Cómo funciona el sistema electoral de Castilla y León
El reparto de escaños se basa en circunscripciones, o provincias, en el número de habitantes de cada provincia y en el número de votos válidos que se emitan durante la jornada electoral
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Al cierre de las urnas de las elecciones regionales en Castilla y León, conviene recordar cómo funciona el sistema electoral por el que saldrán elegidos los miembros del nuevo Gobierno castellanoleonés. Lo primero que hay que tener en cuenta es que los votos no se cuentan de forma global en la comunidad autónoma, sino que se contabilizan por circunscripciones electorales, es decir, por provincias. El número de escaños que cada partido logre dependerá del número de votos que reciba en cada provincia.
De todos los partidos que concurren a las elecciones del 13 de febrero, solamente siete contarán con papeletas en todas las provincias. Otras, como por ejemplo UPL que lo hará en tres provincias, se presentan únicamente en algunas.
¿Cuántos escaños reparte cada provincia?
El reparto de escaños se hace con base en la población que tenga cada provincia. Así, a cada circunscripción le corresponde un número distinto de escaños, o procuradores, para las Cortes de Castilla y León.
Como comienzo para el reparto, a cada provincia se le asignan 3 escaños. A partir de ahí, se le suma otro por cada 45.000 habitantes o por fracción superior a 22.500 habitantes. De esta forma, el reparto queda de la siguiente manera: León, 13 escaños; Palencia, 7 escaños; Burgos, 11 escaños; Zamora, 7 escaños; Valladolid, 15 escaños; Soria, 5 escaños; Salamanca, 10 escaños; Ávila, 7 escaños y por último, pero no por ello menos importante, Segovia con 6 escaños. Un total de 81 escaños, por lo que la mayoría absoluta en la cámara autonómica se sitúa en los 41.
¿Cómo se reparten los escaños?
Para poder optar al reparto de escaños, un partido político deberá obtener, al menos, un 3 % de los votos válidos emitidos en la circunscripción. Esta norma, por ejemplo, dejó fuera del reparto de escaños en Segovia a Izquierda Unida en las elecciones de 2019. Se contabilizaron 84.053 votos válidos. El corte para entrar al reparto se situó en los 2.521 votos. Izquierda Unida obtuvo 2.006 papeletas en esas elecciones, por lo que no llegó al 3 % de los votos válidos totales. Y, por tanto, no optó al reparto de escaños. Tanto Vox como Podemos sí lograron más del 3 % de los votos válidos, pero aun así no lograron escaño por la siguiente fase en el reparto de escaños.
Una vez realizada la criba del 3 % de los votos, se colocan los votos válidos de cada partido en una columna y los escaños en juego en una fila. A continuación, se dividen esos votos por el número de escaños. De esta forma se obtendrá una tabla con distintos cocientes.
Una vez realizada la tabla con todos los coeficientes, obtendrán escaño aquellos coeficientes más altos. Es decir, si se reparten 6 escaños como es el caso de Segovia, los partidos que se correspondan con los seis cocientes más altos de la tabla son los que se llevan los escaños. Por esta razón, ni Vox ni Podemos lograron escaño en 2019. A pesar de la poca diferencia de votos obtenidos por PSOE y PP, apenas unos 200 votos, los socialistas lograron un escaño más que los populares.