Sucesos
Triple crimen de Elche: «Acabé con mi padre porque sabía que se iba a enfadar»
El menor de 15 años fotografió los cadáveres de sus padres y se los enseñó a su tía: «Mira, los he matado»
Santi, menor de 15 años, residente en Elche, «no planificó acabar con su familia». La frialdad de este parricida adolescente ha sorprendido a todo aquel que ha escuchado cómo mató a tiros a sus padres y a su hermano pequeño de 10 años la semana pasada, tras enfadarse por ser castigado a causa de sus malas notas.
Según las declaraciones del menor adelantadas por El Mundo, Santi mató intencionadamente a su madre porque le llamó «vago» por suspender cinco asignaturas y la consecuencia era trabajar con su padre los fines de semana y apartar al adolescente de los aparatos tecnológicos como la videoconsola o el ordenador.
Los demás asesinatos, relata el autor, «se sucedieron por impulsos, en cadena». El martes 8 de febrero Santi y su madre discutieron. Este curso, el menor había reducido notablemente su rendimiento académico. «Eres un vago, ya está bien», le dijo su madre. «A partir de ahora, todos los fines de semana vas a trabajar en el bancal con tu padre», añadió. Por último, desglosó el castigo: ni wifi, ni videoconsola, ni ordenador.
Disparé dos veces a mi madre cuando estaba en la cocina. Un tiro por la espalda y luego la rematé
Santi no dijo nada. Su madre se sentó en el sofá y se puso a ver la televisión. Él subió al piso de arriba y se fue a buscar la escopeta de su padre, guardada en el armero situado en la parte superior del chalé. Bajó y mató a su madre de dos disparos. «Disparé dos veces a mi madre cuando estaba en la cocina. Un tiro por la espalda y luego la rematé», recoge la declaración.
«Maté a mi hermano para que no me delatara»
Al escuchar los tiros, su hermano entró en la casa y vio a Santi con el arma en la mano. Se dio la vuelta para escapar, pero cayó fulminado por dos tiros. «Le maté para que no me delatara», admitió en sus declaraciones. «Mi hermano intentó escapar, pero salí detrás de él y lo cacé antes».
Después, llevó los dos cadáveres al garaje del chalet familiar y esperó a su padre, que llegó a casa horas después. Cuando escuchó el coche, se preparó detrás de la puerta de la cocina para sorprenderle cuando entrara. Nada más verle, le dio un tiro en la mandíbula. «Esperé a mi padre cuatro o cinco horas y le disparé al llegar».
Maté a mi padre porque sabía que se iba a enfadar
Su padre, malherido, consiguió arrebatarle la escopeta, dejarla en el pasillo y alcanzar el baño mientras le decía «pero, ¿qué has hecho?». Santi volvió a coger el arma y le dio otros dos tiros en el aseo. «Le maté porque sabía que se iba a enfadar», dijo, cuando descubriera que había asesinado a su madre y a su hermano.
Antes de trasladar el cadáver fuera de la casa, Santi cogió el móvil de su padre para enviar un mensaje de Whatsapp a su jefe. Haciéndose pasar por él, le dijo que al día siguiente no iba a ir a trabajar porque tenía covid. Tras mandar el mensaje, llevó a su padre junto a su madre y su hermano y volvió a entrar en la casa para limpiarla. Por último, se duchó, se hizo la cena y se encerró en su habitación a jugar a los videojuegos.
Ocultó los cadáveres durante tres días
Aunque los hechos tuvieron lugar el pasado martes 8 de febrero, el menor no confesó el crimen hasta el viernes 11. De hecho, durante esos tres días, ocultó los cadáveres en el cobertizo del chalet familiar. En ese tiempo, el presunto parricida dejó de ir a clase alegando que estaba confinado por covid, con lo que nadie sospechó de lo que había ocurrido.
En ese tiempo, el jefe de su padre requirió a su empleado varias veces que le enviara la baja, pero Santi siempre contestaba en nombre de su progenitor que todavía no tenía los resultados de la PCR. También hablo con su tía, en nombre de su madre, que comenzó a sospechar en el momento que su hermana contestaba a los mensajes de Whatsapp, pero nunca a las llamadas.
El menor fotografió los cadáveres de sus padres y se los enseñó a su tía: «Mira, los he matado»
Tras estas sospechas, el viernes por la tarde, la tía se personó acompañada de una amiga en el chalet familiar. Santi, desde el otro lado de la valla, dijo: «No los molestéis, están durmiendo». Su tía le amenazó con llamar a la Policía si no los veía. El adolescente entró y salió con el móvil de su padre en la mano. Se acercó a la valla y le enseñó la pantalla. Era una foto de los cadáveres de sus padres. «Mira, los he matado», zanjó. La Policía llegó y Santi les contó que los había matado.
Tras esto, el menor fue detenido e internado en un centro de menores de Valencia en régimen cerrado. A los investigadores les llamó especialmente la atención de su declaración la «frialdad» con la que se comportó el adolescente, que tampoco mostró ningún signo de arrepentimiento o de remordimiento.
Tanto sus padres como el hermano pequeño fueron enterrados este lunes por la tarde, tras una misa funeral en el tanatorio ilicitano de l'Aljub. El Ayuntamiento de Elche decretó el viernes tres días de luto oficial por un suceso que ha conmocionado a todo el municipio.