Podemos cumple ocho años y todos sus fundadores han abandonado ya el partido
El último en dejar la formación fue Pablo Iglesias, el pasado mes de mayo
Un grupo de jóvenes educados en su mayoría en la Universidad Complutense de Madrid fundaron Podemos en el año 2014. De esos cinco, no queda ya ninguno. El último en abandonar fue Pablo Iglesias, la cara más visible del partido. Únicamente él y Juan Carlos Monedero guardan buena relación con el partido que un día vieron nacer. Los vaivenes y las luchas de poder internas fueron desmigajando la cúpula de Podemos hasta hacerla desaparecer por completo.
Íñigo Errejón
Errejón quiso ser líder e Iglesias no estaba dispuesto a ello. La celebración de Vistalegre II –asamblea en la que el partido y sus militantes deciden quién ocupará la secretaría general– enfrentó a ambos dirigentes de Podemos. Finalmente, Iglesias salió vencedor y Errejón fue castigado con la pérdida de su puesto en la portavocía de la formación.
Desde ese momento, la tensión entre los dos solo fue en aumento e Iglesias consiguió tapar a un Errejón que fue perdiendo poder progresivamente. La traca final llegó con su decisión de presentarse bajo la plataforma de Manuela Carmena en las elecciones autonómicas de Madrid en el año 2019. Podemos contratacó presentando una candidatura alternativa y Errejón decidió abandonar la formación: «Pago tranquilo el precio de tomar una decisión correcta», anunció ante los medios.
Luis Alegre
No se puede hablar de Luis Alegre sin hacerlo de Iñigo Errejón. Su apoyo a la candidatura del ahora líder de Más País revolvió a los denominados «pablistas» que vieron su posicionamiento como una traición. Alegre siempre fue discreto pero no dudó en discrepar del rumbo elegido por Podemos y el distanciamiento que esto suponía de las idea del partido que él también fundó.
«Entraron tarde y entraron mal, con la intención de excluir a todos los que no formaran parte de su pandilla. No son más de cuatro o cinco personas, pero suficientes para dar al traste con todo», escribió en una carta previa a la asamblea de Podemos señalando de forma velada al nuevo núcleo que Iglesias había formado entorno a la ahora ministra de Igualdad, Irene Montero, y otros miembros como Rafa Mayoral o Juanma del Olmo.
Juan Carlos Monedero
Monedero fue el primero en abandonar el barco pero nunca terminó de irse. El cofundador renunció a formar parte oficialmente de Podemos en el año 2015 cuando salió a la luz el escándalo sobre los 400.000 euros cobrados en asesorías a distintos Gobierno de Latinoamérica y que no declaró a Hacienda. A pesar de librarse de la sanción fiscal pagando 200.000 euros para enmendar su error, Monedero decidió mantenerse al margen de la «vida pública» de partido.
Sin embargo, el politólogo es uno de los cerebros de Podemos y siempre ha contado con la confianza del que hasta hace unos meses era el líder del partido, Pablo Iglesias. En la actualidad ocupa el cargo de director de la asociación Instituto 25M, la agencia de pensamiento financiada por Podemos.
Carolina Bescansa
Bescansa se convirtió en la tercera en discordia entre Iglesias y Errejón. La gallega intentó una tercera vía que defendió como de entendimiento pero que fue entendida por el líder de Podemos como un intento más de arrebatarle el poder.
Su salida del partido se hizo de manera progresiva. Iglesias, consciente del desgaste de los continuos enfrentamientos internos, intentó disimular la marginación a la que sometieron a la exdiputada.
El último intento de reflote de Bescansa fue al presentarse a las primarias de Podemos en Galicia en el año 2018. Su rival, el candidato de Iglesias, terminó venciendo. La gota que colmó el vaso fue el descuido cometido por ella misma al enviar a su cuenta de difusión de Telegram un mensaje donde compartió de manera fugaz, y suficiente, un documento en el que se exponía un plan dirigido a liderar un proyecto de unión con Errejón en Madrid.
Pablo Iglesias
El último en abandonar fue Pablo Iglesias. Lo hizo en mayo del pasado año dejando también su puesto en la vicepresidencia del Gobierno de Pedro Sánchez. El enfrentamiento continuo desgastó al líder de los morados que decidió dejar de lado la política para dedicarse a realizar intervenciones en medios de comunicación.
Con la salida de Iglesias, Podemos se quedó huérfano. No solo porque fuese el último cofundador en hacerlo sino porque su sustituta al frente del partido, Ione Belarra, apenas capta la atención política y mediática. En su lugar se ha erigido como líder sin el cargo la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.