Macarena Olona, lanza de Vox en Andalucía

Vox despegaba hace un año en Cataluña, convirtiéndose en primera fuerza de la derecha. El pasado domingo lo hizo en Castilla y León. Ahora sí, ha dejado clara su mayoría de edad. Desea entrar en el gobierno autonómico en proporción a la fuerza que sus 13 procuradores le han granjeado. Andalucía está al caer. En la comunidad sureña, la esperanza la enarbola la diputada de Vox en el Congreso, Macarena Olona.

La alicantina ha resultado de gran servicio a la formación de Abascal en las Cortes y en las campañas. Como abogada del Estado, Olona ha participado en la redacción y defensa de varios triunfos judiciales del partido. Como activista del partido, en no pocas plazas autonómicas.

Los inconstitucionales estados de alarma, el pasaporte Covid-19, las preguntas a Sánchez para justificar la materialización económica de sus costosos viajes a EE.UU. o la investigación a Grande-Marlaska por, supuestamente, encubrir la identidad de los agitadores del acto de las autonómicas de Madrid en el madrileño barrio de Vallecas. Estos son algunos de los casos cuyo altavoz nacional levantó la política en la Cámara Baja y ante los medios.

Ha ejercido como primera espada de García-Gallardo, el joven representante de Vox en Castilla y León. Olona fue la que abrió la precampaña en varios pueblos de Ávila. De hecho, encabezó cinco de los 25 mítines ofrecidos en la comunidad, una cuarta parte de ellos sin contar al propio presidente de la formación. Viralizó las redes sociales con la respuesta de los obreros votantes de Vox a la ministra Montero y «el supuesto miedo de los hombres a las tetas».

El todoterreno femenino de Abascal no termina aquí. Lleva meses sonando con fuerza en la comunidad andaluza.

La entrada de Vox en el gobierno castellanoleonés podría condicionar el devenir de la campaña andaluza. Una región en la que su presidente también popular, Juanma Moreno, se ha planteado el adelanto de las elecciones a junio. Olona fue muy clara en una entrevista concedida a este medio a finales del año pasado, aspiran «a la presidencia de la Junta andaluza».

Al fin y al cabo, todos los sondeos apuntan a que la política irrumpiría con tal firmeza en Andalucía que obligaría al cambio de estrategia política. Casi el mismo escenario con el que se ha encontrado ahora Mañueco. Con la diferencia de que Moreno aun no ha renunciado a los naranjas y que, supuestamente, ninguno de los dos recibe instrucciones desde Génova. La apuesta de Abascal por Olona sigue siendo más válida que nunca, según confirma el partido.