«Ciudadanos muere, y lo hace de la peor manera: matando»

En los entornos próximos a Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León y candidato del PP a las próximas elecciones autonómicas, no gustan el tono ni los mensajes que está empleando el candidato de Ciudadanos, Francisco Igea, que, hasta hace poco, tras ser cesado precisamente por Mañueco, también era vicepresidente de la Junta castellanoleonesa.

«Todas las encuestas, y no solo aquí, hablan de que este partido está desapareciendo, y de forma acelerada además. Pero incluso en una situación así, hay formas de hacerlo. En Castilla y León acabamos de sufrir cómo Igea estaba preparando una nueva moción de censura. No hemos podido aprobar los Presupuestos precisamente por los ‘trapicheos’ de Igea con los socialistas, y ahora habla él de excluir, dando lecciones morales... Todo bastante lamentable, la verdad», señala el referido interlocutor.

La operación de las mociones de censura coordinadas entre Inés Arrimadas y Pedro Sánchez, aunque fallida, ha dejado resquemor dentro de las filas populares, incluso cierta necesidad de desquite. La implicación de Fernando López-Miras, presidente de la Región de Murcia, en este congreso no resulta casual. Asistió este sábado y también hoy, domingo. «Todo comenzó en Murcia», afirmó ayer en su intervención López-Miras para referirse al primer intento de moción de censura, impulsado por Ciudadanos y PSOE en la comunidad que preside.

Todo empezó en Murcia

El líder murciano describió con detalle cómo fue la operación de la moción, abortada en el último minuto. «Semanas antes de que trataran de pulsar el botón rojo, comencé a recibir llamadas de Ciudadanos, desde Murcia y desde Madrid, para decirme que todo iba fenomenal, que nuestra coalición era genial y que íbamos a estar juntos hasta el final. Luego supimos que en esos momentos ya estaban preparando la traición», narró López-Miras a los asistentes.

Quizás este sea el motivo por el que este presidente autonómico haya manifestado su disposición «las 24 horas del día» para hacer campaña al lado de Alfonso Fernández Mañueco con el objetivo de explicar «cuantes veces haga falta» la operación de moción de censura de Murcia, cuyo intento ha sido similar a la que también pretendía ejercerse desde Castilla y León.

En este congreso autonómico del PP también hay una nutrida presencia de cargos y miembros del aparato de la dirección nacional de los populares. Su valoración sobre el fenómeno Ciudadanos coincide a grandes rasgos con la de sus compañeros de partido castellanoleoneses. «Basta ver como actuó Arrimadas. Ganó las elecciones en Cataluña y, acto seguido, abandonó aquella tierra para irse a hacer carrera Madrid. Y el propio Albert Rivera hizo tres cuartos de lo mismo. Tras ver que no llegaría a presidente, en gran parte por sus propios errores, y porque su partido daba para lo que daba, abandonó todo», valoran estos interlocutores.

Algunos apparatchiks del PP, veteranos en lides electorales, comparan la actitud de Ciudadanos con la del Partido Popular. «Ellos, Ciudadanos –recuerda una fuente próxima a El Debate– montaron toda su estrategia sobre las lecciones morales y sobre prometerle a la gente que todo podría cambiarse en un cuarto de hora. Y claro, luego te encuentras con la realidad. Cuando ves que no puedes cumplir tus promesas, puedes hacer dos cosas: abandonar o asumir las consecuencias, que suele ser la impopularidad. Ciudadanos, en su respuesta, está haciendo lo peor de lo primero y lo peor de lo segundo. Bajan y bajan en popularidad, pero en vez de asumir las consecuencias, quieren ganar en oscuros despachos lo que pierden en las urnas».