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Los portavoces de ERC y Bildu, Gabriel Rufián y Mertxe Aizpurua, conversan en el CongresoEFE

Tensión entre aliados

Podemos y el «bloque Frankenstein» asedian a Sánchez en un momento crítico de la legislatura

El gasto en Defensa, el juicio a los crímenes del franquismo y los beneficios «caídos del cielo» de las eléctricas enfrentan al presidente con sus socios en plena emergencia europea

La criatura a la que dio vida Víctor Frankenstein en su laboratorio acabó rebelándose contra su creador. De igual forma, la mayoría parlamentaria de Pedro Sánchez se le está amotinando. Y en un momento crítico para el presidente, en medio de la invasión de Ucrania y la crisis energética que asola la economía europea.

Podemos se ha vengado del episodio del envío de armas al Ejército de Volodímir Zelenski –al que se opuso y perdió– y está liderando en las últimas horas una revuelta contra su socio en dos frentes: el gasto en Defensa y el juicio a los crímenes del franquismo. Al que pronto se sumará un tercero por los beneficios de las eléctricas.

Los morados hicieron este martes pinza con ERC, Bildu, Junts per Catalunya, Más País, Compromís, el BNG y la CUP para oponerse frontalmente al aumento del presupuesto en Defensa. Fue a raíz del anuncio de Sánchez el lunes en La Sexta, donde se limitó a señalar que en los próximos años el gasto aumentaría hasta el 2 % del PIB, según el compromiso de los socios de la OTAN.

Tampoco un día después su portavoz, Isabel Rodríguez, aclaró cómo ni en qué plazos, pero en Unidas Podemos corrieron a ponerse enfrente: «No lo apoyaremos y punto», señaló la diputada Aina Vidal. «Hay otras prioridades», añadió el portavoz morado, Pablo Fernández. Ambos en un tono similar al del portavoz de Esquerra, Gabriel Rufián, que preguntó a Sánchez si le parecen «pocos» los 20.000 millones que ya destina el Estado.

Horas después, Frankenstein volvió a enseñar las fauces al presidente en la votación en el Congreso de una reforma del Código Penal para juzgar los crímenes del franquismo, sorteando la Ley de Amnistía de 1977.

Se trataba de una proposición de ley impulsada por ERC, el PNV, Bildu, Más País, Compromís, Junts per Catalunya, la CUP y el BNG a la que acabó sumándose sobre la bocina Unidas Podemos, para enorme malestar de los socialistas. Porque, en paralelo, todos esos con los que se alió Unidas Podemos en el pleno tienen bloqueada en el Congreso la Ley de Memoria Democrática del Gobierno de coalición porque la consideran poco ambiciosa.

El portavoz morado, Jaume Asens, lo explicó así desde la tribuna: «En este debate no valen las medias tintas, o se están con las víctimas o con los victimarios», soltó a bocajarro a la bancada del PSOE.

Jaume Asens (Unidas Podemos) en el CongresoEFE

El portavoz de los socialistas, Indalecio Gutiérrez, se revolvió contra sus socios de Gobierno y parlamentarios: «Al PSOE, lecciones ninguna. Nadie tiene más muertos en cunetas y fosas comunes que el PSOE y el sindicato hermano, UGT», señaló. Y cargó contra la iniciativa porque vulnera los principios de «legalidad penal, irretroactividad y seguridad jurídica», enumeró.

Pero la izquierda nacionalista e independentista consiguió el titular de trazo grueso que quería, con la indispensable ayuda de Unidas Podemos: cargar al PSOE con la cruz de haber impedido que el Congreso tramite una iniciativa para juzgar los crímenes del franquismo.

El diputado de Junts Josep Pagès acusó al PSOE de «continuar encubriendo el franquismo al lado del PP, Vox y los falsos liberales». Y la diputada de ERC Carolina Telechea también cargó contra la actitud del «grupo mayoritario» de la Cámara, en alusión al PSOE.

El ecosistema de Sánchez

El ecosistema en el que gobierna Sánchez no ha vuelto a ser el mismo desde la votación de la reforma laboral. Los roces del presidente con sus socios de Gobierno y parlamentarios son cada vez más, justo cuando está tratando de articular una gran mayoría política en torno a su plan de respuesta a la crisis energética.

Es precisamente ahí donde se adivinan las próximas curvas para el presidente, porque Unidas Podemos y el resto del bloque demandan restringir los beneficios de las eléctricas por el alto precio del gas y más impuestos a las grandes compañías del sector. La propia Ione Belarra, líder de los morados, propuso el pasado viernes un «duro recorte» a los beneficios que calificó de «injustificables» y «obscenos» de las empresas y un recargo del 10 % en el impuesto de sociedades.

«La posición del Gobierno es única y se manifiesta en las decisiones del Consejo de Ministros. Las formaciones políticas pueden expresar sus matices», señaló este martes la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, acotando el papel de Unidas Podemos y del resto de sus socios en este plan de respuesta que el Gobierno aprobará el 29 de marzo.

El runrún del adelanto

Tan enrarecido está el ambiente en la izquierda, y tan tóxica es la guerra de Putin para los gobiernos europeos, que han vuelto las especulaciones en torno a un adelanto electoral. Ya no tanto por deseado, sino por inevitable.

El propio Sánchez introdujo un matiz a su discurso de los últimos meses el lunes en La Sexta. Esta vez afirmó «quiero agotar la legislatura» en lugar de «agotaré la legislatura», como había hecho hasta ahora. De la afirmación categórica pasó a la declaración de intenciones.