Pedro Sánchez recibe en La Moncloa a Jens Stoltenberg, el pasado mes de octubre
¿Por qué la próxima Cumbre de la OTAN en Madrid marcará el devenir de la próxima década?
A los cambios profundos que ha vivido el mundo en los últimos años se ha añadido la invasión de Ucrania
Cuando el pasado 8 de octubre, en una rueda de prensa conjunta, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Jens Stoltenberg, evaluaban la celebración de la próxima Cumbre de la OTAN en Madrid los próximos 29 y 30 junio ya se intuía que dicha reunión tendría una trascendencia extraordinaria. «Estamos ante un momento histórico», decía el presidente Sánchez, «en el que Madrid y España va a jugar un papel determinante en la renovación y en la modernización de los postulados de la OTAN».
Un nuevo Concepto Estratégico
La importancia de esta cumbre radica que los 30 países de la Alianza Atlántica renovarán lo que se llama el Concepto Estratégico.
¿Qué es el Concepto Estratégico? Según la propia organización, «es un documento clave para la Alianza. Reafirma los valores y el propósito de la OTAN y proporciona una evaluación colectiva del entorno de seguridad. También impulsa la adaptación estratégica de la OTAN y guía su futuro desarrollo político y militar».
El propio Stoltenber resalta que «el Concepto Estratégico de Madrid reflejará el nuevo entorno de seguridad, volverá a comprometerse con nuestros valores y reafirmará nuestra unidad, asegurando que nuestra Alianza esté preparada para el futuro».
El Concepto Estratégico indica la dirección de los pasos que dará la Organización del Tratado del Atlántico Norte en los próximos años. Para ello, analiza la situación actual y todos los cambios producidos desde el último análisis, que tuvo lugar en la Cumbre de Lisboa de 2010, y se adecúa esa estrategia a todos esos cambios.
Según explicaban el investigador principal del Real Instituto Elcano, Félix Arteaga, y el director de la oficina del Real Instituto Elcano en Bruselas, Luis Simón, en un artículo publicado en su página web en diciembre, «el Concepto Estratégico de Madrid deberá orientar sobre cuestiones clave para la Alianza como reforzar el vínculo transatlántico, adecuar la disuasión y la defensa a las nuevas amenazas, definir el papel de la OTAN en la competición estratégica entre China y EEUU, sopesar el catálogo y prioridad de las funciones principales de la OTAN, revisar el reparto de la carga, atender a las tecnologías disruptivas o vitalizar los partenariados, entre otras».
La guerra en Ucrania
El Concepto Estratégico se revisa, más o menos, cada 10 años. La última revisión, la de Lisboa, ha durado 12 años por la situación pandémica que ha vivido el mundo. Según los analistas del Instituto Elcano, habría que tener en cuenta «acontecimientos tan relevantes como la campaña de Libia, la invasión rusa de Crimea, las discrepancias entre los líderes estadounidenses y europeos a propósito de la OTAN y de la autonomía estratégica, el Brexit, las tecnologías disruptivas y la salida de Afganistán, entre muchos otros acontecimientos que justifican la actualización».
Pero ya solo desde la publicación de este artículo, hace tres meses, y no digamos ya desde el anuncio por parte del presidente Pedro Sánchez y del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se ha producido un acontecimiento, que la mayoría de expertos califican de «histórico», la invasión de Ucrania por parte de la Rusia de Vladimir Putin.
Para empezar, como primer efecto inmediato que ha cambiado respecto a lo que se preveía de la Cumbre de Madrid, es que el mandato de Stoltenberg ha sido prorrogado un año más, hasta septiembre de 2023. Por lo tanto, en esta cumbre ya no se prevé que se elija al próximo mandatario de la Alianza Atlántica.
Pero, otra circunstancia que ha cambiado notablemente la Guerra de Ucrania, y que tendrá mucho más efecto en la próxima década, ha sido la unidad que ha despertado dentro de los 30 países que conforman la OTAN. Desde que Rusia entrara en las fronteras de Ucrania el 24 de febrero, todos los países de la Alianza Atlántica han actuado al unísono a la hora de ayudar a Ucrania a defenderse del ataque y todos se han mostrado de acuerdo en que no se va a permitir la intrusión de ningún tanque ruso en las fronteras de los países de la Alianza. «Ni piense en moverse un solo centímetro dentro del territorio de la OTAN», aseguraba el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el pasado sábado desde Polonia.