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Paula Andrade

Elecciones 13F

¿Qué hay detrás de las estimaciones erróneas del CIS?

El Debate analiza la desviación de las encuestas del CIS bajo la presidencia de Tezanos, sus causas y su impacto en los comicios de Castilla y León

Los resultados de las elecciones autonómicas en Castilla y León volvieron a poner en evidencia la desviación de las estimaciones del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), puesto que ninguna de las formaciones políticas de carácter nacional se situó dentro de la horquilla de escaños que proyectó la institución presidida por José Félix Tezanos en su último sondeo.

No se trata de un hecho aislado: el CIS ha sobreestimado en tres puntos porcentuales de media el apoyo electoral del bloque de la izquierda y ha minimizado cuatro puntos el de los partidos de la derecha en los seis comicios celebrados en España desde noviembre de 2019.

En Castilla y León, este organismo fue la única encuestadora que dio la victoria a los socialistas; también en su barómetro 'flash' publicado a apenas seis días de las elecciones. Las urnas desmintieron su pronóstico: el Partido Popular ganó con el 31,43 % de los votos y Vox se situó 6,64 puntos porcentuales por encima de su estimación.

Hace diez meses, el CIS también erró en su proyección para las autonómicas de la Comunidad de Madrid al «pronosticar un vuelco hacia la izquierda» a pocos días de los comicios, mientras que «la mayoría de los estudios demoscópicos daban una mayoría clara a Isabel Díaz Ayuso y a la suma de PP y Vox» desde la semana posterior a la convocatoria electoral, recuerda Miguel Díaz, codirector del portal Electomanía.

Un nuevo modelo de medición

«Cuando Tezanos llegó a la institución tras la moción de censura de 2018, el CIS cambió la forma de analizar los datos de los sondeos electorales, implementando un programa de optimización de los modelos de estimación», afirma José Miguel Silva, director de análisis y estudios de Target Point, encuestadora de El Debate.

En la nota adjunta a sus estudios, el organismo público asegura que este método «refleja con mayor eficacia la realidad empírica multipartidista», pero a la vez reconoce que «en ningún caso» representa «un paradigma anticipado de estimación de voto». Para Silva, esta aclaración «es un intento de 'cubrirse las espaldas' en el caso de que los datos que ofrecen no se acerquen a los resultados» de las elecciones.

«Al principio de la presidencia de Tezanos, el CIS cambiaba continuamente de criterio para 'cocinar' los datos; ahora intenta modificarlo lo menos posible. Si bien sus estimaciones suelen tener una desviación de tres o cuatro puntos porcentuales hacia el bloque progresista, no se aprecia que se haya aplicado un factor de corrección en sondeos posteriores», apunta Díaz.

Hay que tener en cuenta que las muestras de población que toma el CIS para realizar sus proyecciones tienen «un volumen extraordinario, que muy pocos institutos privados se pueden permitir», asegura José Miguel Silva. De hecho, en la realización de las dos encuestas del organismo para las elecciones de Castilla y León se entrevistaron a más de 11.000 personas.

En estos sondeos, el centro de estudios ofreció una horquilla de hasta seis procuradores en la estimación de los resultados de PSOE (29-34) y PP (24-30), algo que para el director de análisis y estudios de Target Point constituye «un insulto a los profesionales dedicados a la demoscopia» y revela que «no estás seguro del resultado que estás ofreciendo».

El codirector de Electomanía, Miguel Díaz, no descarta que se produzca también un 'efecto guasa' que lleve a algunos encuestados a «contestar que van a votar al PSOE» al detectar que el CIS es el responsable del sondeo, con el fin de «acentuar su desprestigio».

La principal perjudicada, la institución

«Estas han sido las primeras elecciones de la historia en las que el CIS no acierta el partido ganador en Castilla y León. Desde 2018 ha fallado en su estimación en todos los comicios a excepción de las primeras generales de 2019. La principal perjudicada es la institución, que no merecía ese descrédito», reflexiona María Martín, directora de comunicación de GAD3.

«No hay que olvidar que una encuesta no predice lo que va a pasar en el futuro, si no lo que la gente dice que va a hacer», subraya José Miguel Silva, que también apunta que, «aunque ha habido un cierto movimiento en la semana previa a las elecciones, este respondía a tendencias que se percibían previamente: el PP iba cayendo en apoyos, el PSOE seguía estable y subía Vox».

«En la última semana ha habido una mayor movilización del votante del PSOE y desmovilización entre los del PP, lo que ha hecho que se estrechara la diferencia entre ambos partidos. El principal damnificado del CIS en Castilla y León ha sido Podemos, ya que al hinchar tanto las expectativas del PSOE y pronosticar su victoria, es posible que los electores hayan optado por el voto útil en la región», señala Martín.

El análisis de los sondeos realizado por El Debate sitúa a Unidas Podemos como la formación política a la que el organismo público ha sobreestimado más en las últimas seis elecciones (+2,87), seguida del PSOE (+2,12) y Ciudadanos (+1,68). Por el contrario, a PP y Vox les ha dado dos y tres puntos menos de media respectivamente.

«Los partidos más perjudicados por el CIS han sido Ciudadanos y Podemos, al inflarles las expectativas. El PP siempre está un poco más bajo que en las elecciones, mientras que con Vox es con el que más se ha equivocado», concluye Silva, que considera que a pesar de ello, «sus encuestas no han conseguido crear tendencia, ya que como se ha visto en Galicia o Madrid, los resultados han sido muy diferentes a los de los sondeos».