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Isabel Díaz Ayuso en el congreso autonómico del PP, en LeónEl Debate

Congreso PP Castilla y León

Largos aplausos a Egea y la pullita de Ayuso

En un congreso marcado por la previsibilidad y la unidad, dos pequeñas anécdotas han servido para ilustrar el sentir general dentro de los 'populares'

Pocas sorpresas pueden esperarse de un congreso marcado por lo previsible de su resultado –la relección de Alfonso Fernández Mañueco como presidente del PP castellanoleonés, y por la proximidad de unas elecciones que obligan subrayar, por encima de cualquier posible debate interno, la imagen de unidad de cara a los electores.

Sin embargo, por los márgenes de la imagen más oficialista han podido atisbarse un par de anécdotas que, sin dejar de serlo, tienen cierto carácter de categoría por reflejar el sentir interno dentro del principal partido de la oposición en España.

La primera de estas anécdotas ha sido la recepción que los asistentes han prestado al secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea. Más allá de la apabullante nube de cámaras y micrófonos que siempre le rodea –«peor sería que no fuese así», incide al respecto uno de los miembros de su equipo– el discurso de Egea, con reiterados énfasis en la unidad del partido, ha recibido largos aplausos por parte del publico asistente, formado en su práctica totalidad militantes, muchos con rango de compromisarios, del Partido Popular. Los abrazos y muestras de simpatía que Mañueco prodigó a Egea también hablan de una sintonía que va más allá de lo meramente protocolario. Por su parte, Jorge Azcón, alcalde de Zaragoza, y con toda probabilidad próximo presidente del PP de Aragón, también fue generoso en su intervención con las muestras de afecto al secretario general de su partido.

Guiño sutil de Sol a Génova

De todos estos gestos y guiños, así como de la misma normalidad con la que se está celebrando el congreso, fuentes próximas a la organización señalan que existe dentro del PP una soterrada, pero evidente, sensación de alegría por el regreso a la normalidad, tras unos últimos congresos autonómicos, especialmente los de Castilla y La Mancha y Andalucía, donde las tensiones entre Génova y Sol fueron totalmente explícitas. Egea, en este nuevo contexto, es visto como la encarnación de la vertical de poder, y en un partido de orden, como es el PP, esto es algo que, según los referidos interlocutores, «agrada y se celebra».

El acto más destacado en la tarde del congreso ha sido la intervención de cuatro presidentes autonómicos del Partido Popular, moderados por el propio Mañueco. La presidenta de la Comunidad Madrid, Isabel Díaz Ayuso, confirmando que el nuevo año comienza con una nueva etapa en sus relaciones con la dirección nacional de su partido, ha realizado una intervención ajena a toda polémica, limitándose a reivindicar la importancia de las elecciones autonómicas que se celebrarán el próximo 13 de febrero en Castilla y León como un «faro de luz y esperanza» para toda España.

Ahora bien, justo al comienzo de su intervención, la presidenta de Madrid, para dirigirse al público asistente, dijo: «Compañeros, iba a decir compromisarios… A ver si lo cogen». Y luego ha proseguido con el conjunto de su intervención, marcada por la sintonía plena con la dirección nacional del partido. Estas sutiles palabras de Isabel Díaz Ayuso, en el mismo inicio de su intervención, han sido interpretadas por varios de los asistentes como un guiño de la presidenta autonómica para hacer mostrar su interés en que ella también quiere, al igual que Alfonso F. Mañueco, celebrar su propio congreso, cuya fecha no termina de decidirse, pero que según la Junta Electoral del PP tendría que ser en el primer semestre de 2022.