La investidura de Mañueco
El motivo oculto del alcalde socialista de Valladolid para pedir la abstención del PSOE
Oficialmente, la razón esgrimida por Óscar Puente para abrir el debate es «frenar a la extrema derecha». Pero en realidad está pensando en las municipales de 2023 y en su reelección
Óscar Puente sigue pregonando la necesidad de un acuerdo entre Alfonso Fernández Mañueco y el socialista Luis Tudanca para impedir que Vox acabe compartiendo lecho gubernamental con el PP.
Oficialmente, la razón que da el alcalde de Valladolid para explorar la vía de la abstención de los 28 procuradores del PSOE en las Cortes de Castilla y León es que hay que frenar a la «ultraderecha», en coherencia con el discurso que vienen defendiendo los socialistas. Extraoficialmente, Puente tiene un motivo más mundano: está pensando en las elecciones de mayo de 2023.
El regidor vallisoletano pretende que, en ese hipotético acuerdo entre Fernández Mañueco y Tudanca, esté incluido el compromiso de que el año próximo el PP facilitará la investidura de los candidatos del PSOE que ganen los comicios municipales. Quid pro quo.
Quien más y quien menos, todos los alcaldes socialistas están pensando ya en esas elecciones para las que quedan 15 meses y donde ahí sí se la juegan ellos. Puente, uno de los más firmes defensores del «no es no» de Pedro Sánchez a Mariano Rajoy en 2016, aspirará entonces a su tercer mandato al frente del Consistorio vallisoletano. Sabe que no puede ni soñar con una mayoría absoluta, pero sí con ser el candidato más votado, que ya lo fue en 2019 (el PSOE llevaba sin ganar las elecciones en la ciudad desde 1987).
Lo que Puente pretende es cobrarse el favor al PP el año próximo para que los populares dejen gobernar a la lista más votada. Porque no se fía de poder alcanzar la mayoría necesaria con la marca local de Podemos, Valladolid Toma la Palabra. Y teme que, llegado el caso, al PP y Vox sí les den los números para desalojarle del Ayuntamiento después de ocho años.
El miedo del alcalde
Puente, que sacó 11 ediles frente a nueve del PP, gobierna actualmente con tres concejales de Toma la Palabra: Manuel Saravia, María Sánchez y Alberto Bustos. Especialmente Saravia, arquitecto de profesión, es muy conocido en la ciudad. Fue concejal primero con IU y después con su actual marca.
El problema es que, atendiendo al Código Ético de su plataforma, ninguno de los tres podría concurrir a las elecciones de 2023 porque ya llevan tres mandatos como concejales. En una entrevista que Puente concedió a Europa Press en diciembre, éste pidió indulgencia para sus tres concejales e instó a Toma la Palabra a pensarse mejor si prescindir de «tres activos tan importantes» como ellos.
Al socialista le preocupa que los nuevos candidatos morados no tengan el mismo tirón y Toma la Palabra acabe perdiendo concejales. Y él, el Ayuntamiento. De ahí que haya visto en la situación de Fernández Mañueco la ocasión para intentar una jugada maestra.
Este miércoles, Puente reunió a la Comisión Ejecutiva Provincial del PSOE de Valladolid, que él mismo dirige, para que sus compañeros refrendaran su postura. Después del encuentro, el PSOE de Valladolid emitió un comunicado cerrando filas con la postura expresada por su secretario general: Tudanca ha de buscar un acuerdo con Fernández Mañueco para que la «extrema derecha» no entre en el gobierno.
La clave está en lo que dice a continuación: «Este acuerdo debe contener compromisos y garantías, y en última instancia ser sometido al refrendo de la militancia si así se considerase por parte de la dirección autonómica del PSOECyL». En esos «compromisos» está el quid de la cuestión.
Actualmente, el PSOE gobierna en Valladolid y León, pero también en Burgos, Segovia y Soria. Y los alcaldes de estas tres últimas ciudades se oponen a facilitar la investidura de Fernández Mañueco con una abstención. «Nanay», respondió de forma gráfica el de Soria, Carlos Martínez. En Salamanca gobierna el PP, en Ávila Por Ávila, en Palencia Ciudadanos y en Zamora, Izquierda Unida.