturas de la carrera fiscal y su profundo conocimiento del derecho constitucional».

La fiscal general «podría haber elegido a cualquiera», han apuntado a El Debate fuentes próximas a la Fiscalía, pero «no podría haberlo hecho sin los votos necesarios» en el seno del Consejo Fiscal». Así que, hasta hoy, «la única duda era si 'Gelis'», como se conoce familiarmente en la Carrera a la nueva mano derecha de Delgado, «iba a obtener todos los apoyos de la UPF y los ha logrado». También el de la Inspectora Fiscal, algo lógico si «tenemos en cuenta que fue nombrada por la propia Delgado para el cargo hace unos meses», han añadido las mismas fuentes. 

La exfiscal jefe del Constitucional será, ahora, la encargada de asumir, entre otras, la dirección de las causas pendientes en la Fiscalía sobre los indultos del procés y de Juana Rivas o la querella contra Ione Belarra admitida a trámite por el Alto Tribunal. No así la investigación, todavía abierta en el seno de Anticorrupción, sobre Don Juan Carlos cuyo archivo está próximo y que ha recaído, en sus últimos coletazos, sobre el jefe del ramo, Alejandro Luzón. 

El resto de candidatos

Javier Zaragoza, pese a ser miembro de la Unión Progresista de Fiscales (UPF) de la que fue miembro la actual fiscal general Dolores Delgado y a contar con el mejor curriculum de entre todos los aspirantes, no ha obtenido ningún respaldo. Y a José Javier Huete le ha restado que no pertenece a ninguna asociación de fiscales pese a haber sido el fiscal de Sala Coordinador de Menores de la Fiscalía General del Estado, desde 2015, y que abandonase el puesto para ocupar una plaza de fiscal en la Sección de lo Penal del Supremo, en 2020.

Por su parte, el fiscal jefe de la Fiscalía Antidroga, José Ramón Noreña, que también optaba al puesto quedó casi inmediatamente descartado tras el encontronazo que mantuvo en febrero de 2021 con Delgado, por designar a Zaragoza como refuerzo de la Fiscalía Especial Antidroga para el Campo de Gibraltar, cargo al que el elegido renunció. Noreña calificó la decisión de «ilegal e improcedente» en un escrito en el que manifestó abiertamente su discrepancia con la misma.

Con estos mimbres, los consejeros tendrán que elegir entre los cinco candidatos, que se postulan como número dos de la Fiscalía General del Estado (FGE), si bien la última palabra sobre la propuesta que se elevará al Consejo de Ministros será de la propia fiscal Delgado.