Ayuso ajusta cuentas con Casado ante una Junta Directiva Nacional dividida

Isabel Díaz Ayuso ha aprovechado su intervención ante la Junta Directiva Nacional del PP para ajustar cuentas con Pablo Casado, toda vez que la semana pasada no fue convocada a la reunión que el todavía presidente del partido mantuvo con los presidentes regionales del PP.

Ayuso ha cargado sin ambages contra Casado y el dimitido Teodoro García Egea por estar más preocupados en «protegerse por si llegaban momentos como este que en ser la verdadera alternativa a Sánchez». Y por echar por tierra lo que ello consiguió en las elecciones del 4 de mayo. «Una izquierda contra las cuerdas, desacreditada, despojada de los efectos de su propia propaganda, pero, sobre todo, un centro derecha ilusionado, convencido y fuerte».

«Ojalá se hubiera investigado con tanto detalle a Pedro Sánchez y a otros gobiernos de la izquierda como a miembros del partido, a la Comunidad o a mi familia», ha sostenido la presidenta madrileña. Que incluso se ha preguntado «cuántas Ritas Barberá quiere dejar este partido más en la cuneta».

También ha reiterado su honestidad y la de su Gobierno: «El contrato famoso, del que se ha estado hablando en cada redacción porque había una misión encargada desde esta casa para que se supiera fue un contrato ajeno a mí. Me enteré en la séptima planta de su existencia un año y medio más tarde. Jamás medié en él».

Su intervención ha retumbado entre los cientos de miembros de la Junta Directiva Nacional, muchos de los cuales han optado por no aplaudir. Puesto que, minutos antes, Casado había apelado a la «unidad» y le había garantizado su «lealtad» a Alberto Núñez Feijóo.

Detrás de Ayuso ha hablado la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, que ha respaldado a Ayuso y ha pedido que en el congreso extraordinario de abril en Sevilla haya una ponencia política. Porque el PP va a cambiar de líder, pero también debe decidir en adelante qué rumbo tomar.

De los presidentes regionales han tomado la palabra el extremeño José Antonio Monago y el castellano-manchego Paco Núñez. El primero ha reconocido que todos tienen «heridas profundas» pero que es el momento de mirar para adelante para que empiecen a «cicatrizar».

Feijóo no ha hablado dentro, pero sí fuera. Y lo ha hecho para respaldar la «honorabilidad» de Ayuso. «Es una persona honorable y no tenemos ninguna duda, repito, ninguna duda», ha reiterado.