El ministro Fernando Grande-Marlaska
Dos de ellos son asesinos
Marlaska traslada de nuevo a cárceles del País Vasco a tres terroristas de ETA
José Mari Dorronsoro, Javier Gallaga Ruiz y Bittor Franco han sido trasladados en la presente semana a cárceles del País Vasco, según ha informado la asociación de familiares de presos Etxerat
La El acercamiento de presos etarras a prisiones del País Vasco es una constante desde la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa. Siguiendo con esta línea de acción política, el Ministerio del Interior a través de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha acercado en los últimos días a tres etarras, dos de ellos asesinos, si bien la decisión fue aprobada antes, el pasado febrero.
De este modo, el preso José Mari Dorronsoro Malaxetxebarria ha sido acercado desde la prisión de Pamplona a la cárcel donostiarra de Martutene, ciudad de la que para más señas es orihundo.
Dorronsoro cumplirá las tres cuartas de la condena en julio de 2023. Fue condenado a 26 años de cárcel por cooperar en el atentado con coche-bomba contra un convoy de la Policía Nacional el 11 de junio de 1987, así como por ser cómplice de otro atentado contra el Gobierno Militar de San Sebastián cometido por el 'comando Donosti' en 1987.
Por su parte, Javier Gallaga Ruiz ha sido acercado desde la prisión de Daroca a la cárcel alavesa de Zaballa. Gallaga Ruiz fue condenado en 2006 a 343 años de prisión por su participación en el atentado que acabó con la vida de Miguel Ángel Ayllón Díaz-González.
También cumple condena por la colocación de un artefacto en la urbanización Jardín de la Reina en 1997, que acabó con la vida de Domingo Puente y dejó varios heridos. Cumplirá las tres cuartas partes de la condena en junio de 2027.
Por último, Bittor Franco Martínez ha sido acercado desde la cárcel de Logroño a la prisión vizcaína de Basauri. Fue condenado a 22 años de prisión por el ataque con cócteles molotov a una patrulla de la Ertzaintza en Portugalete (Bizkaia) el 5 de agosto de 2001. Él y otros cinco terroristas produjeron quemaduras graves a dos agentes de la policía autonómica vasca.