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Partido Popular

El plan de Feijóo para revitalizar el Partido Popular y serenar la política

El que será nuevo presidente del PP quiere rebajar el tono de la política y conseguir entablar negociaciones con el Gobierno. Eso sí, el partido ya ha avisado de que «no serán cheques en blanco»

A menos de tres semanas de la celebración del XX Congreso Extraordinario del Partido Popular, la estrategia de Alberto Núñez Feijóo comienza a vislumbrarse. El que será el nuevo presidente de la formación ha marcado las pautas de las que emergerá la nueva etapa del PP. La intención es rebajar el tono de los últimos años y recobrar una política que no esté sometida al ritmo de las redes sociales y la «falta de serenidad».

La Conferencia de presidentes autonómicos celebrada este fin de semana en La Palma dio como resultado la firma unánime de una declaración en la que los partidos se pusieron de acuerdo en cuatro puntos para hacer frente a la situación provocada por la invasión de Ucrania. El propio Feijóo se mostró ciertamente satisfecho con el escrito que secundó, aunque matizó que le hubiese gustado que el Ejecutivo de Pedro Sánchez aceptase su propuesta de establecer un IVA superreducido a los carburantes, la luz y el gas.

A pesar de las discordancias, el tono utilizado por los barones del PP estuvo por debajo de lo que el debate político nos tiene acostumbrados. Y aunque los líderes populares afirman que la situación internacional y su influencia en la economía española requería de un consenso, Gobierno y oposición no se habían puesto de acuerdo en otros aspectos como la pandemia.

La llegada de Feijóo a Génova –que aún tiene que oficializarse el 1 de abril en Sevilla– parece haber cambiado la relación entre partidos. La rebaja de la tensión se extendió a todos los presidentes autonómicos del Partido Popular que marcaron distancia con el PSOE pero valoraron positivamente el acuerdo alcanzado. Se quejaron, eso sí, de que Sánchez no acudiese a la reunión con un plan más concreto en materia de rebaja de impuestos y de gestión de los refugiados procedentes de Ucrania.

Ayuso, la más crítica

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, fue la voz más discordante de los presidentes del Partido Popular. Ayuso no solo pidió que Sánchez rebajara los impuestos de la energía sino que los suprimiese temporalmente para hacer frente a la crisis económica derivada de ello.

Además, la presidenta madrileña sugirió que el Gobierno utilizase los 20.000 millones de euros del plan de Igualdad para afrontar la subida de los precios. «En estos momentos, la igualdad entre hombre y mujeres es tan importante como acabar con la pobreza de las familias», dijo.

Ayuso fue un paso más allá y reclamó que las conferencias de presidentes fuesen más «efectivas» con soluciones «reales y propuestas claras», en relación a la falta de concreción de Sánchez.

A pesar de la diferencia con el resto de líderes de su partido, los barones no rechazaron la actitud de Ayuso. Desde el entorno de Feijóo apuntaron que «cada uno tiene una manera de decir las cosas» y eso «no significa que no sean lo correcto».

Conversaciones con Sánchez

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Xunta compartieron un rato de charla durante los recesos de la conferencia de presidentes en La Palma. Así lo informaron fuentes cercanas al presidente gallego, confirmando las intenciones que Sánchez ya había adelantado de aprovechar el encuentro para intercambiar pareceres con el que será el nuevo líder de la oposición.

De esta manera, Feijóo conseguía el reconocimiento de Sánchez como nuevo presidente del PP a pesar de que aún faltan semanas para que los compromisarios aprueben su puesto al frente del partido. Una confirmación en la que el gallego se someterá a un mero trámite al haberse convertido en el candidato único de cara al congreso de la formación.

Un PP de mayorías

Feijóo continúa realizando actos por todo el territorio español con la intención de transmitir a los militantes del PP que el partido sigue vivo. El candidato recalca en cada una de sus apariciones que su modelo de gobernanza es el de las mayorías absolutas y que su intención es ofrecer un «Gobierno a la altura de España, centrado en la gestión» y no en las luchas partidistas.

La estrategia de Feijóo quedó marcada desde su primera rueda de prensa en Génova. El presidente gallego habló tras entregar 55.000 avales para oficializar su candidatura y aseguró que optaba por una «política moderada y serena que garantice la estabilidad y que se centre en escuchar a los ciudadanos».

Una de cal y otra de arena

El tono conciliador de Feijóo con el PSOE se intercalará también con mensajes de crítica a la gestión de Sánchez. El líder gallego quiere mantener una relación afable pero no acercarse demasiado para no someterse a las críticas del sector más combativo del partido. Es decir, que los partidos negocien pero que, tal y como ha afirmado la propia Cuca Gamarra, los acuerdos no «sean un cheque en blanco».

En este sentido, el presidente de Galicia ha aprovechado el acto de este martes en Zaragoza para apretar a Sánchez y exigirle que cumpla el acuerdo con el PP y baje impuestos ya: «No entiendo a qué espera», se ha quejado.