A pie de calle en la manifestación del 20M: «No somos ni de izquierda ni derecha, somos los de abajo»

El mundo rural ha hecho algo insólito: superar las expectativas con creces. Se esperaban unos 200.000 manifestantes, pero la realidad ha sido que todos los sectores convocados han juntado 400.000 personas, el doble de lo previsto, según los datos de la organización. Se ha vivido así una de las manifestaciones más nutridas de la historiad de Madrid al margen de las relacionadas con el terrorismo.

Momentos antes de llegar a la Plaza del Emperador Carlos V, la policía había acordonado la zona con un margen de 1 km. Durante este recorrido los manifestantes calentaban motores, preparaban banderas, pancartas, tambores, cornetas y vuvuzelas que momentos después cobrarían protagonismo.

En la Plaza de Carlos V una marea naranja ha teñido la capital. Tanto forros polares como petos lucían este color tan llamativo. Los primeros pasos han fluido lentos, porque movilizar a 400.000 personas no es tarea fácil. Las dos direcciones del Paseo del Prado han dividido a los grupos, aunque todos estaban más unidos que nunca; por primera vez en la historia se han acompañado a pie de calle agricultores, ganaderos, cazadores y sectores afectados por las políticas económicas del Gobierno de Pedro Sánchez. Por uno de los caminos iba la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) y el multitudinario grupo de compañeros, también agricultores. Por el otro lado, circulaban cazadores y ganaderos, que no paraban de silbar y hacer ondear sus banderas.

Otro elemento que ha cobrado protagonismo han sido las pancartas reivindicativas. «El mundo rural y la caza se mueren, mientras se multiplican los charlatanes», se podía leer en una de ellas. Los cencerros han sido otro de los elementos más llamativos de esta manifestación histórica. Los ganaderos se los han colgado del cuello y los hacían sonar con mucho ímpetu. Llama la atención que ha sido una movilización sin apenas cánticos, esto se debe a que los manifestantes tenían una ristra de quejas. Con pocas palabras y de manera gráfica, el mundo rural ha explicado los problemas que les afectan.

Frente al Ministerio de Sanidad ha habido un pequeño alto, donde los pitidos y las cornetas han resonado frente al edificio. Al llegar a la Fuente de Neptuno muchos de ellos se sacaban fotos con el dios romano y paraban para almorzar un pequeño tentempié. El chorizo y una buena bota de vino daban fuerza a los manifestantes, como procede con la estupenda gente del campo.

En el transito de Neptuno hasta la Plaza de Cibeles se ha visto la pancarta principal del grupo 20M Rural, que ha convocado a todos estos sectores. En ella se podía leer el lema «juntos por el campo, por un rural vivo». Un grupo de jóvenes encima de una furgoneta con un jabalí ondeaba la bandera de COAG y manifestaban su apoyo al mundo rural, que no entiende de edades ni de colores políticos. «No somos ni los de izquierda, ni los de derecha, somos los de abajo y vamos a por los de arriba», se podía leer en una de las pancartas de los convocados.

De camino a la Plaza de Colón, un grupo de gaiteros se unen a la concentración y más adelante, justo a las puertas de la plaza, la multitud proclama: «¡España unida, jamás será vencida! ¡Viva el mundo rural! ¡Viva España! Colón ha sido uno de los lugares donde se ha ovacionado a un grupo de perros que han acaparado muchas miradas, ya que el Gobierno quiere que castren a los animales. Un perro manso no defiende al rebaño de un ganadero, como observaban desde su experiencia los participantes en la protesta.

Los madrileños también han salido para mostrar su apoyo. En el cruce entre el Paseo de la Castellana y la calle Juan Bravo se ha hecho notar esta simpatía del mundo urbano hacia el sector rural. Otro punto caliente ha sido a la llegada del Hotel Intercontinental, donde estaba el autobús del F.C. Barcelona que en la noche del domingo se enfrentaba al Real Madrid. Los manifestantes se aglutinaban frente al vehículo para ver algunas de las estrellas del Barça.

A la llegada a la Plaza de San Juan de la Cruz, los manifestantes se repartían por los jardines que rodea el monumento en honor a la Reina Isabel I la Católica y sacaban deliciosos manjares rurales: queso, lomo, chorizo, salchichón, todo bien regado por vino que iba en botas. En la plaza había preparado un escenario, donde han subido alguno de los representantes de las diferentes asociaciones convocantes. Entre ellos Pedro Barato, eterno presidente de Jóvenes Agricultores; Lorenzo Ramos, secretario de UPA; Manuel Gallardo, presidente de los cazadores; Miguel Padilla, secretario general de COAG y Ángel Villafranca, presidente de Cooperativas Agroalimentarias de España. Todos han dejado claro que tras la histórica marcha de este 20 de marzo, una gran parte del campo español y del mundo rural no está de acuerdo con Pedro Sánchez y su Gobierno, a los que reprochan inhibirse frente a sus problemas.