Bono destapa sus secretos
El ex ministro de Defensa abre a los ciudadanos sus archivos de más de 30 años de la historia de España
«Mi vida no es nada del otro mundo, pero es mi vida. Y si yo considerase que solo merece olvido, sería porque no he merecido vivirla». Con estas palabras del premio Príncipe de Asturias de las Letras 2010, Amin Maalouf, presenta el ex ministro de Defensa, José Bono, la página web, albergada en la Fundación Pablo Iglesias, en la que ha volcado parte de sus archivos personales, que recorren más de tres décadas de su historia y que también es la historia de España, desde su llegada al Congreso de los Diputados en 1979 hasta su retirada política en 2011.
En www.legadobono.fpabloiglesias.es, el que fuera presidente de Castilla-La Mancha, diputado raso, ministro de Defensa y presidente del Congreso de los Diputados vuelca casi 20.000 documentos que ha ido recopilando con el paso de los años y que ilustran buena parte de la Historia de España.
Como presidente de Castilla-La Mancha
La lucha por convertir Cabañeros (Ciudad Real) en un Parque Natural (posteriormente Parque Nacional) que evitara convertirlo en Campo militar de Tiro le llevó a abroncar veladamente al entonces ministro de Defensa, Narcis Serra, también socialista como él. «He recurrido a escribirte ante la imposibilidad de hablar telefónicamente contigo en los últimos meses (lo he intentado en dieciséis ocasiones)» le aseguraba tuteando a todo un ministro el 26 de enero de 1987.
O su empeño en que el Tren de Alta Velocidad llegara a las cinco capitales castellano-manchegas le llevó a imponer condiciones al entonces presidente del Gobierno de España, José María Aznar. «Le manifiesto que desde Castilla-La Mancha no admitiremos una línea de ferrocarril y un tren que no sea de alta velocidad en todos sus términos», afirmaba en una carta firmada el 9 de diciembre de 1999.
Como ministro de Defensa
Menos personales, incluso saltándose la discreción propia de un ex ministro, son los documentos que publica, por ejemplo, en el caso del accidente del Yak-42. En el apartado muestra cartas e informes sobre la polémica en la identificación de los cadáveres de los militares españoles. Pero, incluso, publica la carta que envía el secretario general de Política de la Defensa, a un familiar de los fallecidos en la que le recrimina los artículos que envía a los medios de comunicación. «Sería más solidario no escribir más cartas como esta última que solo sirven para denigrar a la Sanidad Militar», le espeta.
Tampoco se caracteriza por la discreción cuando publica la «confesión» del director del CNI en el momento de los atentados del 11-M, Jorge Dezcallar, a su sucesor, Alberto Saiz. «Me dijeron desde Moncloa que dijera que ETA era la autora del atentado. Y yo lo hice, pero con la cautela de añadir 'con toda probabilidad' ».
Como presidente del Congreso
En los documentos de esta etapa, José Bono trata de mostrarse como una persona empática que trata de contentar a todos, sean del partido que sean. Así reproduce, como ya hizo en un libro anterior, la nota manuscrita que le envió el diputado del PNV, Aitor Esteban, tras escucharle sin interrumpirle los cinco minutos que el nacionalista habló en euskera el 22 de marzo de 2011 ante el plenario. «Presidente, mis respetos por tu savoir faire y por tu inteligencia. Te sacaremos la cara ante el PP si es necesario», le reconocía Esteban.
Los documentos que comparte José Bono abarcan cuestiones personales, pero, al mismo tiempo, al haber tenido una vida personal tan ligada al centro de la actividad política y ejecutiva de España, los 19.527 documentos suponen un recorrido por más de 30 años de la historia de nuestro país.
Autobombo
Este archivo digital puede ser muy interesante y de gran utilidad para el estudioso de la historia reciente de España y también para curiosos. Pero quien busque algún tipo de autocrítica de la labor de una persona con tanto peso en las últimas décadas de la vida de los españoles, que no se moleste. José Bono no cometió ningún error.
Ni tan siquiera cuando un micrófono abierto permitió en 2008 escuchar de su boca aquella frase de «hay mucha santa y algún malo (…) y los del partido propio que son unos…» cometió un error. Simplemente se trataba de un «audio robado», explica en uno de los documentos expuestos en la página web.
De la matanza de Atocha al 23-F
Así pues, estos archivos no solo permiten conocer buena parte de la historia de España, sino también facilita conocer un poco más de cerca la personalidad de Bono. Y lo hace con un apartado específico sobre su vida en Salobre (Albacete), su pueblo natal, y sus años de juventud ya en la capital de España.
Y llama la atención que en este apartado dedicado a su lado más personal se encuentre una carpeta dedicada a la matanza de los abogados de Atocha, donde ejerció de abogado de una de las víctimas, Luis Javier Benavides, y otra en la que narra y muestra lo que vivió en el intento de golpe de Estado de Tejero en el año 1981 cuando ocupaba la secretaría cuarta del Congreso de los Diputados.
Ahí se ve el peso que tuvieron esos dos sucesos en la vida de José Bono y que, en buena medida, marcaron el devenir de la carrera política y personal del ex ministro y también de España.