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Alfonso Fernández Mañueco y Juan García-Gallardo, en la reunión que han mantenido esta semanaEFE

Posible primer gobierno de coalición

Así están las negociaciones entre PP y Vox en Castilla y León

Fernández Mañueco (PP) y García-Gallardo (Vox) podrían ser el experimento de un gobierno nacional de coalición de la derecha española

Santiago Abascal, presidente de Vox, lo dijo claro en campaña y lo repitió en la rueda de prensa esta semana en su sede nacional: esperan llegar de una manera constructiva y dialogante a un acuerdo en Castilla y León. O con Vox, o votarán en contra. El presidente en funciones castellano y leonés, Alfonso Fernández Mañueco no descarta ninguna de las opciones políticas. Pero eso dice. En política, los detalles lo significan todo. Con este primer tira y afloja, el noviazgo entre PP y Vox ha empezado resultón.

El popular se reunió con Tudanca durante apenas 20 minutos. Con Juan García-Gallardo, más de hora y media. Con el socialista se sirvió de la excusa de citar la corrupción –el socialista no le acusó directamente de corrupto– para levantarse de la primera toma de contacto. Con el de Vox, difirió en no pocas cuestiones, pero las partes no se levantaron de esa larga y tendida primera aproximación.

El presidente nacional de Vox no dio el brazo a torcer, pero sí se mostró comprensivo. Abascal es consciente de que no pueden aplicar todo su programa porque cuentan solo con 13 procuradores. Pero es su oportunidad para demostrar al electorado que son capaces de gobernar. Por ello, sus exigencias serán las justas.

Diferencias de trato

Durante campaña y durante estas primeras negociaciones han pedido siempre lo mismo: entrar en el Ejecutivo regional en función de su representación. Sin embargo, García-Gallardo se llevó una sensación amarga. Según el burgalés, los populares quieren darles un trato distinto al que en 2019 otorgaron a Ciudadanos.

Una sensación que quizás responda solo al buen marcaje de máximos de Fernández Mañueco. Al fin y al cabo, el salmantino no es nuevo en esto de la política. Entre otros cargos, fue alcalde de su ciudad natal, procurador en Cortes, consejero de Justicia e Interior de la Junta y presidente, mismo puesto por el que ahora negocia, hasta que rompió relaciones con su socio de Ciudadanos, Francisco Igea.

Antesala nacional

Decidan los equipos negociadores con o sin directrices desde las madrileñas calles de Génova o Bambú, son observados en clave nacional. La derecha se reconstruye y ellos pueden ser los ratones de laboratorio con los que probar suerte en aras de un futuro gobierno de coalición nacional.