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Crónica política

Los entresijos de la 'pax madrileña' entre Génova y Sol

Un intenso trabajo de fontanería dentro del PP, y la llegada de un ciclo electoral, ha impuesto un reseteo en las relaciones entre ambos equipos

Año nuevo, política nueva. Este ha sido el lema que se ha impuesto entre Génova y Sol, tras meses previos en los que la beligerancia entre ambos equipos ha supuesto un notorio desgaste para la marca del Partido Popular en las encuestas.

El desayuno informativo celebrado ayer en Madrid oficializó el reseteo de las relaciones de cara al 2022. Ante un nutrido elenco de representantes de su propio partido, la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, recalcó la «total» normalidad de las relaciones que mantiene con la dirección nacional del PP, así como su respaldo sin fisuras hacia la figura de Pablo Casado. «Hemos estado en el último trimestre dando algunos titulares», fue la mención que la presidenta de Madrid hizo a la etapa anterior para darla ¿definitivamente? por finiquitada.

La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso (c), junto al presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (i), y el secretario general del Partido Popular (PP), Teodoro García Egea (d)EFE

Teodoro García Egea e Isabel Díaz Ayuso charlando mientras caminaban para entrar en el hotel donde iba a celebrarse el desayuno informativo. Para llegar a la imagen que contemplamos ayer, fue necesario atravesar antes por valles oscuros, de aguda crisis, que en el congreso andaluz del PP en Granada alcanzó su máximo encrespamiento.

Estupor y tiempo de silencio

Tras el estupor por aquel «vuela libre y toma tus propias decisiones; solo se desgasta quien se comporta como una marioneta», se impuso un tiempo de silencio, que llevó a realizar durante todo el mes de diciembre un intenso trabajo de fontanería dentro del partido, al que no fueron ajenos ni Teodoro García Egea ni Miguel Ángel Rodríguez; tampoco Ayuso y el propio Pablo Casado.

Fuentes próximas a la presidenta madrileña confirman que ambos líderes conversaron en Navidad para «felicitarse el año ». «La interlocución del presidente del PP con todos los presidentes autonómicos del partido es la habitual», señalan, correctísimos, algunas fuentes desde Génova. Ambas partes coinciden en que fue «una conversación privada». Privada, y con evidentes efectos públicos.

Como en todo lo relacionado con la política, tras estas conversaciones hubo ganadores y perdedores

Como en todo lo relacionado con la política, tras estas conversaciones hubo ganadores y perdedores. Egea, de su parte, tenía el principio de realidad, que en este caso se ha materializado en forma de calendario electoral. Una razón próxima, las elecciones anticipadas en Castilla y León, permitía comprender que no era momento para más trifulcas. Continuar con la guerra hubiera sido suicida para todos.

Aunque también se han impuesto otros motivos de fondo: la más que probable abrumadora victoria de Alfonso Fernández Mañueco, unido al igualmente probable triunfo de Juanma Moreno –las elecciones en Andalucía aún no se han anticipado, pero todos los mentideros coinciden en que serán para junio–, diluirán el aura de excepcionalidad sobre la que Ayuso ha cabalgado durante el último semestre y reforzará el liderazgo de Pablo Casado. En Sol entendieron que convenía replegar velas.

No todo el rato contra todos

«En un rally no puedes ir todo el rato a 300 kilómetros por hora; tampoco puedes estar todo el rato echándole un pulso a la dirección nacional de tu propio partido», señalan para El Debate fuentes ‘populares’, que han seguido muy de cerca el diálogo entre las partes. «Isabel podrá presentarse a la presidencia del PP de Madrid, nunca nadie le dijo que no pudiera hacerlo, y el congreso autonómico será cuando toca, entre otros motivos porque sería necesario convocar una Junta Directiva Extraordinaria para cambiar los plazos», indican estos mismos interlocutores. Es decir, que las tesis de Génova, por la lógica misma de los hechos, ha terminado por imponerse.

Isabel Díaz AyusoPP

También hubo un momento, sutil pero real, en el que Sol percibió que el personaje podría llegar a devorar a la persona. «Acuérdate de la entrevista en EsRadio, antes de Navidades. Jugaba en casa y con el tema de los sanitarios se vino arriba. Y no. Eres una estrella, ok, pero si estás todo el rato enfrentándose con todos, al final terminas por quedarte solo y pierdes. Luego apagaron el fuego rápido», recuerdan los mismos interlocutores.

«¿E Isabel no gana nada? ¿Todo es decir ‘sí bwana’ a Génova? Raro, raro...». «No, hombre, no». Matiza la citada fuente. «Después de Castilla y León, después de Andalucía, Ayuso podrá presentarse. Con su lista, sin terceras vías. Ya leíste el otro día a Almeida; a él nadie le ha pedido que se presente a disputar el control del PP de Madrid. Y es verdad. Si Almeida fuese de número dos, eso significa ser el secretario general madrileño, el fontanero en jefe regional, el que te tiene que ir un día en el coche a ver qué pasa en la sede de Soto del Real; y otro, a hacerte las listas en San Martín de Valdeiglesias. Almeida no está para eso. En el fondo, ella se ha ganado ser la presidenta del PP de Madrid, y está claro que en unas elecciones arrasará entre los afiliados. Además, el tirón de Ayuso, mantenido bajo la vertical del poder, beneficia al conjunto del partido. Por eso, Mañueco dijo que su modelo es Ayuso. Ojo, que la tercera vía, quizás con otro nombre, tampoco está descartada al 100 %. Dependerá de Sol».

Ayuso se ha ganado ser la presidenta del PP de Madrid, y está claro que en unas elecciones arrasará entre los afiliados. Además, su tirón, mantenido bajo la vertical del poder, beneficia al conjunto del PP

El factor Andalucía, el factor Juanma Moreno, comienza a tener creciente valoración en los Headquarters del Partido Popular. «Ganar en Madrid es importante porque es Madrid, pero aquí, salvo durante la Movida, llevamos ganando 30 años. Pero lo que está haciendo Moreno en Andalucía es muy difícil. Está cambiando las tuberías sin verter el agua. Aquello, hasta ayer mismo, era territorio 100 % socialista. Hay pueblos del interior donde aún hoy no tenemos cuadros. Hay Diputaciones donde no hemos rascado bola desde que el mundo es mundo. Y Juanma, paso a paso, le está dando la vuelta a la tortilla. Eso sí que va a ser un cambio de ciclo histórico. Primero, Castilla y León. Luego, Andalucía. Y después, en el segundo trimestre de este año, tal y como marcó la Junta Directiva Nacional, en la que por cierto votó Ayuso, que se presente, claro».

Comienza un fuerte ciclo electoral que impone el 'prietas las filas'. Pedro Sánchez, este mismo fin de semana, ha recalcado una vez más que su coalición de Gobierno aguantará hasta el final. Ayuso tendrá que esperar hasta 2023.