Doble moral
Delgado alegó la falta de idoneidad de Madrigal para ser su número dos porque fue fiscal general
La actual titular del Ministerio Público rechazó la candidatura presentada por la fiscal del juicio al 'procés', para ocupar el cargo de teniente en el Supremo, por el mismo motivo por el que los fiscales la cuestionan a ella: su «idoneidad»
La última entrega de la serie de polémicas de Dolores Delgado ha llega de la reciente «elección» de la que será la número dos de su departamento, y teniente fiscal del Supremo, la progresista María Ángeles Sánchez Conde, el pasado martes, en el marco del primer Consejo Fiscal del año. Los fiscales han afeado a Delgado que rechazase para el puesto a Consuelo Madrigal, con mejor curriculum y trayectoria que la fiscal finalmente propuesta al Consejo de Ministros, protegida de Cándido Conde Pumpido, y los motivos para hacerlo. No en vano, la razón alegada por la titular del Ministerio Público para inclinarse por su candidata favorita, por el método del «dedazo» discrecional, fue que la «idoneidad» de Madrigal quedaba comprometida por haber sido fiscal general. De hecho, la primera fiscal general del Estado. Un argumento que chirría con el hecho de que la propia Delgado haya defendido la suya, sin hacerlo expresamente, pese a acceder al nombramiento tras abandonar el Ministerio de Justicia, en el seno del Gobierno socialista. Todo un escándalo sin precedentes en el ámbito jurídico pero, también, en la esfera política.
Y así lo han hecho constar la mayoría de los fiscales, miembros de la Asociación mayoritaria de la Carrera (AF) en un comunicado emitido este mismo jueves. «No compartimos, por tanto, los argumentos expuestos por la fiscal general», en alusión a Dolores Delgado, «para quien–tal y como afirmó el otro día en el Pleno– Doña Consuelo Madrigal resulta ser la única candidata no idónea de los peticionarios precisamente por el hecho de haber sido fiscal general del Estado. Este dato, lejos de ser considerado por la actual fiscal general como un mérito añadido al largo currículo de la Excma. Sra. Madrigal, le priva a ésta -a su juicio- de la imparcialidad y la neutralidad debidas por el carácter político del nombramiento, lo que –siempre a su entender– generaría una polémica inadmisible en la Carrera Fiscal, que se mantendría en el tiempo por la necesidad de abstenerse de numerosos asuntos».
Una doble moral que choca con la realidad de la propia Dolores Delgado en el seno de la Fiscalía donde su designación fue, y es, durísimamente criticada por sus propios compañeros de profesión quienes han llegado a exigir su dimisión tras asegurar que la presencia de la socialista al frente del Ministerio Público «ha dinamitado el prestigio» de la institución.
Empate técnico
La nueva teniente fiscal del Tribunal Supremo, y número dos de Dolores Delgado en el Ministerio Público, María Ángeles Sánchez Conde, quien fuera fiscal jefe del Constitucional, recibía el pasado martes el apoyo de la titular del Departamento, y del total de los cuatro vocales de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), además del de la Inspectora María Antonia Sanz Gaite, en el marco del Consejo Fiscal que se celebró telemáticamente el pasado martes y en el que la candidata de la Asociación de Fiscales (AF), Consuelo Madrigal, al frente de la acusación pública en el juicio del 'procés', obtuvo también cinco votos.
Pese al empate técnico inicial, Delgado propuso finalmente el nombre de su candidata de confianza al Consejo de Ministros. No en vano, corresponde a la fiscal general la potestad discrecional de seleccionar el nombre, en último término, dado que la norma no escrita es que escuche, con anterioridad, al principal órgano de representación de la Carrera.
Ahora que han trascendido los motivos alegados por Delgado para decantarse por Sánchez Conde en detrimento de Madrigal –quien, por cierto, fue una de los dos únicos candidatos que presentó un programa de actuación de la Fiscalía en el seno del Supremo– se pone de manifiesto el doble rasero de la exministra de Justicia para hacerlo.